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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/01/2025 16:46
¿Para qué sirve la entrada en calor y cómo hacerla correctamente? Para quienes disfrutan del running, el gimnasio o cualquier tipo de deporte, la entrada en calor puede parecer un trámite innecesario, especialmente cuando el tiempo apremia o las ganas de empezar son apremiantes. Sin embargo, omitir este paso esencial puede tener consecuencias graves tanto para el rendimiento como para la salud. Desde la prevención de lesiones hasta la mejora en la capacidad de concentración, este proceso no solo prepara el cuerpo, sino también la mente para la actividad física. Según afirmó en sus columnas de Infobae Santiago García, maratonista y autor de “Correr para vivir, vivir para correr”, “gran parte de los problemas que tiene un corredor surgen de estos descuidos y subestimaciones” relacionados con el calentamiento. Con una adecuada entrada en calor, se logra conectar cuerpo y mente, optimizando el desempeño y aumentando la seguridad de cada movimiento. Por eso es importante tener en cuenta cuáles son los beneficios del calentamiento, los consejos prácticos para implementarlo correctamente y cómo complementar la actividad con elongaciones posteriores que alivien tensiones musculares y contribuyan a un mejor estado físico general. Para qué sirve la entrada en calor La entrada en calor conecta el cuerpo y la mente para optimizar el rendimiento físico La entrada en calor no es solo un ejercicio previo; es la base para garantizar que el cuerpo esté listo para soportar las exigencias físicas de un entrenamiento o competencia. Este proceso aumenta gradualmente la temperatura corporal, mejora la circulación sanguínea y eleva la frecuencia cardíaca de forma controlada, lo que facilita el envío de oxígeno y nutrientes esenciales a los músculos que estarán en acción. Entre los principales beneficios del calentamiento, se destaca la activación del sistema nervioso, lo cual mejora la coordinación muscular y permite realizar movimientos más precisos y controlados. Además, al preparar los músculos y articulaciones, se reduce el riesgo de lesiones comunes como desgarros o torceduras. Según un informe de la Sociedad Argentina de Cardiología, “el calentamiento ayuda a evitar picos repentinos de la frecuencia cardíaca, lo que puede ser perjudicial para el corazón, especialmente en personas con enfermedades cardíacas”. Más allá de lo físico, el calentamiento también es crucial para el bienestar mental. Durante este proceso, el atleta tiene la oportunidad de conectar con su cuerpo, evaluar cómo se siente y prepararse psicológicamente para el desafío que se avecina. Este enfoque mejora la concentración y, como menciona García, “hacer foco en esto también es una parte fundamental del entrenamiento”. Consejos para hacer una buena entrada en calor Un calentamiento adecuado disminuye el riesgo de lesiones musculares y articulares Una entrada en calor eficaz no requiere una inversión significativa de tiempo, pero sí atención a ciertos aspectos clave. Según García, un corredor debería comenzar con un trote suave de entre 10 y 15 minutos, seguido de movimientos articulares y una ligera elongación para activar los principales grupos musculares. En climas fríos, el calentamiento debe ser más largo e intenso, mientras que en épocas calurosas, es suficiente con una rutina más breve y suave para evitar el sobrecalentamiento. Además, es importante adaptar el calentamiento a la actividad que se realizará: un corredor que participará en una carrera de corta distancia debe incluir ejercicios dinámicos como estiradas o aceleraciones, mientras que quienes corren distancias largas pueden optar por un ritmo más relajado. Es crucial no saltear este paso incluso cuando el tiempo es limitado. Evitar el calentamiento puede llevar a lesiones, fatiga prematura y un bajo rendimiento. Un cuerpo no preparado tiende a soportar peor las cargas físicas, lo que puede derivar en molestias musculares o falta de oxigenación adecuada. ¿Cómo elongar después de realizar actividad física? Según la Sociedad Argentina de Cardiología, el calentamiento previene picos cardíacos bruscos (AFP PHOTO) Una vez finalizada la actividad física, la elongación es tan importante como el calentamiento inicial. Los estiramientos posteriores no solo ayudan a prevenir lesiones, sino que también reducen la tensión muscular, mejoran la flexibilidad y promueven una recuperación más rápida. Según Lynn Millar, miembro del Colegio Americano de Medicina Deportiva, “a medida que envejecemos, perdemos fluidez y flexibilidad en las articulaciones y en los músculos”, por lo que estirar después del ejercicio es esencial para mantener estas capacidades. Las zonas clave a trabajar incluyen los cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y la espalda baja, todos ellos afectados por el impacto del ejercicio. Los estiramientos deben realizarse de manera lenta y controlada, sin forzar el rango de movimiento. Es recomendable mantener cada postura durante al menos 20 a 30 segundos y repetir los ejercicios de ser necesario. Esta práctica no solo contribuye al alivio del estrés físico acumulado, sino que también calma la mente, lo que resulta en un estado de bienestar general. La entrada en calor no es un lujo ni un paso opcional; es una herramienta indispensable para disfrutar del deporte de manera segura y eficiente. Complementar esta rutina con una adecuada elongación posterior asegura una experiencia deportiva más completa, reduciendo riesgos y mejorando el rendimiento en cada sesión. Al incorporar estas prácticas, el cuerpo y la mente estarán siempre listos para dar lo mejor en cada desafío físico.
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