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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 10/01/2025 21:00
La vista es uno de los sentidos más preciados, y protegerla de los riesgos asociados con la exposición al sol es esencial, ya que los rayos UV pueden causar daños tanto a corto como a largo plazo. Aunque la luz solar es beneficiosa para la producción de vitamina D, los ojos, debido a su sensibilidad, requieren cuidados específicos. Daños por exposición al sol Según la doctora Florencia Valvecchia (M.N. 113.603), miembro del Consejo Argentino de Oftalmología (CAO), la exposición prolongada al sol puede acelerar el envejecimiento ocular, deteriorar la visión y provocar enfermedades graves como cataratas, degeneración de la retina e incluso pérdida de visión. Uno de los problemas más comunes es la fotoqueratitis, descrita como una “quemadura solar” en los ojos que causa dolor intenso y síntomas repentinos. Si bien suele resolverse sin complicaciones permanentes, Valvecchia recomienda acudir a un oftalmólogo para una evaluación adecuada. Importancia de los anteojos de sol La especialista enfatizó que, aunque algunos lentes de contacto ofrecen protección UV, los anteojos de sol siguen siendo la mejor defensa. Estos protegen áreas sensibles como los párpados y la esclerótica, que los lentes de contacto no cubren. Además, el uso prolongado de lentes de contacto puede secar e irritar los ojos, por lo que es aconsejable retirarlos al regresar a casa. Consejos para cuidar los ojos en verano El verano presenta desafíos específicos para la salud ocular debido al aumento de la exposición solar y las altas temperaturas. El Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) ofrece las siguientes recomendaciones: Usar anteojos de sol con protección UV: Asegúrese de que bloqueen los rayos UVA y UVB. Complementar con un sombrero de ala ancha brinda protección adicional. Mantener los ojos hidratados: Utilizar gotas lubricantes y beber suficiente agua durante el día. Protegerse al nadar: Usar gafas de natación para evitar irritaciones por cloro o agua salada. Evitar la exposición prolongada: Buscar ambientes frescos y con sombra para descansar los ojos. Higiene ocular: Lavarse las manos con frecuencia y evitar frotarse los ojos tras estar en contacto con superficies sucias. Protección en días nublados: Las nubes no bloquean los rayos UV; usar anteojos de sol incluso cuando el cielo está cubierto. Conducción segura: Usar protección ocular al conducir, ya que las ventanillas laterales del auto solo bloquean el 71 % de los rayos UV. Un hábito para todas las estaciones La salud ocular no es exclusiva del verano; proteger los ojos de los rayos UV es una tarea de todo el año. Implementar estas prácticas ayuda a prevenir problemas visuales y a mantener una visión saludable a lo largo de la vida. “La mejor prevención es adoptar hábitos responsables y consultar regularmente con un oftalmólogo”, concluyó Valvecchia, subrayando la importancia de cuidar uno de los sentidos más valiosos.
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