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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 12/01/2025 12:45
“Era esperable”, admite Leonardo Portela, presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), cuando se lo consulta por la repercusión que tuvo el fallo del miércoles 8 que revocó la decisión de la Cámara de Casación Penal del 19 de noviembre que había enviado a la Unidad Penal con prisión preventiva al exgobernador Sergio Urribarri y a su cuñado Juan Pablo Aguilera. Ambos –condenados en el megajuicio a 8 años el primero, a 6 años y 6 meses el segundo- estuvieron cinco días tras las rejas ante lo que se argumentó como riesgo de fuga y al aguardo de que el fallo condenatorio que dictó el 7 de abril de 2022 el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Paraná quede firme. El caso está con un recurso extraordinario en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Con voto dividido –Portela y Germán Carlomagno acogieron favorablemente la impugnación extraordinaria de Urribarri y Aguilera, planteo que trataron en feria, con la disidencia de Miguel Giorgio- el STJ les permitió recuperar la libertad. “Es un tema que tiene mucho interés a la comunidad –analizó el titular del STJ durante una larga entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7-. Era esperable que tuviera repercusiones a favor y en contra. Era esperable. No me sorprendió”. -Giorgio sostuvo en su voto en disidencia que se creó una situación de privilegio al dar tratamiento en feria al planteo de Urribarri, y que había 24 casos pendientes de igual tener que esperaban resolución antes que el recurso del exgobernador de personas privadas de su libertad. ¿Qué le responde? -Sí, es probable que haya 24 situaciones pendientes de resolver con detención preventiva durante lo que es el trámite regular de los procesos en la Sala Penal. Pero durante la feria todo lo que se presentó pidiéndole al tribunal que se habilite para tratar peticiones preventivas se habilitó. En realidad, ese es el número que dice el doctor Giorgio: yo no sé cuántos son. Pero son de la Sala Penal que integra el doctor Giorgio. Si se resolvieron o no previo a la feria lo desconozco. Y lo desconozco porque yo no soy de la Sala Penal –el STJ se divide en tres Salas: Penal; del Trabajo; y Civil y Comercial; Portela integra la Sala Civil y Comercial, NdelR-, pero los que pidieron habilitar la feria durante el periodo que yo estoy de presidente se la habilitó. A algunos se les ha dicho que sí, a otros se les ha dicho que no, pero siempre se habilitó. Respuesta a Giorgio – Giorgio dice también que se le dio trámite de habeas corpus a una impugnación extraordinaria. -Sí, bueno, lo que pasa es que el trámite, procesalmente hablando, es el mismo. Es innegable que se le dé trámite de habeas corpus porque durante la feria los plazos se abrevian y entonces no es llamativo que se le haya dado trámite de habeas corpus porque los plazos son de 24 horas, 48 horas. Además, se trata de prisiones preventivas que hay que resolver dentro de lo que es el periodo de feria, que son los tribunales que se integran y se desintegran cada 7, 8 días. A veces no da el plazo para estudiar cada caso en feria. Por eso, también aprovechamos para resolverlo porque en feria estaban los vocales (Germán) Carlomagno y Giorgio, que conocían el expediente; solamente yo tenía que estudiarlo. -A nivel nacional, los titulares fueron: “El Superior Tribunal dejó libre a Urribarri”. Hay que recordar que Urribarri no estaba cumpliendo condena; tenía una prisión preventiva, una medida cautelar sobre la que puede haber opiniones distintas respecto a si había fundamento o no había fundamento. -Es así. Yo, al principio, pensaba que se hablaba en esos términos porque había falta de conocimiento, pero después me di cuenta de que no. El título: “Dejaron libre a Urribarri”, sin aclarar de que en realidad lo único que se resolvió es la prisión preventiva, es tendencioso. La cuestión de fondo en este caso sigue su trámite en la Corte. La Corte va a resolver si en definitiva Urribarri va a ir preso o no va a ir preso. Es una cuestión que tiene que resolver la Corte y lo tiene desde el año pasado. Nosotros lo único que resolvimos fue la prisión preventiva, que entendimos con Carlomagno que no había motivos para la prisión preventiva, porque no había motivo para sospechar ni que Aguilera ni que Urribarri intentaran una fuga, o que planearan una fuga. Es decir, el principio de inocencia se mantiene no solamente durante