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» LaVozdeMisiones
Fecha: 10/01/2025 01:47
La cineasta Fremdina Bianco rodará su segundo largometraje en Posadas, se llamará “Seré nadie” y tendrá actuaciones de un elenco misionero. “Con algunas ya he trabajado, con muchas he tenido mucho afecto, y es una historia que atraviesa tres generaciones: abuela, madre e hija”, detalló la realizadora a La Voz de Misiones. La productora Vecinas Cine que Bianco coordina junto a Luciano Pensa ganó el concurso que lanzó en 2024 el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (Iaavim) para financiar el 30 % de “Seré nadie”. “Es una convocatoria que me parece maravillosa”, sostuvo Bianco, una realizadora que milita los derechos de la mujer y el acceso a los sectores audiovisuales. “Muchas compañeras también trabajaron para que esto sea posible, y desde ese lugar se arma la película, no solo de las historias de las mujeres que para mi eso es algo que lo vengo trabajando desde mi primera película. Pero sí poder pensar en el equipo, conformado por compañeras colegas mujeres que están intentando entrar al mundo cine, o están ahí tanteando en los márgenes, o ya están adentro, pero que todavía está bastante copado por los compañeros”. Estado de alerta A sus veinte años y también en pleno verano, Bianco dirigió de manera independiente su primera película en Posadas. Se llamó “No hay tierra sin mal”, se estrenó en 2019 y tuvo muy buenas repercusiones. De todas sus participaciones en festivales, ganó tres premios, uno de ellos de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai), destinado a la actriz posadeña Silvia Nudelman. Luego de seis cortometrajes, un documental y a once años de su ópera prima, Bianco retomará las riendas para su segundo largometraje que rodará en Posadas y alrededores, como para arrancar en pocos días y finalizar el material fílmico en seis meses, según las condiciones del concurso. Ese trabajo tomará forma en un contexto complicado para el cine argentino, debido a los ajustes que el gobierno nacional realizó al Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (Incaa) y tras la eliminación de la Cuota de Pantalla, medida que hasta hace poco permitía acceder a todas las salas comerciales del país. “Lo que pasa en el Incaa me duele en el alma”, reconoció. “Es muy triste que después de tantos años y de una construcción colectiva de nuestra identidad y cultura hoy estemos viviendo escenarios como este que se replican en todos los aspectos más sensibles y más humanos de la sociedad. Porque lo que pasa con la cultura pasa con la salud, los jubilados, pasa con la educación. Entonces creo que más que nunca hay que filmar y hacer películas, escribir, pintar. Tal vez lo que necesitamos es estimular un poco la sensibilidad”. Para Bianco, “la situación actual del cine nacional es de un estado de alerta, de preocupación, de anestesia también. Creo que a pesar de todas las luchas que estamos llevando adelante falta que arda”, criticó. “Tenemos un instituto del cual enorgullecernos, el cual lo están achicando, no solo a la planta de los trabajadores sino los concursos, la manera que teníamos de hacer cine. Que es un cine que después nos lleva a todos los lugares del mundo; y en ese sentido puedo decir que es muy importante el rol de las provincias que son las que están sosteniendo el panorama actual de la cinematografía. Este programa no podría existir sin el Iaavim. También siempre dicen que hacer la primera película es difícil, pero también es difícil hacer la segunda”. Su galardonado primer libro y dos obras inéditas En 2019 Bianco fue una de las ganadoras de la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires con su libro “Esto que me pasa”, una obra que “me ha dado muchas alegrías”, definió. En la actualidad prepara la publicación de su segunda novela, llamada “El sueño de la casita sueca”, “que también transcurre en Misiones, en un pueblito ficticio llamado Ñandutí”, indicó. “Ahora estoy terminando la tercera, que se llama ‘Dejate querer’ y transcurre en España. También es una ficción y narra el desarraigo, el tener que dejar un poco tu país, tu provincia, tu lugar y acostumbrarte a otras culturas. Un poquito de eso”. Esa tercera publicación está inspirada en el tiempo que la autora vivió en España, adonde hizo un máster en Escritura creativa. En ese tiempo “fui seleccionada en una residencia de arte en Cataluña, con esta segunda novela. Estuve dos meses escribiéndola en medio de la montaña, y después me ofrecieron quedarme a trabajar como coordinadora de la comunidad con artistas de todos lados: de Argentina, de El Líbano, de Perú, de Egipto, de Escocia, de Inglaterra. Esa experiencia fue enriquecedora”.
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