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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 09/01/2025 04:31
La película del artista Juan Carlos Capurro “Mi mamá cuando yo era chiquito me decía, nos decía a los hermanos ‘Vamos a pasear por la calle Florida’”, dice la voz de un hombre sobre imágenes en blanco y negro de la calle Florida, tomadas desde el cielo. “Gath y Chaves”, dice la voz y cuando su recuerdo termina en la pantalla se hace el color y, ah, dos hombres acomodan libro usados un puesto callejero, delante de una persiana baja. Se entiende: de aquel paseo elegante a este presente ¿de segunda? Así empieza La Sagrada Florida, la película -50 minutos- que el artista Juan Carlos Capurro dedicó a esas cuadras que alguna vez fueron sinónimo de Buenos Aires, por donde pasaron “grandes almacenes” como las Galerías Pacífico, que fue un centro de la elegancia porteña pero también del hippismo y el arte en la Galería del Este, que tuvo lugares imponentes como la Galería Güemes, donde vivió Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito, donde funcionó el Centro Lincoln, una gran biblioteca y hemeroteca de la embajada estadounidense, donde el entonces ICI, el Centro Cultural español, se vistió de vanguardia, donde expusieron los artistas de la Galería Ruth Benzacar. Y, claro, la calle que dio nombre al grupo literario de Jorge Luis Borges y donde estaba el Florida Garden, ese bar donde se cocinó más de una camada política. La película de Capurro está poblada de artistas -la señora que quiere cambiar los dólares que le pagaron por un cuadro, el muralista que le quiere poner onda a la puerta cerrada de Harrod’s- porque él mismo lo es, además de abogado. Capurro -junto a Pedro Roth, Marcelo Céspedes, Daniel Santoro y el Tata Cedrón- crearon La ballena va llena, una película que tomaba, de una manera muy singular, el tema de las migraciones. También filmó Mal de plata, sobre Federico Peralta Ramos, y Angelus, un film sobre El Angelus, un cuadro que Jean Francois Millet pintó entre 1857 y 1859 y que hoy es un punto de peregrinaje en el Museo de Orsay, en París. Juan Carlos Capurro y el presente de la porteñísima calle Florida. Pero, aunque se hable de arte, no es por el arte la pregunta que recorre La Sagrada Florida sino por el devenir de la peatonal. ¿Qué le pasó a la calle Florida? Esa es la pregunta. Más persianas bajas, carteles de “Se alquila” que se eternizan, el orgullo de los mozos del Florida Garden. Por ahí nos lleva Capurro, entre la nostalgia y una mirada a un presente todavía vivo. “Extrañamos porque todo el mundo extraña su infancia”, dice el artista Pedro Roth, que nació en 1938. “Cuando a uno le cortaban el pelo en el Harrod’s y estaba en la puerta el enano”. “Yo vivía en el Conurbano, el sur del sur del resur”, dice María Negro, escritora y docente de Literatura. “Nos colábamos en el tren, nos bajábamos en Retiro, caminábamos por Florida. Era el único lugar donde podíamos ver teatro, escuchar música... gratis, porque mucha gente lo hacía en la calle. Entonces después de muuuuchos años me puse a escribir poesía y dije ‘Va a llegar mi momento de ir a leer a la calle Florida’. Y vine y.. nada”. Los mozos del Florida Garden en "La Sagrada Florida" (Captura de pantalla) Pero ojo, que La Sagrada Florida no es un documental. Así como hay testimonios con mucho sabor a verdad, hay pequeñas puestas ficcionales. Dos señoras que tejen en un banquito... mmm Dos miembros de una asociación “Wild Animal Savers” con un cartel que dice “Save the carpinchos”... mmm. Y un par de hombres -uno de traje y anteojos oscuros- con una radio vieja, de esas que agarraban “onda corta”, frente a la persiana cerradísima de lo que fue la Confitería Richmond. Dicen que son de “la bolsa argentina del cirujeo”. Pequeños fragmentos de invención para dar cuenta de verdades profundas. Hasta hay una escena filmada en París, en alusión a El otro cielo, ese cuento de Cortázar en el que un hombre pasea por la Galería Güemes y sale a la galería Vivienne, en Francia. Capurro, que fue vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos, con sede en la Ciudad Luz, ha pasado parte de su vida bajo ese cielo. “La película se me ocurrió caminando y viendo la decadencia de la calle al fin de la pandemia”, dice ahora a Infobae. “Decadencia objetiva: la Richmond vende zapatillas y la Rural cerró sus oficinas. Aquella calle “elegante” no existe más. Ni mejor ni peor hoy que ayer: distinta. Lo más dinámico económicamente hoy de esa calle son los vendedores ambulantes de dólares. Mueven millones”. La Sagrada Florida, con todo, no se deja doblegar por la nostalgia. Ve un presente en la diseñadora que vende paseos a La Boca en Florida, en el chico que pesca turistas para llevarlos al Tigre, en el local de computación. Es otra Florida, ya no la de los sueños de grandeza sino la de este presente difícil. -¿Hay un proyecto para revitalizar Florida¡ -Según me informaron, sí. Son grandes capitales chinos y el epicentro sería una mega inversión con asiento en Harrod’s (tiendas de lujo, que superarían a Galerías Pacífico) y un hotel cinco estrellas en la misma manzana. El final es con fotos, fotos, fotos de gente en Florida. Miren bien, cualquiera de nosotros puede andar por ahí. Ficha La Sagrada Familia Dirección: Juan Carlos Capurro. Dónde: Centro Cultural Recoleta, Junín 1930. Cuándo: Todos los jueves de enero, a las 18. Entrada: Para residentes en Argentina, gratis. Extranjeros: $ 12.000 Reservar entradas: En este enlace.
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