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  • Los sí y los no del alcohol: beber con moderación siempre y la advertencia de los expertos sobre los efectos del consumo excesivo

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 10/01/2025 14:44

    En los últimos años, creció la evidencia científica sobre los efectos del alcohol en el organismo y estudios recientes analizan si incluso el consumo moderado supone algún grado de riesgo para la salud (Imagen Ilustrativa Infobae) Hace pocos días, el debate sobre los efectos del alcohol en la salud volvió a encenderse tras las declaraciones del Cirujano General de los Estados Unidos, el doctor Vivek H. Murthy, quien solicitó la actualización de las etiquetas de advertencia sanitaria en las bebidas alcohólicas por la posibilidad de elevar el riesgo de cáncer, vinculado a la ingesta excesiva. Hasta hoy el paradigma científico alrededor del vino establecía que el alcohol consumido con moderación puede reducir el daño cardiovascular, según sugieren distintos estudios. Del otro lado del mostrador, la idea es clara y no admite tanto debate: el consumo excesivo de vino y alcohol en general -cada tipo de bebida según su graduación alcohólica tendrá su propia consideración- siempre es perjudicial, con efectos graves como daño hepático, problemas cardíacos o mayor riesgo de cáncer. Desde hace miles de años, el consumo de bebidas fermentadas forma parte de la historia humana y protagoniza un intenso debate sobre sus beneficios y riesgos para la salud. En América Latina, una de las regiones con mayor consumo per cápita de alcohol, se han identificado riesgos elevados de cáncer y enfermedades cardiovasculares relacionadas con el abuso prolongado de bebidas alcohólicas (Imagen ilustrativa Infobae) El alcohol tiene una naturaleza dual que radica en su componente activo, el etanol, una molécula que genera múltiples efectos en el cuerpo humano, las bebidas alcohólicas puede convertirse en un tónico o en un tóxico, y los expertos coinciden en que la clave está en la dosis, en la cantidad de la ingesta. El consumo moderado suele definirse en el límite de una o dos copas al día para los hombres y no más de una copa al día (5 onzas ó 150ml) para las mujeres. Esta es la definición utilizada por las Guías Alimentarias de Estados Unidos 2020-2025, que serán actualizadas este año. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en un informe de 2023 que incluso cantidades bajas de alcohol “pueden suponer riesgos para la salud”. No obstante, subrayó que “la mayor parte de los daños asociados al alcohol se derivan de episodios de consumo excesivo o de un consumo prolongado e intenso”. Investigaciones recientes sugieren que el consumo moderado de vino tinto podría estar vinculado a una reducción en el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos mayores de 40 años, según análisis publicado en The Lancet en 2022 (Imagen Ilustrativa Infobae) Como el beber una copa de vino también está vinculada al placer, al encuentro en familia o con amigos y a las recompensas emocionales de la interacción social, la clave está en el equilibrio. Un poco de vino tinto podría ser una opción saludable y enriquecedora en el marco de un estilo de vida equilibrado que priorice el bienestar físico y emocional, siempre que se consuma de manera responsable y se mantenga dentro de los límites recomendados. Los efectos del vino en la salud el corazón El cardiólogo René Favaloro, reconocido en el mundo por realizar el primer bypass coronario, fue uno de los primeros en afirmar que un vaso de vino al día podía ser bueno para la salud del corazón. Según postulaba, una copa diaria protegía la función del sistema cardiovascular. En los últimos años, se publicaron diversos estudios en sintonía con el postulado del cardiólogo argentino, sobre los efectos del consumo moderado de alcohol en la salud cardiovascular. Uno de los más destacados es el análisis de 2022 publicado en la prestigiosa revista The Lancet, realizado dentro del Estudio de la Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo (Global Burden of Disease). El resveratrol, un antioxidante presente en la piel de las uvas utilizadas para elaborar vino tinto, ha demostrado propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden beneficiar al sistema cardiovascular (Imagen Ilustrativa Infobae) La investigación encontró que el consumo moderado de alcohol