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» Diario Cordoba
Fecha: 09/01/2025 09:17
Paskual Cantero, más conocido como Muerdo, anda presentando su sexto disco, Sinvergüenza (2024), que tan buena acogida ha tenido en la primera etapa de su gira, seduciendo en Latinoamérica, donde ha recorrido nueve países tocando en lugares tan emblemáticos como el Teatro Mayor de Bogotá o el Teatro de la Ciudad de México. Ahora el molinense inicia en casa, en Murcia, la segunda parte de esta gira por ciudades de toda España, y además anuncia sus primeras fechas europeas, demostrando que se encuentra en un gran momento. En cuanto al disco, Sinvergüenza es un striptease musical. Producido por Fernando Illán –ganador de dos Grammys Latinos–, que le acompaña en directo (y, en esta cita, también Amparo Sánchez), cuenta con la colaboración del gran guajiro Elíades Ochoa, y cohabitan riesgo, inocencia, ironía y singularidad arrojando luz sobre el futuro musical del artista murciano. El vinilo, con un bonus track que regala solo a los compradores de las ediciones en formato físico, se publica también justo ahora. Por todo ello, 2024 ha terminado por ser el mejor retorno posible para Muerdo. Musicalmente fue como un vendaval de frescor en medio de un océano de ruido: un disco, Sinvergüenza, para divertir y bailar, pero que también transmite un mensaje deliciosamente reconfortante, entre la tradición y la modernidad. Sus canciones tienen vida propia, huelen a sexo urgente y dolor carnal, y transpiran insolencia; además suenan vigorosas y frescas, lejos de la impostura. Muerdo sigue en pie, bien erguido. Y tiene el horizonte muy bien definido. Y es que, al finalizar esta gira, Muerdo se sumergirá por completo en un proyecto que ha estado desarrollando simultáneamente con la promoción de Sinvergüenza. Se trata de un álbum en colaboración con Diego Guerrero, artista español de flamenco. Aunque aún no ha revelado demasiados detalles, ya circula por ahí una versión, tremenda descarga, de Odíame, de Julio Jaramillo, el Frank Sinatra peruano. En esta nueva aventura musical, Muerdo reinterpretará grandes clásicos latinoamericanos, desde Jaramillo hasta Atahualpa Yupanqui, con una fusión única de flamenco y jazz afrocubano. Expectantes estamos, pero, antes de todo eso –este sábado, concretamente–, le tenemos por aquí, en el Teatro Circo. De todo ello hablamos con él en esta entrevista. Arrancas esta nueva gira en Murcia tras haber pasado por nueve países latinoamericanos. ¿Has ido a algún sitio donde no habías estado antes? ¿ Cómo ha ido la gira? Así es. Hemos arrancado la gira en Latinoamérica, y ha sido una experiencia preciosa. Es muy emocionante sentir cómo la gente ha acogido las nuevas canciones y tocar en lugares realmente muy icónicos como el Teatro de La Ciudad en Ciudad de México o el Teatro Mayor de Bogotá. Han sido nueve países en dos meses, y ha sido agotador, pero muy excitante al mismo tiempo. Fuiste al Machu Pichu y hablas de sanación. ¿Estuviste con algún chamán? La verdad es que sí. Tuvimos la oportunidad de darnos un baño de florecimiento, un ritual muy arraigado a la cultura peruana. Pero sobre todo estoy agradecido de haber podido conocer y conectarnos con la energía, no solo de Machu Pichu, sino de todo el Valle Sagrado de los Incas. Una experiencia fabulosa. Ha sido un buen año, supongo, para Muerdo: cambiaste de discográfica, de barrio, grabaste este disco, saliste de gira... Ha sido un año con muchísimos retos, y eso es siempre muy estimulante. Salir de la comodidad de mi casita en la huerta, volver a Madrid, cambiar de sello, grabar un disco..., y otras muchas circunstancias personales que han supuesto un desafío. Hoy con el diario del lunes puedo decir que un desafío bien superado. ¿Esas experiencias anímicas o místicas han permeado alguna de tus nuevas canciones? Este disco es mucho más