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» Rafaela Noticias
Fecha: 07/01/2025 12:58
Africanos en Rafaela: ¿cuántos son y por qué varios se están volviendo a su tierra de origen? Khadim Lo, es un senegalés de 42 años que vive en Rafaela desde hace más de una década. Llegó desde Touba, su ciudad natal en Senegal, buscando oportunidades que no había en su país. Hasta hace poco eran diez en la ciudad, pero ahora solamente quedaron 5, entre los que está khadim. La travesía de este senegalés con el que habló RAFAELA NOTICIAS, comenzó hace 11 años en Buenos Aires. Desde allí, se trasladó a ciudades como Mar del Plata y Pinamar antes de llegar a Rafaela, motivado por la promesa de trabajo que le hizo un primo que ya vivía aquí. “Él me contrató y me vine para trabajar”, relata. Hoy, Khadim tiene un puesto de venta de ropa en la terminal de ómnibus. Sin embargo, la economía en declive complica su sustento. “La venta está muy baja, y la moneda no tiene valor”, explica. La disminución del tráfico de personas en la terminal afectó significativamente su negocio, algo que él describe con un dejo de resignación: “Antes había mucha gente, la venta estaba bien, pero ahora todo cambió”. También le contó a RAFAELA NOTICIAS que tiempo atrás podía enviar dinero a su país, pero ahora se le complica, y lo que envía tiene menos valor allí. Es por esta situación que varios de sus "paisanos" han decidido regresar a Senegal. “Allá ahora está un poco mejor. La situación en Argentina se ha vuelto muy complicada, por eso muchos se volvieron”, explica. Sumado a que en Senegal parece que la situación ha mejorado, según comenta el entrevistado. Al ser consultado si piensa quedarse en Rafaela, Khadim admite que está evaluando su situación: “Estoy pensando en cambiar de país o volver a Senegal”. La adaptación cultural y lingüística no fue sencilla para Khadim, quien llegó sin saber una sola palabra de español. Aprendió el idioma hablando con la gente, de forma autodidacta. En cuanto a las costumbres, a pesar de mantener algunas tradiciones de Senegal, reconoce que la vida en Argentina es muy diferente. “La comida es muy distinta. Al principio fue difícil, pero después de tantos años ya todo está bien”, dice. Aunque su familia —incluyendo a su esposa— permanece en Senegal, Khadim se mantiene en contacto frecuente a través de redes sociales y llamadas telefónicas. Viaja a su país cada dos años para visitarlos, mientras que antes podía hacerlo una vez al año. Los costos y la distancia hacen que estas visitas sean cada vez más espaciadas. Khadim representa a muchos migrantes que llegaron a Rafaela con sueños de progreso, pero que hoy enfrentan un escenario económico adverso. Su historia muestra las complejidades de la migración: las oportunidades que se buscan en un nuevo país, los desafíos de la adaptación y la constante tensión entre el arraigo y el retorno. Mientras evalúa qué camino tomar, su relato deja en claro que las decisiones no son fáciles. “Antes pensé en traer a mi familia, pero ahora todo cambió. Por ahora, sigo aquí”, concluye con un tono de reflexión y esperanza.
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