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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/01/2025 02:34
La música playera y afro house definen la atmósfera de los sunsets en Punta del Este para jóvenes (Imagen Ilustrativa Infobae) Punta del Este es el lugar donde las playas y la vida social se encuentran, creando el escenario perfecto para disfrutar del verano. Bikini y Montoya se destacan como puntos clave, donde la combinación de sol, mar y actividades al aire libre forma parte de una experiencia única, elegida por los jóvenes de entre los 20 y 35 años. Estas playas ofrecen un equilibrio entre jornadas de relax y momentos llenos de energía, con un cierre espectacular al atardecer, donde cada detalle está pensado para crear una experiencia inolvidable. Bikini, ubicada en Manantiales, mantiene su estilo exclusivo con paradores que ofrecen servicios de alta calidad y espacios preparados para disfrutar del día en un ambiente cuidado, ideal para quienes buscan algo más que descansar frente al mar. En La Barra, Montoya es la elección perfecta para los que priorizan el deporte y una atmósfera más relajada, aunque igual de activa y dinámica. Cuando llega la tarde, ambas playas se transforman. Las puestas del sol se convierten en el evento principal, con música y encuentros que celebran el verano. Así, los sunsets son el momento ideal para cerrar el día y comenzar una noche que continúa con amigos y en un entorno soñado. Montoya es una de las elegidas por los jóvenes de entre los 20 y 35 años Días de playa En Punta del Este, los días de playa son mucho más que una rutina de sol y mar. Bikini y Montoya ofrecen experiencias que se adaptan a diferentes estilos de público, pero con un denominador común: servicios de calidad, actividades recreativas y un entorno pensado para quienes buscan disfrutar al máximo del verano. Bikini, se destaca por su atmósfera sofisticada. Sus paradores proponen una oferta diversa que incluye zonas privadas, gastronomía de primer nivel y espacios preparados para el relax. Este icónico punto de encuentro playero, que es de los más concurridos, ha ampliado su oferta con dos paradores bien diferenciados: el chiringo en la arena y el Bikini Bistro, un espacio más cómodo contra la calle que opera durante todo el año. En el chiringo de Bikini, la experiencia se enfoca en un ambiente familiar, aunque sin dejar de lado la presencia de jóvenes. Entre los elementos más destacados de esta propuesta se encuentran los atardeceres, que se realizan entre las 18 y las 20, un momento que combina música, comida y la belleza del atardecer, contó a Infobae Hugo Parga, responsable de Playa Bikini. El menú está diseñado para satisfacer los variados gustos de los visitantes. Entre las opciones clásicas se destacan la cerveza, la pomelada, el chivito y las rabas. Además, se han incorporado alternativas más innovadoras como el sándwich de salmón con pan de remolacha, que ha ganado popularidad entre los comensales. Bikini, situada en el corazón de Manantiales, se destaca por su atmósfera sofisticada Por otro lado, el Bikini Bistro, situado fuera de la playa y abierto tanto de día como de noche y durante todo el año, se centra en una oferta gastronómica más elaborada, especializada en cocina nikkei y sushi de alta calidad. Parga siguió: “Hay un servicio de playa con quinchos que incluyen camastros, donde se puede disfrutar del día con atención personalizada. Y está el chiringo con baños públicos”. Además, las actividades diurnas son un atractivo adicional, con clases de surf, caminatas por la arena y propuestas fitness que enriquecen la experiencia junto al mar. Con un perfil más equilibrado, donde conviven quienes buscan glamour con las familias y grupos que prefieren disfrutar de una jornada tranquila, Bikini se mantiene vigente entre los jóvenes. A pocos minutos en auto, Montoya ofrece un ambiente más informal pero igual de atractivo. Conocida como la playa del deporte, aquí las arenas se convierten en canchas de fútbol y vóley improvisadas, mientras que el oleaje es el escenario perfecto para los aficionados al surf. Los paradores de Montoya destacan por sus propuestas gastronómicas, con platos para compartir y opciones frescas, pero también son reconocidos por su capacidad para crear un ambiente acogedor, ideal para grupos de amigos que buscan disfrutar de un entorno natural. Los atardeceres en Bikini se complementan con música de DJs, eventos especiales y la belleza de los paisajes en la península (Imagen ilustrativa Infobae) Ambas playas comparten algo más que su popularidad: un enfoque en la seguridad y la comodidad de sus visitantes. Las aguas de Bikini, de oleaje fuerte, cuentan con un servicio reforzado de guardavidas, mientras que en Montoya, los equipos de rescate también permanecen