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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/01/2025 20:42
Los cambios en la microbiota intestinal que produce la dieta mediterránea se asocian a la buena salud cerebral y la memoria (Imagen Ilustrativa Infobae) Hace años que los investigadores estudian la relación entre una alimentación saludable y un cerebro sano. Diversos estudios ya han demostrado que existe una asociación entre una dieta de estilo mediterráneo y la prevención del deterioro cognitivo. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Tulane, publicado en Gut Microbes Reports, realizado en roedores comprobó que los beneficios de la dieta mediterránea para el cerebro son debido a un cambio en el equilibrio de bacterias en el intestino, lo que impactaría de forma positiva en la memoria y la cognición. Los investigadores descubrieron que las personas que seguían una dieta mediterránea desarrollaban patrones bacterianos intestinales diferentes en comparación con los que consumían una dieta occidental típica. Estos cambios bacterianos se asociaban con una mejor memoria y rendimiento cognitivo. ¿Por qué las bacterias intestinales pueden beneficiar el cerebro? El aceite de oliva, pescado azul, cereales integrales, verduras y frutos secos lideran los componentes principales de esta alimentación reconocida como patrimonio inmaterial por la UNESCO (Imagen Ilustrativa Infobae) La doctora Liliana Papalia (MN 114921), médica especialista en nutrición UBA, de la Universidad Favaloro, diplomada en Sexualidad y Neurociencias por la Universidad de Rosario explicó a Infobae: “El intestino y el cerebro están profundamente conectados a través del eje intestino-cerebro, una red de comunicación que involucra señales nerviosas, hormonales y químicas. Las bacterias intestinales desempeñan un papel crucial en esta conexión porque producen compuestos como neurotransmisores (serotonina, dopamina) y ácidos grasos de cadena corta, que influyen directamente en el funcionamiento cerebral". Por otro lado, la autora principal de la investigación, la doctora Rebecca Solch-Ottaiano, instructora de investigación en neurología en el Centro de Investigación de Neurociencia Clínica de Tulane, dijo: “Sabíamos que lo que comemos afecta la función cerebral, pero este estudio explora cómo podría estar sucediendo eso”. Y agregó: “Nuestros hallazgos sugieren que las elecciones dietéticas pueden influir en el rendimiento cognitivo al remodelar el microbioma intestinal“. Cambios biológicos derivados de este estilo alimentario podrían optimizar habilidades cognitivas, aunque se necesitan estudios ampliados en humanos (Imagen Ilustrativa Infobae) La doctora Papalia explicó que un microbioma equilibrado “favorece la reducción de la inflamación, mejora la salud neuronal y potencia funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje. Sin embargo, para que estos beneficios sean efectivos, es fundamental acompañar la alimentación con una buena calidad de vida: vínculos sanos, amor, descanso reparador y actividades que aporten placer y relajación". La doctora Anna Bach, nutricionista y directora del máster universitario de Nutrición y Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) explicó en un artículo en esa universidad: “La dieta mediterránea es mucho más que una forma de alimentarse: comparándola con los platos o las pirámides alimentarias de los cinco continentes, se ha observado cómo sus pautas son las únicas que incorporan recomendaciones alimentarias claras y hacen alusión a la actividad física, a los factores socioculturales y económicos y al medio ambiente”, explicó. En este sentido, la nutricionista destacó de este modo de alimentación la preferencia por los alimentos de temporada, frescos y poco procesados; el descanso adecuado durante el día (siesta) y la noche; la moderación de las porciones, y la socialización en las comidas, que se ha demostrado que reduce la obesidad y favorece la salud. La doctora Papalia afirmó que la dieta mediterránea tiene múltiples beneficios para el cerebro y la salud en general. “Los alimentos característicos de esta dieta —como el aceite de oliva, los pescados ricos en omega-3, las frutas, las verduras y los cereales integrales— aportan antioxidantes, grasas saludables y fibra, que protegen las neuronas del daño oxidativo y promueven un flujo sanguíneo óptimo al cerebro". Científicos determinaron que consumir alimentos de la dieta mediterránea ayuda a optimizar la memoria de trabajo y la capacidad de adaptación a nueva información (Imagen Ilustrativa Infobae) Además, completó, “como ya se dijo, este patrón alimenticio fomenta un microbioma intestinal diverso y equilibrado, lo que se traduce en una mejor memoria, mayor flexibilidad cognitiva (capacidad de adaptarse a nueva información) y una memoria de trabajo más eficiente”. No obstante, aclaró la experta, el impacto positivo de la dieta mediterránea es más potente cuando forma parte de un estilo de vida que también incluye movimiento regular, actividades placenteras, descanso suficiente y tiempo de ocio para relajar la mente". Qué descubrió el nuevo estudio sobre la dieta mediterránea Estudios asocian mayor ingestión de aceite de oliva con menor riesgo de mortalidad por demencia (Imagen Ilustrativa Infobae) Esta investigación es la primera en evaluar los efectos de ese estilo de alimentación sobre la microbiota y los resultados de la función cognitiva en relación con la dieta occidental en un modelo de roedores. La nueva investigación se realizó en ratas, las cuales fueron alimentadas con una dieta de estilo mediterráneo rica en aceite de oliva, pescado y fibra durante 14 semanas. Luego, los científicos encontraron aumentos en cuatro tipos beneficiosos de bacterias intestinales y disminuciones en otros cinco en comparación con las ratas que consumieron una dieta occidental rica en grasas saturadas. Estos cambios bacterianos se vincularon con un mejor desempeño en desafíos de