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  • La casta somos todos: jubilados y trabajadores soportaron casi 55% del ajuste del gasto público en 2024

    » Misionesparatodos

    Fecha: 10/01/2025 16:22

    Más de la mitad del recorte fiscal recayó en personas, mientras que la obra pública y los subsidios también sufrieron fuertes reducciones. El Gobierno recortó el gasto público 27% en 2024 y más de la mitad del ajuste recayó en el ingreso directo o indirecto de las personas. Aunque el presidente Javier Milei repita que la motosierra rebanó privilegios de “la casta”, casi 56% de la reducción del gasto del año que culminó recayó en jubilaciones y pensiones, salarios, subsidios a la energía, programas sociales y asignaciones familiares (salvo la AUH). La información surge de datos oficiales disponibles hasta el 27 de diciembre que relevó la consultora Analytica, que monitorea de forma permanente la evolución del gasto público. El gasto primario devengado (es decir, aquel que ya tiene un compromiso de pago, aunque todavía no haya salido el dinero de la caja del Estado) totalizó 95,7 billones de pesos en 2024, en valores constantes (es decir, descontada la inflación). A precios de diciembre, el Tesoro había gastado $130,7 billones durante 2023. La diferencia entre el “devengado” y el “base caja” (gasto efectivamente pagado) es relevante, sobre todo en el cambio de año. Economía difunde, cada mes, el resultado fiscal en función del dinero que entra y sale. Por eso, el número final que informe el ministerio de Luis Caputo en la segunda quincena de este mes puede mostrar un recorte de gastos más abultado. Más allá de estas consideraciones técnicas, más de la mitad del esfuerzo fiscal recayó en las personas y no en “la casta”. Los pagos por jubilaciones y pensiones -el principal gasto que tiene la administración pública nacional, con una participación del 36% sobre el total de erogaciones- cayeron 14% interanual, en términos reales. Las jubilaciones recortaron la caída, que llegaba al 30% real, a partir del cambio de fórmula de indexación. Con la actualización mensual por IPC desde abril, el poder adquisitivo comenzó a mejorar ante la baja de la inflación. Por eso, Caputo repite que los jubilados ganan más que antes. Omite decir que el bono que cobran más de la mitad de los jubilados quedó congelado desde marzo de 2024 en $70.000. Ahí reside la principal licuación de los ingresos de los adultos mayores. Es lo que le permite al Tesoro seguir ajustando el gasto en jubilaciones. En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos. En diciembre de 2024, el gasto interanual creció 20%, aunque comparado contra el peor mes de la crisis, con una inflación de más de 25% e ingresos que no se habían actualizado a ese ritmo. En el futuro, el ajuste se ralentizará y estará atado a la licuación del bono. El pago de salarios al sector público de la administración nacional cayó 20% en todo 2024, en línea con la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores del Estado. El gasto en personal significa casi 15% de las erogaciones. La caída continuó en diciembre a pesar de ciertas recomposiciones de haberes. Los salarios del sector público sufrieron una baja de 19,4% interanual en el último mes del año, siempre descontada la inflación. El Ejecutivo recortó 37% los subsidios económicos -principalmente a las facturas de energía-. Profundizó el ajuste que había iniciado la gestión de Alberto Fernández con Sergio Massa como ministro de Economía a fines de 2022. Además de los fuertes aumentos de tarifas, sobresalieron la eliminación del fondo compensador para subsidiar el transporte público fuera del área metropolitana y, en la segunda mitad del año, el traspaso de las líneas de colectivo de la Ciudad de Buenos Aires a la administración de Jorge Macri. Entre transporte y energía, el Estado destina, aproximadamente, 10% de su gasto público a subsidios, según estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) con datos acumulados a noviembre. Las partidas presupuestarias destinadas a distintos programas sociales significan 10,5% del gasto total y se recortaron 41% en 2024. El ajuste tuvo distintas instancias. A comienzos de año, el Gobierno desenganchó los planes Potenciar Trabajo (rebrandeados) de la evolución del Salario Mínimo Vital y Móvil y congeló los montos. En cambio, en 2024 los montos destinados al pago de asignaciones crecieron en términos reales un 8%, por el incremento del 200% en la AUH que dispuso el Gobierno en diciembre de 2023, como paliativo a la fuerte devaluación, la suba de tarifas y la liberalización de precios. La AUH y la tarjeta Alimentar crecieron en términos reales, pero las asignaciones familiares que perciben trabajadores en relación de dependencia y monotributistas pasaron por la licuadora. ¿Y la casta? Los rubros por los que el Gobierno pasó la motosierra fueron la obra pública y las transferencias a provincias (tanto para obras como para gastos corrientes). Esto sería “la casta”, en términos del presidente. En conjunto, representan el 4,3% del gasto primario total. Según los cálculos de Analytica, estas partidas presupuestarias soportaron un tercio del ajuste total. La obra pública cayó a niveles exiguos, El Gobierno redujo el gasto 76% en términos reales. Frenó casi 8 de cada 10 pesos que destina a infraestructura, caminos y otros gastos de capital. Según el informe del INDEC sobre la construcción, la actividad acumuló una caída del 28,5% interanual entre enero y noviembre. Los materiales directamente vinculados a la obra pública sufrieron caídas mayores. El asfalto, por ejemplo, cayó 44%. El empleo registrado se redujo un 14,1% hasta octubre. Las transferencias no automáticas a las provincias se cortaron de cuajo, pero significan 1,7% del gasto total. Según los datos que relevó Analytica, cayeron 69% durante 2024. Hubo poquísimas excepciones a la motosierra. Gobernadores que acompañaron políticamente al Ejecutivo Nacional en algunas instancias legislativas recibieron partidas presupuestarias puntuales. En 2025, el Gobierno aspira a mantener el superávit fiscal por cierta recomposición de los ingresos, atados a una mejora en la actividad económica. No contará con el Impuesto PAIS, que le representó casi 1% del PBI en recaudación el año pasado. La licuación de jubilaciones podrá seguir si no se ajusta el bono que cobran los ingresos más bajos, pero ya no queda margen para recortar obras ni transferencias. Los ingresos de trabajadores del sector público quedarán atados a la política antiinflacionaria que blanqueó el Gobierno días atrás, al defender una paritaria (engañosa) con Camioneros a tono con la inflación esperada. En ese contexto, el agro pide acelerar una baja de retenciones que mejore la rentabilidad de los productores. Por Esteban Rafele-Cenital

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