el proceso, sino también hasta que haya una sentencia firme, una condena firme. Y cuando uno habla del principio de inocencia, no es solamente respecto de la primera sentencia, sino de todo el proceso hasta que termina. Entonces, la regla es la libertad ambulatoria. Después hay excepciones, como siempre puede haber, si una persona da motivos para que se le dicte la prisión preventiva, por supuesto que corresponde dictarla. -Vuelvo al punto que citó Giorgio respecto a que, antes que el caso Urribarri, había otros 24 que aguardaba resolución a los recursos de impugnación extraordinaria de parte de la Sala Penal. ¿Cómo puede ser que una persona esté esperando una resolución y que un tribunal o una sala se tome todo el tiempo del mundo para resolver o para tratar? Algo está funcionando mal, ¿o es propio de los tiempos judiciales? -Sí, es un poco de todo. Lamentablemente, hay un cúmulo de trabajo tan grande que muchas veces las urgencias tapan el fondo; o en algunas cuestiones importantes, cuando hay audiencias todos los días, tapan también las cuestiones más urgentes, que son cómo resolver sobre prisiones preventivas. Estas 24 prisiones preventivas que, según dice el doctor Giorgio -y yo por supuesto no tengo por qué desconfiar- son personas que no han pedido habilitación de feria. Si la gente lo pide, por lo menos mientras yo sea presidente del tribunal en feria, tengo por regla habilitarla. Después, se estudia si se corresponde o no levantar la prisión preventiva o si se confirma, pero por lo menos habilitar la feria para estudiar el caso. A mí me parece que esperar los 30 días de la feria de enero para resolver respecto de una libertad ambulatoria, una medida de coerción personal, no corresponde. Pero bueno, entiendo que durante diciembre es un mes complicadísimo, todo el mundo tiene apuro porque parece que se acaba el mundo el 31 de diciembre, y entonces se complica resolver cuestiones pendientes. Pero volviendo a la pregunta, es un poco de todo: el sistema no es perfecto, como ninguno en realidad. Explicar el fallo hasta a los familiares -¿Entiende que quedó afectada la imagen de la Justicia entrerriana después de este fallo, lo analizan así? -No, no. Yo tengo claro que el Poder Judicial tiene una mala imagen, y no es desde ahora. Esto es desde hace años. Miro permanentemente encuestas en ese sentido, y por ejemplo el Poder Judicial tiene peor imagen que la Policía, que los sindicatos, que la política. Es la institución con peor imagen. Y por supuesto que uno arranca 50% abajo, porque cuando tiene juicios para resolver, la mitad de las personas que van al juicio quedan disconformes. Al margen de eso, está desprestigiado el Poder Judicial, y esa es una batalla que tenemos que dar todos los días, de intentar revertir esa imagen. Lo que pasa que no es fácil, porque vende mucho el tema penal, vende mucho el título mal intencionado, por ejemplo esto que hablábamos de “Urribarri quedó libre”. En realidad lo que se hizo fue resolver una medida cautelar. Aunque mucha gente de mi entorno me ha dicho: “Cómo pudieron dejarlo libre”. Pero yo insisto: la cuestión del fondo no está resuelta. Pero hay que andar explicando uno por uno. Y no me parece mal: uno tiene la obligación de dar respuesta. -Lo que pasa con los casos penales, entiendo, es una parte de cierto malestar con la Justicia: a la gente le afectan más de cerca las causas civiles, las del fuero laboral y sobre todo las de familia. -Es así: la mayor parte del trabajo de los tribunales se lo lleva el fuero civil y el de familia. Ahí es donde uno tiene asegurado el 50% de disconformidad. También estamos en una disyuntiva en la Justicia: el país, en los últimos 20 años, adhirió a una cantidad de leyes y reconoció una cantidad de derechos espectaculares, pero no tenemos el sistema que soporte eso. No tenemos un Estado fuerte ni presente. Por ejemplo, la Provincia adhirió a la Ley Contra la Violencia de Género. Pero eso te obliga a tener todo un sistema de contención que no tenemos. Entonces estamos permanentemente nosotros yendo atrás del problema y dejando disconforme a un montón de gente. A eso se le suma la crisis económica, que explota automáticamente en el fuero de familia. Eso es automático, al otro día explota. La persona que se queda sin trabajo al otro día tiene un problema en la casa. -Y además, se crea un cuello de botella: la gente denuncia y denuncia, pero su caso va siempre a la cola, a la espera de respuesta. -Sí, lamentablemente sí. Se atiende lo urgente y no se