terrenal, más de ciudad (que no urbano). En él se muestran luces, pero también muchísimas sombras. Aunque supongo que todo en mi trabajo está atravesado por cierta mirada espiritual, en este caso se nota menos. Últimamente te hemos visto muy activo en una campaña, ‘Invisibles’, en pro de las personas sin padrón. ¿Cómo te afecta a ti esta anomalía? No me toca directamente, pero no por ello vamos a obviar un problema que afecta a muchas personas que se ven privadas de derechos por una anomalía en la aplicación de una ley que nos ampara aunque solo sea sobre el papel. ¿Hay que decir cosas en las canciones? ¿Te parece que estamos en un momento donde todo se está volviendo banal? Absolutamente. Falta contenido, estético y ético. Yo creo firmemente en que el arte debe estar atravesado por valores y debe servir para la transmisión de esos valores. Creo que la música debe formar parte de nuestra formación humana. En Sinvergüenza hablas de muchas cosas, y también lanzas una mirada crítica a la sociedad. En Flor en la basura, por ejemplo, parece que reflexionas sobre el miedo y la manipulación social. ¿Se utiliza el miedo para dominar a la sociedad? Naturalmente. El miedo se usa para manipular. Lo ha hecho la iglesia durante siglos, y lo hacen los estados en complicidad con medios de comunicación y demás poderes. El miedo nos paraliza y nos deja inmóviles mientras otros deciden cómo será el futuro de la humanidad. ¿Has vuelto a ver a Eliades Ochoa, a tocar con él? No lo he vuelto a ver, aunque hemos hablado. Él vive en Madrid, pero viaja mucho a Miami, y hace largas giras además. Entre el movimiento de uno y otro se hace difícil coincidir, pero cuando lo hagamos reiremos y cantaremos, como el día que grabamos Sinvergüenza. Sinvergüenza ofrece una mirada al pasado, pero también al presente, al futuro. ¿Salir del armario te ha creado algún problema? Problemas como tal, a mí no me ha creado, pero sí me ha hecho ser consciente del problema del que aún adolece nuestra sociedad: la intolerancia, el miedo a lo diferente, el odio. El disco se cierra con Todo está bien, una balada repleta de matices. La colocaste cerrando en el sentido de ‘aun cabe la esperanza’? ¿La esperanza? Siempre. Mientras hay vida, hay posibilidad de ser mejores, de vivir mejor, de disfrutar más, de vestir cada día de un color distinto. Mientras hay vida hay esperanza. Rotundamente, sí. «Yo no quiero ser famoso/ yo quiero ser artista», cantas en Como es, que algunos han interpretado como un zasca a C Tangana y Rosalía. ¿Qué hay de cierto en esto? No es un zasca, es un pataleta divertida. Hay tanto talento esparcido en este país que da un poco de rabia que todo el foco esté puesto sobre ciertos proyectos, pasando otros tantos tan desapercibidos o incluso siendo maltratados por la industria. Maestro Espada se llevaron el Premio Yepes a mejor álbum en... ¡Electrónica y Otras Tendencias! ¿Los conoces? ¿Qué te pareció? Me pareció una excelente decisión del jurado. Yo gané ese mismo premio en 2018, y fue muy gratificante y motivador. Creo que han hecho un primer disco que merece el aplauso de crítica y público, y creo que lo están consiguiendo. Arrancas la gira en el Teatro Circo de Murcia. ¿Cómo afrontas este tour? Con muchas ganas. Tengo la suerte que estoy acompañado en vivo por los músicos del disco: Fernando Illan (el productor del álbum), que ha tocado con todo Dios; León, uno de los percusionistas de Ketama; Nacho Lesko, teclista de Manolo García y de Estopa… En fin, estoy en una nube y en un momento personal muy bueno para disfrutar este Sinvergüenza Tour. ¿Qué tienes pensado para cuando finalice la gira? ¿Hay previstos festivales? ¿Qué canciones te salen? Haremos algunos festis, sí. Y ando metido en nuevos proyectos que desvelaremos próximamente, pero todo a su debido tiempo.
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