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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/01/2025 08:50
Carlo Ancelotti junto a Eamon Devlin en el vestuario del Real Madrid Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, tomó una decisión poco convencional al contratar al ex abogado norirlandés Eamon Devlin para optimizar las charlas técnicas durante los entretiempos. Devlin, de 46 años, es fundador de Minute9, una consultora especializada en mejorar la comunicación en el breve lapso de descanso entre los tiempos de juego. A finales de octubre, Ancelotti posó en Valdebebas junto a Devlin y un peluche de un búho, un objeto que forma parte del proceso que el consultor implementa en los clubes que asesora. Devlin, con experiencia en el derecho y una modesta carrera como entrenador de fútbol gaélico, basa su metodología en investigaciones sobre la dinámica emocional y comunicativa en los vestuarios durante el entretiempo. Devlin ha trabajado con entrenadores y jugadores en Inglaterra, Alemania, Italia y España, incluyendo cuatro equipos que participan en la Liga de Campeones. Su propuesta se centra en reducir las extensas charlas técnicas a apenas 60 segundos. “La charla del descanso dura una media de cinco minutos y 30 segundos, unas 770 palabras”, explica Devlin. “Le preguntamos a los entrenadores: ‘¿Recuerdas lo que dijiste? Si tú no lo recuerdas, ¿cómo lo van a recordar los jugadores?”. Devlin también promueve el uso de elementos visuales en lugar de depender exclusivamente de las palabras. “Cuando estás cansado, no es buena idea usar solo palabras”, agrega. Durante sus visitas a los clubes, analiza las charlas del entrenador, observa la dinámica en el vestuario y entrevista a varios jugadores. Su objetivo es crear un protocolo efectivo y estructurado que reduzca el caos y la tensión del entretiempo. La idea de esta especialidad surgía en 2021, cuando Devlin trabajaba como abogado en Zúrich. Su hija Zoe, entonces de 10 años, jugaba en un equipo infantil que solía sufrir goleadas abultadas. Devlin notó que los entrenadores alargaban las charlas postpartido cada vez que el equipo perdía. “Después de un partido que acabó 24-0, cronometré la charla: nueve minutos. En el camino a casa, mi hija dijo: ‘Lo dejo. Puedo aguantar perder, pero no soportar que los entrenadores me hagan sentir triste”. Zoe abandonó el equipo, y Devlin comenzó a explorar formas más efectivas de comunicarse con los jugadores. Carlo Ancelotti acudió a Eamon Devlin para mejorar las charlas en los entretiempos en el Real Madrid Devlin considera contraproducente la tensión que domina el vestuario en el descanso. Compara este momento con situaciones de alta presión como urgencias hospitalarias o torres de control aéreo, donde la comunicación debe ser calma y clara. “En esas situaciones, nunca se utiliza un lenguaje alterado. La comunicación efectiva no incluye el enfado”. Los problemas más comunes que detecta en los entrenadores son tres: falta de estructura en las charlas, jugadores que no escuchan y futbolistas que permanecen en silencio. Para abordar estas dificultades, sugiere que los jugadores dediquen unos minutos a actividades no relacionadas con el fútbol, como mirar el móvil. Esto fomenta la comunicación espontánea entre ellos. “El feedback más valioso es el de un compañero; no el del entrenador”, asegura. Otro aspecto que aborda es la presencia excesiva de personas en el vestuario. “El dueño está ahí, el presidente está ahí, un patrocinador… Aunque no hablen, su presencia comunica algo”. Devlin también recomienda que los entrenadores coman algo al inicio del descanso. “Los niveles de glucosa caen durante el partido, y al comer, los entrenadores se tranquilizan y respiran mejor”. Para resetear a los futbolistas, Devlin sugiere técnicas como cambiarse las medias al llegar al vestuario. Este gesto simple puede tener un efecto simbólico y práctico al desconectar la mente de los errores del primer tiempo. También aconseja que los entrenadores observen el partido desde la grada, como en el rugby, para evitar gritos desde la banda. “Muéstreme un jugador al que le guste que le griten”, afirma. Las sesiones de Devlin en los clubes suelen durar dos días y abarcan desde recomendaciones sobre las charlas hasta detalles como la vestimenta de los técnicos. Al finalizar su labor, entrega un peluche de un búho, cuyo significado está protegido por acuerdos de confidencialidad.
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