puede planificar. Y sin embargo se trabaja bien en la Justicia. Dentro de lo que es el país, las estadísticas nuestras son buenas. Por ejemplo, un juicio civil dura un año, y en el resto del país dura cuatro años. En cambio, nosotros en un año y medio, si hay segunda instancia, lo tenemos terminado. Por supuesto, un año y medio en este país es un montón. La economía judicial -Hablemos de la economía del Poder Judicial. Los juicios por jurados chocan con la estrechez presupuestaria. -Bueno, los juicios por jurados es uno de los ejemplos de que tenemos una ley de juicios por jurado que es muy buena, muy moderna, pero no tenemos plata para llevarla adelante como corresponde. No tenemos infraestructura, mejor dicho, no tenemos edificios acordes, tenemos que andar alquilando salones en todas las ciudades para hacer los juicios y transportando gente con equipos de audio, de video, y termina saliendo carísimo. Nosotros no pedimos grandes cosas: lo único que queremos hacer son dos o tres salones de audiencia en la provincia para los juicios por jurados, y no tener que andar alquilando porque nos sale carísimo. Este año tuvimos 34 juicios por jurado que salieron casi 200 millones de pesos. También entendemos que hay que modificar la Ley de Juicios por Jurados, para casos de abuso y de violación. Muchas víctimas, llegado el momento del juicio, retroceden porque no quieren volver a pasar y reflotar por todo lo que pasaron. Alrededor del 70% de los juicios son cuestiones relacionadas a delitos de naturaleza sexual. Lo que pretendemos introducir es la posibilidad de que la víctima pueda elegir si va a juicio por jurados, porque después nos encontramos con que la víctima al momento del juicio no se anima a declarar o no se anima a decir todo lo que dijo en una Cámara Gesell o frente a un psicólogo. Y así, el juicio termina o estancado o en una falta de mérito o un sobreseimiento, cuando en realidad había pruebas para ir al juicio. -¿Ha podido hablar con el gobernador Rogelio Frigerio sobre la cuestión presupuestaria del Poder Judicial? -Sí, nos hemos sentado con Frigerio la semana pasada y la anterior a pelearnos por el presupuesto porque no es que no me lo aumenta. Yo estoy peleando para que no me lo bajen. Lo que es obra pública nos bajaron $20.000 millones respecto de lo que habíamos pedido para 2025. Nos bajaron gastos de funcionamiento, nos bajaron en bienes de uso y también estamos discutiendo cómo sería el desembolso mensual. Pero yo rescato esto: que por lo menos se habla y se entiende y se discute y siempre en un marco de buena fe. Todos sabemos que Nación cortó las transferencias automáticas a las provincias. Pero nosotros plantamos banderas, como el reclamo de Malvinas. Es una discusión permanente que tenemos por eso, pero yo sé que cuando hay plata, la reparten y cuando no hay, entiendo porque sé que estamos dentro de la crisis general. No podemos tampoco nosotros pretender aislarnos de lo que está pasando en toda la provincia y todo el país en general. La sentencia y las emociones -Vuelvo al fallo Urribarri. ¿Produce alguna carga emocional firmar dictámenes de ese tipo? -Tenemos que ser honestos: no todos los días tenemos una causa donde está tratándose la libertad de un exgobernador. Más allá de que yo sabía, como te decía al principio, de que iba a ser un caso con repercusión pública, también produce efectos a nivel personal. Hasta mis hijos, mis amigos, todo el mundo te hace un comentario respecto del tema y no está mal, digamos, es parte del trabajo. Y sí, te genera un poco un extra de presión, pero bueno, estamos para eso. -Es llamativo que el presidente del STJ tenga que explicar un fallo a sus hijos. -Mis hijos son adolescentes y están permanentemente en la calle con un montón de gente que les comenta cosas que leen en los diarios y yo también quiero que ellos sepan de qué se está hablando. Si quieren tomar postura, que la tomen; yo lo acepto muchísimo. Mis hijos son todos votantes de Milei, por ejemplo, entonces yo cada tanto discutimos de política, de Derecho. – ¿Y entendieron tu voto o no? ¿Estuvieron de acuerdo? -Sí, lo entendieron, pero no estuvieron de acuerdo conmigo. Yo respeto mucho la opinión de mis hijos. Yo voto de una determinada manera, doy mis fundamentos, pero no soy infalible. Mis hijos entendieron pero no comparten la decisión. Yo les digo: el día que sean presidente del Superior Tribunal que voten como ellos quieran. De la Redacción de Entre Ríos Ahora
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