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  • Con la formalidad del artista

    » Diario Cordoba

    Fecha: 08/01/2025 03:35

    Ya estamos en el año 2025 y para planificarlo tenemos que ser unos artistas. Literalmente. Verán: para los romanos todas las profesiones que daban satisfacción con su cuerpo estaban mal vista por ser algo propio de esclavos: la prostitución, los gladiadores... y también los músicos y actores. Nada que ver el alto concepto del teatro en Grecia con el de Roma. Pero nuestros genes culturales latinos acabaron marcando cómo se entiende incluso hoy en día las artes escénicas, sublimes en sí mismas, pero ejercida por personajes estigmatizados: los artistas. ¿Se acuerdan de ‘Cómicos’, aquella canción de Patxi Andión que ya lo dice todo? Por cierto, un Andión que además de cantante y actor fue marino, lingüista, sociólogo y profesor en Ciencias de la Información de la Complutense cuando estudié en ella. Pero el caso es que Andión también fue cómico, y por tanto otro de esos seres tan admirados que se les deja codearse con ricos y reyes, siempre que no aspiren a rozarles más que el codo, ya que en el fondo se les ve como esos miserables que llegan a conformarse solo con el aplauso del público. Recuerden que a los auténticamente poderosos jamás les basta únicamente que les hagan palmas. Además, los cómicos son una casta que está muy lejos de esa otra élite de ‘artistas’ de obras, las de cemento, ‘pasta’, asfalto, postín, maquetas, macroprogramas, infraestructuras y poderío de caminos y puentes, que tendrán todos los títulos y respeto social del mundo, pero que no terminan un trabajo a tiempo ni aunque en ello les vaya la vida o el salir reelegidos. En frente, como digo, están los artistas de la escena que en este mes suelen cerrar sus contratos del año en ferias, festejos y en la BBC (bodas, bautizos y comuniones), y que estarán puntualmente donde se les ha contratado aunque al final los que presumen de ‘serios’ les paguen cuando el concejal de festejos y la supuestamente digna burocracia les dé la gana. Tan estricta es la planificación de los artistas que muchas instituciones culturales públicas, según me consta, no están pudiendo competir con la oferta privada y acaban sin encontrar figuras y fechas para sus programas. En resumen: si en este caótico siglo XXI quieren formalidad y que un contrato se cumpla hasta la milésima de segundo, como un músico cuando pulsa en la cuerda la nota que debe ser o un actor dice en un escenario la frase correspondiente en el instante justo... Eso ya solo lo encontrarán en un artista. Gente de orden. La que más en estos tiempos. Suscríbete para seguir leyendo

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