se vincula con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos mayores de 40 años. Como se dijo, este tipo de consumo moderado se define generalmente como una o dos copas de vino al día para los hombres, y una copa para las mujeres. “El consumo de una pequeña cantidad de alcohol para las personas de este grupo de edad (mayores de 40 años) puede proporcionar algunos beneficios para la salud, como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y diabetes”, dijeron los autores del estudio. Otros estudios indican que el consumo moderado de alcohol puede reducir los niveles promedio de azúcar en sangre y disminuir el riesgo de desarrollar diabetes. Este efecto podría ser una de las razones detrás de los beneficios cardioprotectores asociados al consumo moderado, dado que la diabetes es un factor de riesgo reconocido para las enfermedades cardiovasculares. Laura Catena, es doctora en Biología y Medicina formada en la Universidad de Harvard y Stanford. Vitivinicultora de cuarta generación y directora general de la reconocida Bodega Catena Zapata Consumo moderado vs. consumo excesivo En uno de los puntos del debate, se alza la voz de la doctora en Biología y Medicina formada en la Universidad de Harvard y Stanford, Laura Catena, vitivinicultora de cuarta generación y directora general de la reconocida Bodega Catena Zapata. Con la mirada fogueada por largos años trabajando en centros de salud, ya que durante tres décadas ejerció como médica de emergencias del Centro Médico de San Francisco, en California, Catena relevó a Infobae diversos estudios que indagan en los efectos beneficios para la salud cardiovascular del consumo moderado de alcohol. Catena postula que el consumo excesivo de alcohol es innegablemente perjudicial, pero que esto no debe perder de vista la evidencia acumulada respecto a ”los estudios sobre la dieta mediterránea, que incluye un consumo moderado de vino y se vincula a posibles reducciones en los riesgos de enfermedades cardíacas, demencia y cáncer”. Estudios observacionales indican que el vino tinto podría contribuir a disminuir la formación de placas arteriales y los niveles de colesterol LDL, favoreciendo la salud del corazón en quienes lo consumen moderadamente (Imagen Ilustrativa Infobae) El debate llegó a lo más alto cuando la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM, por sus siglas en inglés) publicó en diciembre de 2024 el estudio Review of Evidence on Alcohol and Health (2025), elaborado por 14 destacados investigadores de Estados Unidos, todos afiliados a las principales facultades de medicina y departamentos de salud pública del país. El informe, solicitado por el Congreso de EEUU, tiene como objetivo servir de base para la próxima edición de las Guías Alimentarias para los Estadounidenses. El comité examinó la evidencia sobre la relación entre el consumo moderado de alcohol y ocho resultados de salud específicos, entre ellos las enfermedades cardiovasculares, la mortalidad por todas las causas y ciertos tipos de cáncer. El alcohol tiene una naturaleza dual que radica en su componente activo, el etanol, una molécula que genera múltiples efectos en el cuerpo humano (Imagen Ilustrativa Infobae) El informe de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU concluyó “con una certeza moderada que, en comparación con no consumir nunca alcohol, el consumo moderado de alcohol se asocia a una menor mortalidad por todas las causas, que se refiere al número total de muertes en una población por cualquier motivo”. El alcohol y el riesgo de cáncer El alcohol es una sustancia presente en la vida cotidiana de muchas personas en América Latina, región que registra uno de los mayores consumos per cápita a nivel mundial. Por eso es tan importante destacar que el consumo excesivo y prolongado de alcohol aumenta significativamente la probabilidad de padecer diversos tipos de cáncer, como los de hígado, mama, esófago, colorrectal, cavidad oral y faringe, y laringe; así como enfermedades cardiovasculares, trastornos de salud mental y accidentes cerebrovasculares. En dosis elevadas, el alcohol actúa como un carcinógeno. Cuando se bebe en exceso, el hígado sobrepasa su capacidad para metabolizarlo, lo que dificulta la eliminación de subproductos dañinos como el acetaldehído, un compuesto que puede contribuir al desarrollo de enfermedades graves. La revisión de JAMA Network en 2023 encontró que el