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» El siglo web
Fecha: 09/01/2025 04:17
Alejandro Montagna y Marcelo Vives son los autores de la hazaña. La organización reconoció el logro después de un proceso de verificación que duró más de cuatro meses. El video inédito del aterrizaje No hay nadie en el mundo que haya saltado al vacío y a oscuras desde un lugar tan alto como lo hicieron los paracaidistas argentinos Alejandro Montagna y Marcelo Vives. Así lo reconoció esta semana Guinness World Records, luego de un minucioso proceso de verificación. La dupla aterrizó exitosamente tras lanzarse desde la estratósfera, a 13.060 metros de la superficie. La hazaña tuvo lugar el 8 de septiembre pasado, en la ciudad de Memphis, Estados Unidos, pero la placa que confirma el récord llegó recién en los últimos días. “Solo los que trabajaron en este proyecto saben el nivel de detalle y el profesionalismo que hubo atrás. El resto tendrá que limitarse a pensar que estamos locos”, describió Montagna ante la consulta de Infobae en aquella oportunidad, tras concretar el salto. El trámite en Guinness incluyó una evaluación exhaustiva por parte de la Federación Internacional de Aviación (FAI) y especialistas de la organización. Los paracaidistas tuvieron que entregar cuatro dispositivos GPS sellados para registrar la altitud y trayectoria del salto, fotografías, grabaciones en video, y testimonios de testigos presenciales que vieron el salto tanto desde el avión como en la zona de aterrizaje. Uno de ellos fue Mike Mullins, director de la Asociación de Paracaidismo de los Estados Unidos (USPA, por sus siglas en inglés). El proceso se demoró por el profundo análisis que se hizo sobre las imágenes que captó una cámara instalada en el casco de Marcelo Vives. Como cayó en una zona arbolada, se especuló con que su aterrizaje podría haber sido parcialmente frustrado y que había incumplido con los estrictos parámetros de seguridad que exige Guinness. Finalmente, se demostró que en todo momento su llegada al suelo fue controlada. Tras superar esta auditoría, Guinness World Records confirmó la validez del logro, y condecoró a Montagna y Vives como los nuevos dueños de este récord mundial. Ambos se dedican a esto hace más de 25 años. “Fue muy zarpado. Tengo 4500 saltos, pero esto supera todos los hechos hasta hoy. Fue muy intenso, el frío, la velocidad, la máscara de oxígeno, el tiempo de caída libre”, había descrito Montagna en septiembre en diálogo con este portal. En el salto, el cuerpo de los paracaidistas es absorbido por la gravedad a una velocidad a 300 kilómetros por hora, y enfrentan una temperatura real de -60°C y una sensación térmica de -100°C. “Al principio, durante el primer minuto, Marcelo y yo no sabíamos si estábamos sobre la zona de aterrizaje o no. La visual era muy confusa desde tanta altura. Igual ya no había nada que hacer. Pero Taylor (el tercer paracaidista) que conoce muy bien la zona, rápidamente identificó las luces de una prisión grande que está a unos 5 km, y al sur de eso vio las balizas de rescate marino que habíamos puesto sobre la pista”, completó Montagna. El dúo argentino le arrebató el récord al militar estadounidense Andy Stumpf, quien el 26 de enero de 2019 se arrojó desde una altitud de 36.000 pies (aproximadamente unos 10.973 metros). Los argentinos abordaron el avión desde el que saltaron junto a los pilotos Mike Mullins y Mike Turner; los expertos en oxígeno de gran altitud, Thomas Oquinns y Paul Gholson, y el juez de la Federación Internacional de Aviación, Scott Callantine, quien también certificó la nueva marca global. Montagna, ingeniero y empresario de 54 años, mantiene intacta la adrenalina y la pasión, pero sabe que es difícil subir la vara una vez que se llega a lo más alto: “En los deportes extremos, tenés que tener muy claro tus límites. Pero si aparece algo, lo analizáremos y lo trataremos con la misma seriedad que tratamos este proyecto a lo largo de más de un año. Igual que en este caso, solo iremos adelante, si con planificación y experiencia, podemos minimizar todos los riesgos a niveles aceptables”, concluyó.
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