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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/01/2025 14:36
Rodolfo González del Solar y Sebastián Mederos junto a Marcela Tinayre e Ignacio Viale del Carril En el corazón de José Ignacio, entre la serenidad de sus playas y el murmullo constante del mar, se erige un espacio singular donde el arte cobra vida. “De nastias y tropismos” y “Talkative Trees”, la muestra presentada por el escultor argentino Rodolfo González del Solar y el artista plástico uruguayo Sebastián Mederos, invita a los visitantes a un recorrido que trasciende lo visual para sumergirse en lo sensorial. La exhibición, alojada en La Panadería, un icónico rincón de la zona, se convierte en un puente entre el mundo natural y la creación artística. A la presentación asistieron algunos de los integrantes de la familia Tinayre-Viale y Ana María Palacios, la madre del presidente de Paraguay, Santiago Peña, entre otros invitados. Rodolfo González del Solar El diálogo entre ambos artistas converge en piezas que evocan tanto la fragilidad como la fuerza del entorno que las rodea. En esta exposición, las obras exploran formas orgánicas, movimientos etéreos y una conexión íntima con la naturaleza, un tema profundamente resonante en un escenario tan cercano al océano. “La forma brota, se anima, respira, late, o crece respondiendo a estímulos de luz y viento”, reflexiona del Solar al detallar el espíritu de su propuesta. El sonido constante de las olas y el aroma salado del aire añaden una dimensión multisensorial a la muestra, intensificando la conexión entre las obras y el entorno. Abierta durante todo el mes de enero, con entrada libre y gratuita, la muestra acoge al público en un horario extenso (de 8 a 21 horas) que permite disfrutarla tanto a primera hora del día como al atardecer, cuando la luz del sol realza las texturas y los reflejos de las piezas. La obra de Rodolfo González del Solar Rodolfo González del Solar y Nacho Viale El arte de Rodolfo González del Solar emerge como una respuesta poética y contundente a las adversidades ambientales de nuestro tiempo. Desde su taller en Córdoba, Argentina, el escultor desarrolla obras que trascienden lo material, estableciendo un diálogo íntimo entre el hombre, la naturaleza y los elementos. Formado en las artes plásticas bajo la guía de destacados maestros como José María Suhurt, Marcela Aphalo, Jorge Demirgian, Antonio Pugia y Enio Lommi, González del Solar ha forjado una trayectoria que lo vincula profundamente con su entorno y su capacidad expresiva. Sus esculturas exploran formas fuertemente ligadas a la naturaleza, estableciendo analogías con el cuerpo humano y otras morfologías orgánicas. Esta sensibilidad le permite transformar materiales pesados, como el hierro, en livianas formas del viento, logrando una conexión entre lo terrenal y lo etéreo. Rodolfo González del Solar, Maria Marta Montemayor, Gary y Maria Eugenia Farrell (Prüne) “Siempre he trabajado con la naturaleza, puntualmente con los elementos. Ya que los veo como los temperamentos de la naturaleza”, explica el escultor, reflejando su compromiso con las emociones que estos materiales pueden evocar. En José Ignacio, sus piezas de la Serie Agaves y Pastizales encuentran un nuevo nivel de interacción con el espacio y el entorno costero. Los Vientos de esta última serie, por ejemplo, parecen bailar al ritmo de las brisas oceánicas, evocando la resiliencia y la transformación constante que define tanto a la naturaleza como a su obra. “En medio del caos hay belleza, ante la adversidad, hay resiliencia”, afirma González del Solar. Otro pilar central de su trayectoria es su colección de Móviles, esculturas ingrávidas que desafían las leyes de la gravedad y que han sido exhibidas internacionalmente. Estas piezas, seleccionadas para eventos como Art Miami, se destacan por su calidad etérea y parecen cobrar vida en el espacio de La Panadería, donde el sonido de las olas y la luz cambiante del entorno costero las enriquecen aún más. Guzmán Artagaveytia, Martina Ezcurra, Sebastián Mederos y Rodolfo González del Solar Para González del Solar, el arte no es solo una representación de la naturaleza, sino una invitación a replantear nuestra relación con ella. En el contexto de José Ignacio, sus esculturas encuentran un equilibrio único entre lo natural y lo construido, recordando a quienes las contemplan que, incluso en medio del caos, hay lugar para la belleza y la esperanza. Sebastián Mederos y su obra Sebastián Mederos, artista plástico nacido en Montevideo en 1965, brinda a este espacio “Talkative Trees”, un enfoque que combina técnicas clásicas y contemporáneas, impregnando sus obras de una profunda sensibilidad hacia los paisajes y las texturas que lo rodean. Ignacio Viale, Vicky Aguirre y Rodolfo González del Solar Formado en la Universidad de Bellas Artes de Montevideo y con una trayectoria enriquecida por talleres de destacados artistas como Manolo Lima, Nelson Ramos y Clever Lara, Mederos ha sabido desarrollar un lenguaje visual propio que dialoga con las emociones y la naturaleza. Sus obras, caracterizadas por su exploración de formas abstractas y su conexión con lo orgánico, encuentran en José Ignacio un entorno natural ideal, ya que sus piezas parecen absorber el entorno marítimo, reflejando la cercanía al océano tanto en su elección de colores como en los ritmos que evocan. Al recorrer las piezas de Mederos, el espectador no solo contempla el arte, sino que se encuentra inmerso en una experiencia donde la cercanía al mar y el entorno costero parecen dialogar con cada pincelada.
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