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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/01/2025 18:51
El Crystal Palace representa una constante en la vida de Wyman Bill Wyman, conocido mundialmente como el bajista original de los Rolling Stones, guarda en su corazón un lugar especial para el Crystal Palace, el club de fútbol al que siguió apasionadamente desde los 10 años. Más allá de la música, su vínculo con el equipo del sur de Londres es una constante que definió su vida, mezclando recuerdos de la infancia con anécdotas íntimas y momentos históricos en el fútbol inglés, informa FourFourTwo. El inicio de una pasión El 19 de octubre de 1946 marcó el comienzo de una devoción que duraría toda su vida. Con motivo de su cumpleaños, asistió a su primer partido en Selhurst Park, donde el Crystal Palace enfrentó al Nottingham Forest. Era la primera temporada tras la Segunda Guerra Mundial, y el equipo jugaba en la Tercera División Sur. Aquel día presenció fútbol, escuchando hablar de Peter Simpson, un goleador escocés que dejó huella en el club y cuya historia fue una de las primeras que su padre le compartió. En la posguerra, Wyman encontró refugio en el fútbol. Cuando el equipo principal jugaba fuera de casa, asistía a los partidos del equipo reserva. Caminaba desde su hogar en Penge con tan solo seis peniques en el bolsillo. A veces, con amigos, visitaba otros estadios, como el de Charlton Athletic, donde tuvo la oportunidad de ver a leyendas como Len Shackleton y Stanley Matthews. En cuanto a Shackleton, recuerda un truco único: golpear el balón contra el banderín de esquina, un gesto tan insólito como inolvidable. Ídolos y amistades en el fútbol Ian Wright se convirtió en uno de sus amigos cercanos (REUTERS) Wyman creció admirando a jugadores como Terry Long, un defensor que jugó durante 12 temporadas sin jamás tener un mal partido, según su juicio. En una carta que le envió años antes de su muerte, pudo conocer detalles de su tiempo en el club. También destacó figuras como Johnny Byrne, Steve Kember y Don Rogers, este último un extremo capaz de recorrer todo el campo para anotar. Con el paso de los años, su relación con el Crystal Palace trascendió lo que sucede en la cancha. Forjó amistades con figuras como Steve Coppell, entrenador icónico del club, y jugadores legendarios como Ian Wright, Mark Bright y Andy Gray, a quienes solía llevar a explorar la vida nocturna de Londres. En el palco de directores, compartió momentos con Ron Noades, mientras que su amistad con Roy Hodgson, entrenador del club y de la selección inglesa, se mantiene hasta hoy. Fútbol y sacrificios El compromiso de Wyman con el Crystal Palace llegó incluso a afectar sus compromisos musicales. En 1990, mientras ensayaba con los Rolling Stones en Ámsterdam para la gira Urban Jungle, fingió un dolor de muelas para regresar a Londres y asistir a la histórica final de la FA Cup, donde su equipo empató 3-3 contra el Manchester United. Aunque no pudo presenciar el partido de desempate, su lealtad quedó demostrada. Para él, Selhurst Park es más que un estadio. Su ambiente compacto y la pasión de los aficionados lo convierten en un lugar único, donde Wyman encuentra un sentido de pertenencia (REUTERS) Para él, Selhurst Park es más que un estadio. Su ambiente compacto y la pasión de los aficionados lo convierten en un lugar único, donde Wyman encuentra un sentido de pertenencia. El impacto del pasado y del presente Los recuerdos de Wyman están marcados tanto por las rivalidades como por los momentos difíciles. Durante décadas, Millwall fue el enemigo natural del Crystal Palace. La atmósfera hostil obligaba a los aficionados del Palace a mantenerse en silencio, incluso ganando por amplio margen. Más recientemente, Brighton emergió como un rival destacado, cambiando parcialmente la dinámica. Festeja el Crystal Palace contra el Southampton en la Premiar, o sea festeja Bill (REUTERS) Sin embargo, pocos episodios fueron tan frustrantes como la temporada 1990-91. A pesar de haber terminado terceros en la liga, el Crystal Palace no pudo participar en competencias europeas debido a las restricciones impuestas tras la tragedia de Heysel. A pesar de los altibajos, Wyman sigue encontrando inspiración en jugadores actuales como Eberechi Eze, a quien describe como “increíble”. También recuerda con cariño a James McCarthy, con quien compartió un emotivo momento antes de su retiro, y a Jason Puncheon, el favorito de su hija. Entre dos mundos: música y fútbol No todos los Rolling Stones compartieron el interés de Wyman por el fútbol (Grosby) Aunque su vida siempre estuvo marcada por la música, Wyman encuentra en el fútbol una conexión igualmente poderosa. Posee objetos de incalculable valor sentimental, como las botas de Ian Wright y la camiseta de Mark Bright tras el empate épico con el Manchester United en la FA Cup. Sin embargo, no todos los Rolling Stones compartieron su fervor futbolístico. Mick Jagger y Charlie Watts eran más aficionados al cricket, aunque Jagger desarrolló cierta fama de gafe por apoyar equipos que solían perder. El legado del Crystal Palace Para Bill Wyman, el Crystal Palace representa algo más que un club de fútbol. Es una conexión constante entre su pasado y su presente, un refugio de emociones y recuerdos. Desde las caminatas con seis peniques en el bolsillo hasta su lugar privilegiado en el palco de directores, su historia con el club refleja una pasión auténtica que nunca fue eclipsada por la fama ni los escenarios mundiales.
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