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» Data Chaco
Fecha: 10/01/2025 12:12
El caso de la desaparición forzada de Humberto Muñoz dio un importante paso en la búsqueda de justicia. El pasado 14 de diciembre, el Juzgado Federal de Resistencia elevó a juicio la causa que investiga su secuestro y desaparición, ocurrido en noviembre de 1976, en el contexto de la dictadura militar en Argentina. La causa está centrada en la imputación de Gabino Manader, Suboficial Mayor de la Policía del Chaco, quien es señalado como uno de los principales responsables de los hechos, enmarcando su accionar dentro del accionar sistemático del terrorismo de Estado. Muñoz, quien había trabajado como chofer del ex vicegobernador Alberto Torresagasti, fue secuestrado la madrugada del 26 de noviembre de 1976, en su domicilio en Barranqueras, donde vivía junto a su madre, su esposa y su pequeño hijo. Un grupo de al menos cuatro hombres armados y vestidos de civil, entre ellos Gabino Manader y su compañero José María Cardozo, irrumpieron en la vivienda, lo detuvieron, lo esposaron y lo trasladaron en uno de sus vehículos rumbo a Antequeras, siendo la última vez que se tuvo noticia de él con vida. Tras su secuestro, sus familiares realizaron intensas búsquedas en comisarías de Barranqueras y Resistencia, así como en la Dirección de Investigaciones, sin obtener respuestas sobre su paradero. La Fiscalía y las querellas plantearon que, al tratarse de una desaparición forzada, se debe tratar como acusación alternativa el delito de homicidio triplemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas. La causa, que podría llevarse a cabo en 2025, representa un avance crucial en la búsqueda de justicia para la víctima, su familia y la sociedad en general, al visibilizar los crímenes perpetrados por el Terrorismo de Estado durante la dictadura. Una víctima de la represión ilegal Humberto Muñoz provenía de una familia humilde y trabajadora; su madre Anselma Ocampo y su padre Aníbal Muñoz eran conocidos diarieros que trabajaban en el Puerto de Barranqueras. A temprana edad, Muñoz se involucró en la militancia política y fue un destacado integrante de la Juventud Peronista, en un contexto donde las fuerzas represivas del Estado perseguían sistemáticamente a quienes consideraban opositores políticos. En 1976, su secuestro no fue un hecho aislado, sino parte de una estrategia sistemática de represión y terrorismo de Estado que afectó a miles de ciudadanos argentinos. Muñoz había sido detenido ilegalmente en el pasado, en el Centro Clandestino de la Brigada de Investigaciones de Chaco, donde permaneció durante unos 60 días y fue víctima de torturas. Durante este tiempo, sufrió severos daños físicos y psicológicos que lo marcaron profundamente. La tortura y el abuso fueron prácticas sistemáticas aplicadas por los represores, como el propio Gabino Manader, quien tendría un papel destacado en el accionar represivo de la policía chaqueña. El rol de Gabino Manader en la Brigada de Investigaciones El nombre de Gabino Manader está estrechamente vinculado a la represión ilegal en Chaco. En el juicio Caballero I, llevado adelante en 2010, los jueces del Tribunal Oral Federal de Resistencia dejaron en claro el rol protagónico de Manader en la Brigada de Investigaciones, una de las fuerzas represivas más activas durante la dictadura. En la sentencia, se destacó que Manader, a pesar de su rango de Suboficial, jugó un papel clave en la ejecución de los operativos represivos, actuando con un grado de autonomía que lo convirtió en uno de los principales responsables de las torturas y detenciones ilegales. Los testimonios de las víctimas de la Brigada de Investigaciones describieron a Manader como un hombre con una personalidad autoritaria, que se encargaba tanto de interrogar a los detenidos como de golpearlos, utilizando incluso picana eléctrica. Su crueldad no solo se limitaba a los hombres detenidos, sino que también se extendía a las mujeres, a quienes sometió a abusos sexuales y otras formas de tortura. El historial de condenas de Manader El historial judicial de Gabino Manader es extenso. En 2010, fue condenado a 25 años de prisión en el juicio Caballero I por su responsabilidad en los tormentos agravados a 25 detenidos políticos. En 2018, recibió una nueva condena en el juicio Caballero II, también de 25 años, por torturas físicas y psíquicas, así como por la privación ilegal de la libertad y abuso sexual calificado a diez víctimas. En 2021, fue nuevamente condenado a 25 años en la causa Caballero 3 por privación ilegal de la libertad, torturas y violaciones a 22 detenidos, entre ellos dos niños. Manader también fue sentenciado a 14 años en 2022 en el juicio Conscriptos, por su implicación en 22 casos de tortura y privación ilegal de libertad. Además, sigue enfrentando acusaciones en causas recientes, como en Caballero IV, donde se lo procesa por privación ilegal de libertad y torturas contra ocho víctimas , y en la causa Ligas Agrarias II, donde es investigado por su responsabilidad en los tormentos y la privación ilegal de libertad de los sacerdotes Joaquín Núñez y Gianfranco Testa. Notas Relacionadas
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