laberintos diseñados para probar la memoria y el aprendizaje. Los investigadores observaron que los niveles más elevados de bacterias como Candidatus Saccharimonas se asociaron con un mejor rendimiento cognitivo, mientras que unos niveles elevados de otras bacterias, como Bifidobacterium, se correlacionaron con una peor función de la memoria. La dieta mediterránea podría optimizar el rendimiento académico al beneficiar cognición y memoria (Imagen Ilustrativa Infobae) El grupo que siguió la dieta mediterránea también mostró una mayor flexibilidad cognitiva (la capacidad de adaptarse a nueva información) y una mejor memoria de trabajo en comparación con el grupo que siguió la dieta occidental. También mantuvieron niveles más bajos de colesterol LDL, llamado coloquialmente colesterol “malo” porque en cantidades excesivas causa placas en las arterias. “Nuestros hallazgos sugieren que la dieta mediterránea o sus efectos biológicos podrían aprovecharse para mejorar el rendimiento escolar en adolescentes o el rendimiento laboral en adultos jóvenes “, afirmó el autor correspondiente, el doctor Demetrius M. Maraganore, presidente de Neurociencias Herbert J. Harvey, Jr. Y añadió: “Si bien estos hallazgos se basan en modelos animales, reflejan estudios humanos que vinculan la dieta mediterránea con una mejor memoria y un menor riesgo de demencia”. Los investigadores afirmaron que se precisan estudios más amplios en humanos para confirmar estos efectos y comprender mejor la relación entre la dieta, las bacterias intestinales y la función cerebral en los jóvenes. El estudio de la Universidad de Tulane, realizado en ratones, ha revelado cómo este tipo de alimentación influye en el equilibrio bacteriano del intestino y mejora procesos mentales (Imagen ilustrativa Infobae) Según la doctora Papalia, “debemos pensar en la Nutrición como una integración más amplia de bienestar, además de cuidar lo que comemos y adoptar un patrón de alimentación equilibrado, como la dieta mediterránea, que priorice el consumo de aceite de oliva, pescados, frutas, verduras y cereales integrales, reduciendo carnes procesadas y alimentos ultra procesados, la clave para tener un cerebro y un cuerpo sano está en construir una buena calidad de vida en general. Y completó: “Cuidar el cerebro empieza por nutrir el cuerpo, pero no solo con alimentos, sino fomentando vínculos sanos, cultivando el amor en las relaciones, priorizando el descanso reparador, buscando actividades que aporten placer y dedicando tiempo al ocio. No olvidemos incluir movimiento regular y trabajo muscular como parte de la rutina". En línea con estos hallazgos, un estudio publicado en JAMA Network Open dirigido por especialistas de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard comprobó que el consumo diario de aceite de oliva, alimento fundamental de la dieta mediterránea, se asociaba a un menor riesgo de morir por demencia. El estudio halló que consumir al menos media cucharada de aceite de oliva al día se asociaba a un riesgo un 28% menor de morir por demencia, en comparación con quienes nunca o rara vez consumían este alimento. La dieta mediterránea combina alimentos frescos, ejercicio y costumbres culturales como parte integral de su impacto saludable (Imagen ilustrativa Infobae) Los alimentos clave de la dieta mediterránea Los componentes básicos de este estilo de alimentación son: El aceite de oliva como principal fuente de grasa Abundancia en verduras, frutas y cereales integrales. Pescado azul y proteínas magras. Los principales pescados azules son la anchoa, boquerón, arenque, anguila, atún, jurel, salmón, salmonete, sardina y caballa. Carne roja y grasas saturadas: consumo limitado Alta ingesta de fibra procedente de diversas fuentes vegetales. Consumo de frutos secos, como las nueces. 10 beneficios de la dieta mediterránea Más allá de ser reconocida como patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO, la dieta mediterránea tiene numerosos beneficios para la salud. La doctora Bach destacó diez beneficios de esta dieta: La dieta mediterránea tiene un efecto protector contra las enfermedades asociadas a la edad (Imagen Ilustrativa Infobae) 1. Mejora la esperanza de vida. Reduce en un 9 % la mortalidad y el riesgo de mortalidad en personas con sobrepeso u obesidad. 2. Disminuye el envejecimiento prematuro de las células. La capacidad antioxidante de la dieta mediterránea puede ayudar a combatir el estrés celular y a conservar la longitud de los telómeros. 3. Puede prevenir las enfermedades cardiovasculares. Gracias a la baja composición en grasas saturadas y al elevado contenido en grasas saludables, como el aceite de oliva. 4. Reduce la obesidad y el síndrome metabólico en personas sanas o en riesgo. La dieta mediterránea contribuye a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. 5. Tiene un efecto protector contra las enfermedades asociadas a la edad. Como las patologías neurodegenerativas y el deterioro cognitivo. Adenás de ser patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO, la dieta mediterránea tiene numerosos beneficios para la salud (Imagen Ilustrativa Infobae) 6. Disminuye la incidencia de diabetes tipo 2. Una alimentación rica en hidratos de carbono y aceite de oliva hace que los niveles de glucosa de nuestro cuerpo se regulen. 7. Es beneficiosa para el sistema inmunitario. Por sus micronutrientes, como las vitaminas (D, B, C), los minerales (selenio, magnesio) y el omega-3 del pescado. 8. Mejora la salud de los huesos. Tiene un papel clave en el mantenimiento de la masa ósea y la prevención de fracturas óseas. 9. Favorece el bienestar físico. Consumir alimentos de base vegetal de temporada, frescos y poco procesados y hacer ejercicio físico contribuye a un estilo de vida saludable. 10. Ayuda a mantener equilibrada la microbiota intestinal. Gracias al alto contenido en fibra de los alimentos y la presencia de probióticos naturales.
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