atentos ante la gran cantidad de deportistas y bañistas que acuden cada día. Los Sunset: los imperdibles de los jóvenes En Punta del Este, el atardecer no es solo un momento del día, sino un evento en sí mismo. Tanto en Bikini como en Montoya, los sunsets son el punto culminante de cada jornada y la puerta de entrada a la noche perfecta. Con una mezcla de paisajes impresionantes, buena música y encuentros, estos eventos convierten a estas playas en lugares inolvidables. En Bikini, los paradores toman el protagonismo cuando el sol empieza a bajar. DJs en vivo ambientan el espacio con música que marca el ritmo de una transición natural entre el día y la noche. Este espectáculo incluye eventos exclusivos, desde desfiles de moda hasta pequeños shows en vivo, que transforman la playa en un escenario vibrante. Sol, mar y actividades al aire libre forman parte de una experiencia única, elegida por los jóvenes de entre los 20 y 35 años (RS Fotos) Según Parga, “los sunsets son con DJs que tocan música de cinco a las siete y media u ocho, incluso dentro de un evento”, lo que asegura una experiencia organizada y cuidadosamente planificada. Y agregó: “El nuevo parador en la misma playa, Bikini Bistro, funciona de noche, con una infraestructura destacada y una propuesta gastronómica que incluye comida mediterránea, nikkei y sushi de calidad. Este espacio está abierto durante todo el año, dejando atrás el concepto del clásico chiringo de playa”. Por su parte, Montoya ofrece una propuesta más relajada pero igual de atractiva. Aquí, el enfoque está en los encuentros entre amigos y las actividades espontáneas que acompañan la caída del sol. Los paradores como Moby Dick o Dandy se llenan de vida, ofreciendo desde cervezas bien frías hasta cenas compartidas con vistas al horizonte. El consumo de alimentos y bebidas se caracteriza por una preferencia hacia opciones rápidas, como hamburguesas, papas fritas, ensaladas, chivitos y licuados, que predominan en las primeras horas de la tarde. A medida que cae el sol, el ambiente cambia y aumenta el consumo de cervezas y cócteles, bebidas que acompañan el atardecer (RS Fotos) La música, siempre presente, juega un papel más sutil, creando una atmósfera ideal para quienes buscan disfrutar de un momento más íntimo y distendido. La playa de Montoya se ha convertido en un punto de encuentro popular para un público mayor de 20 años que goza de independencia económica. Los asistentes suelen llegar al parador entre las 15 y las 16, “nunca antes”, cuenta a Infobae Marcelo Paz, responsable de la concesión de las Playas de Montoya. A medida que cae el sol, el ambiente cambia y se registra un incremento en el consumo de cervezas y cócteles, bebidas que acompañan el atardecer y marcan el inicio de la vida nocturna en la playa. En cuanto a la vestimenta, destaca una tendencia uniforme entre los asistentes. Las mujeres optan frecuentemente por monos y pareos, short y corpiños de baño con campera para los momentos más frescos, mientras que los hombres eligen camisas blancas combinadas con trajes de baño, bermudas o pantalones oscuros. Este código no oficial de “camisa blanca” se ha vuelto tan característico que, al finalizar las fiestas, es común ver a grandes grupos de personas con esta prenda caminando por la playa, símbolo casi obligatorio del estilo de la zona, relató Paz. Los jóvenes disfrutan de estas playas con selectas propuestas musicales, servicios exclusivos y gastronomía de calidad (RS Fotos) La música que predomina incluye géneros como afro house y house. Los sonidos suelen ser “divertidos y playeros”, ideales para acompañar el ambiente hasta aproximadamente las ocho de la noche, coincidiendo con el final de la puesta del sol, cuando se van retirando de a poco para prepararse para la movida nocturna. Por otro lado, Paz destacó, que el consumo de bebidas alcohólicas suele ser importante, aunque se ve a los jóvenes actuar de manera responsable, cuidándose de no conducir vehículos. El paisaje es otro de los grandes protagonistas en ambas playas. En Bikini, la península dibuja un efecto visual único al bloquear el sol antes de que toque el mar, generando colores intensos y un entorno perfecto para quienes quieren capturar el momento en sus redes sociales. Deportes, encuentros informales y un ambiente cultural activo se entrelazan en estas playas clave del litoral uruguayo En Montoya, el atardecer ofrece una vista más abierta, donde el cielo y el mar se funden en tonos cálidos que invitan a detenerse, mirar y dejarse llevar por la calma del momento. Estos sunsets no solo son el cierre perfecto de un día de playa, sino también el inicio de la movida nocturna que caracteriza a Punta del Este. Porque el verano continúa cuando el sol se esconde.
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