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» Diario Cordoba
Fecha: 07/01/2025 04:56
El Gobierno español quiso hace dos años y medio hacer un gran guiño a Marruecos, con Moncloa volcada en recomponer las relaciones diplomáticas con Rabat. España reabrió el gasoducto Magreb-Europa, el gran tubo a través del Estrecho de Gibraltar y que llega hasta Tarifa (Cádiz) y que había cerrado de manera unilateral por Argelia sólo unos meses antes. Pero aquella reactivación fue histórica porque, tras cuarto de siglo utilizándose ese gasoducto para que el gas llegara a España, desde el 28 de junio de 2022 funciona con un flujo de suministro en sentido contrario y ahora se usa para mandar gas desde España a Marruecos. Más de dos años después de la reapertura del gasoducto del Estrecho, Marruecos se ha confirmado ya como uno de los grandes destinos de las exportaciones de gas desde España. De manera permanente el reino alauí se mantiene como segundo mayor comprador, sólo por detrás de Francia. Pero en los últimos meses Rabat está aprovechando al máximo la tubería y lleva desde el pasado convertido en el mayor cliente del negocio de la reventa de gas desde España. En enero de 2023, Marruecos se erigió por primera vez en la historia como primer destino de las exportaciones de gas desde España. Pero ahora el país norafricano se ha colocado como mayor comprador de las reexportaciones de gas españolas desde el pasado agosto y hasta noviembre, fruto de un fuerte descenso de los envíos a Francia durante la parte final del año, según confirman los registros combinados de Enagás y de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). Fuentes del sector energético anticipan, a la espera de conocerse los datos oficiales, que en diciembre Marruecos mantuvo su posición de liderazgo. En el conjunto de 2024, los envíos a Marruecos concentrarán algo más de un 20% de todas las reexportaciones de gas natural desde España, sólo por detrás del cerca del 33% que alcanzarán las ventas a Francia. Sin embargo, algunos meses las exportaciones al país norafricano han superado el 40% de todas las reventas al exterior desde las plantas gasistas españolas. Los envíos de gas a Marruecos han exprimido el gasoducto Magreb-Europa y a momentos se ha rozado la capacidad máxima de bombeo del gasoducto. La capacidad máxima de exportación del gasoducto desde Tarifa es de 960 GWh cada mes, y en los últimos más de dos años son mayoría los mese en que se ha utilizado más del 90% de ese bombeo máximo. El veto de Argelia El Gobierno de Pedro Sánchez lanzó en plena crisis energética una ayuda crucial para Marruecos, facilitando el suministro de gas natural que había dejado de recibir por la decisión de Argelia de cerrar el gasoducto. Un guiño a Marruecos, pero también un tropiezo con Argelia. Y es que el capote a Rabat llegaba también en pleno choque diplomático con Argelia -tradicional principal proveedor de gas hacia el mercado español-, desatado por el giro del Gobierno en la postura tradicional española sobre el Sáhara Occidental, pasando a respaldar el plan autonomista de Marruecos y que Argel rechaza. En sentido estricto, España no está vendiendo gas a Marruecos. El papel de España se limita a recibir en sus plantas de regasificación los barcos con el gas que compra Rabat a cualquier país proveedor y lo envía a través del gasoducto de Tarifa hasta el país alauí. Todo el gas reexportado desde España a Marruecos cuenta con un certificado y monitorización de origen para asegurar que no envía ninguna molécula procedente de Argelia, como exige el Gobierno de Argel. El Gobierno argelino ha mantenido durante más de dos años bloqueadas las relaciones comerciales con España (de junio de 2022 a noviembre de 2024), pero durante ese tiempo dejó fuera del boicot sus ventas de gas. Argel también ha llegado a amenazar con romper contratos de suministro de gas firmados con empresas españolas si detectaba que parte del gas acaba siendo revendido a Marruecos, con el que ha roto relaciones diplomáticas también a cuenta del Sáhara Occidental. El Ejecutivo español niega por completo que el gas argelino pueda ser redireccionado a Marruecos y activó un plan especial para evitar tal posibilidad.
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