aumento en el riesgo de mortalidad relacionado con el alcohol se observa a partir de 1,8 bebidas diarias en mujeres y 3,2 en hombres, cifras superiores a las recomendaciones internacionales (Imagen Ilustrativa Infobae) El último estudio de la Universidad de Oxford, publicado esta semana en Nature Communications, asegura que el consumo de alcohol aumenta significativamente el riesgo de cáncer colorrectal. Basado en datos de más de 542,000 mujeres seguidas durante 16 años, el análisis reveló que cada 20 g/día de alcohol incrementa el riesgo en un 15%. En definitiva, el consumo problemático aumenta siempre el riesgo de patologías oncológicas, en cuanto la ingesta moderada, la evidencia no parece ser concluyente. Respecto a los riesgos oncológicos, el informe de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU publicado en diciembre de 2024 evaluó la relación entre el consumo moderado de alcohol y el riesgo de diferentes tipos de cáncer, con distintos niveles de certeza. Desde hace miles de años, el consumo de bebidas fermentadas ha sido parte de la historia humana, un hábito que ha generado intensos debates sobre sus potenciales beneficios y riesgos para la salud, con opiniones divididas entre moderación y exceso (Imagen Ilustrativa Infobae) Concluyó, con certeza moderada, “que las mujeres que consumen alcohol de manera moderada presentan un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama en comparación con quienes nunca han bebido alcohol”. Si una persona tiene un riesgo durante su vida de un 10% de desarrollar este tipo de cáncer, el riesgo podría incrementarse al 11% en las consumidoras moderadas de alcohol. En cuanto al cáncer colorrectal, el informe de la Academia Nacional de Ciencias indicó que no se encontraron evidencias suficientes para establecer conclusiones claras sobre el riesgo de cáncer colorrectal al comparar consumidores moderados con aquellos que nunca han bebido alcohol. Tampoco se pudo confirmar una relación entre el consumo moderado de alcohol y otros tipos de cáncer, como los de la cavidad oral, faringe, esófago o laringe. “Me preocupa que la desinformación sobre los verdaderos riesgos del consumo de alcohol entre leve y moderado pueda llevar a las personas a renunciar innecesariamente a algo que proporciona placer y que no está demostrado que sea dañino”, señaló Catena en declaraciones al medio estadounidense Seven Fifty Daily. El Congreso de Estados Unidos solicitó a la Academia Nacional de Ciencias un informe que analice la relación entre el consumo de alcohol y ocho resultados de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares y riesgo de cáncer (Imagen Ilustrativa Infobae) La médica y vitivinicultora destacó a Infobae, los resultados de una revisión publicada en JAMA Network en 2023, que no encontró daños estadísticamente significativos asociados al consumo moderado de alcohol. El estudio señala que el aumento en el riesgo de mortalidad relacionado con el alcohol comienza a observarse a partir de 1,8 bebidas diarias en mujeres y 3,2 en hombres, cifras que superan las recomendaciones establecidas por las guías de Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Los beneficios antioxidantes del resveratrol, un componente de las uvas El vino tinto es foco de investigaciones debido a la presencia de compuestos específicos que pueden influir positivamente en el sistema cardiovascular. Uno de los principales responsables de estos efectos es el resveratrol, un antioxidante que se encuentra en la piel de las uvas, especialmente en aquellas de color rojo o negro, de las cuales se elabora el vino tinto. El resveratrol es un poderoso antioxidante que se encuentra en algunas plantas y frutas, como las uvas y las bayas (Imagen Ilustrativa Infobae) Este compuesto demostró tener propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación en las arterias, un factor importante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Además del resveratrol, el vino tinto contiene flavonoides y taninos, que también han sido asociados con la mejora de la circulación sanguínea y la reducción del riesgo de coágulos. De acuerdo con varios estudios observacionales, el consumo moderado de vino tinto podría estar relacionado con una disminución en la formación de placas arteriales y una reducción en los niveles de colesterol LDL (llamado colesterol “malo”).

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