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» Diario Cordoba
Fecha: 06/01/2025 21:23
Ha conseguido cerrar 2024 con el presupuesto de este año aprobado, imagino que está satisfecho. Sin duda, era el objetivo que nos planteamos porque eso garantiza mucha certidumbre contable a los ayuntamientos y reconozco muy positivamente las abstenciones tanto del PSOE como de IU. Tenemos presupuestos en tiempo y forma, entrarán en carga la tercera semana de enero y eso generará mucha estabilidad a los 77 pueblos de la provincia. Son varios los presupuestos que lleva a sus espaldas, no sé si los ha contado. Muchos. Yo venía del Parlamento andaluz como portavoz de presupuestos y el primer desafío fue la Diputación en el mandato 2011-2015. Ahí sacamos adelante, con mayoría absoluta, tres presupuestos, salvo el último año, que siempre suele ser año de elecciones y los grupos no son muy dados a apoyarte por razones obvias. Después, en el Ayuntamiento de Córdoba fueron cuatro presupuestos que se pactaron a la izquierda y a la derecha. Y el año pasado lo sacamos con el Grupo Socialista. Se nos ha quedado en el tintero Vox y es una decisión que han tomado ellos, pero la idea es seguir avanzando. En las cuentas, sobre todo las locales, el 95% es sentido común y mucho pragmatismo, no hay ideologías que puedan cuestionar obras que son inmediatas y que los pueblos necesitan. Todos tenemos los mismos criterios a la hora de la ejecución y los retos son los mismos, otra cosa es que puedan diferir las políticas. Y más allá de las cuentas, ¿ha sido 2024 un año positivo? Muy positivo. Insisto mucho en que la Diputación se estaba vaciando de contenido cuando es una gran maquinaria que debe transformar la realidad de la provincia. Si tú, a la Diputación, la vacías de contenido, no transformas nada. Eso al final se paga con trenes que pasan y que no estás aprovechando. Estamos intentando reconducir la labor de la Diputación, que lo que hace es prestar sus servicios a través de las economías de escala; de lo contrario, no sería posible llegar al más chico y que contase con los mismos servicios que el grande. Se ha diseñado un organigrama funcional más eficaz. Tenemos tres empresas públicas, nos dedicamos al agua, a captarla, distribuirla y a suministrarla. Es una buena noticia que esa empresa funcione bien. Nos dedicamos también a tratar los residuos y al tema digital. También tenemos una empresa, un instituto de recaudación, que lo que hace es anticipar todos los ingresos y tenemos institutos con los que desarrollar políticas que generen proyectos. Y luego hay que observar todas las infraestructuras, teniendo en cuenta que tenemos 2.500 kilómetros de carreteras a conservar porque te unen una cooperativa, un centro de producción o un ambulatorio. Creo que hemos recuperado el sentido de competencias que tiene que tener la Diputación aunque muchas veces no se conozca lo que se hace. Creo que antes íbamos a la deriva, esto era un cajero automático. Nombra a las empresas de agua y de residuos, ¿se volverán a subir las tarifas? Hemos equilibrado las empresas porque teníamos una situación muy preocupante de quiebra que afectaba a Aguas de Córdoba, y Epremasa iba por el mismo camino. Aquí no había una cultura de equilibrio de cuentas y eso suponía mantener un discurso muy perverso de cara a los trabajadores. Como mínimo, hay que subirlo conforme al IPC. En el caso del quinto contenedor, va a ser un desafío a medio plazo importante. Según la ley, hay que repercutir lo que cuesta ese quinto contenedor sobre los usuarios y sin ningún tipo de bonificación y es una ley que no hemos redactado nosotros, sino el Gobierno de España. Intentaremos abordar en el último trimestre de 2025 la posibilidad del quinto contenido a sabiendas de que no hemos subido la tarifa como manda la ley. En cuanto al agua, todo lo que no sea subir lo que dice el IPC es crearte un hueco en el presupuesto que puede ser conflictivo a medio o corto plazo de cara al mantenimiento de la propia empresa. Y todo ello sin obviar que tenemos que ser infinitamente más eficaces a la hora de gestionar. Y no se trata de cobrar más, se trata de cobrar conforme al IPC para que no se resientan los ingresos. Revisar todos los años conforme al IPC es la única garantía de sostenibilidad contable de la empresa. En definitiva, no tenemos por qué subir ya de forma desproporcionada las facturas porque las empresas están muy equilibradas y contamos con fondos europeos, algo que nos da mucho margen de maniobra. Ahora mismo, sin subidas, podemos aguantar el año relativamente bien, pero en 2026 habrá que revisar las tarifas, como mínimo, teniendo en cuenta el IPC. El presidente de la Diputación, Salvador Fuentes. / MANUEL MURILLO ¿Confía en acometer la obra de conexión definitiva de La Colada? Sin entrar en polémicas, mantuvimos en Alcaracejos una reunión con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y otra en Don Benito donde ya estaba la Junta de Andalucía. Estuvimos viendo y sopesando el proyecto antiguo, el proyecto de urgencia y el proyecto que estaba haciendo la Junta. Quiero reconocer el espíritu de colaboración que se viene manteniendo con el presidente de la Confederación para intentar mantener el compromiso. Ese compromiso es que después de Reyes nos informemos sobre la viabilidad del proyecto y saber la respuesta al requerimiento que hicimos. La idea es que en enero tengamos ya la resolución definitiva para que la obra empiece, la autorización la tenemos que tener en enero. Sé que es complicado. El objetivo es que pase Reyes, llamar al presidente, estar encima de ese expediente y ya este mes tener la autorización para que se inicien las obras. Tenemos agua para dos años o dos años y medio, aunque no me gusta hablar del agua que tenemos porque nos relajamos. Tenemos que aprender de la cultura del agua y preparar a la gente para la cultura de la sequía. Pero, básicamente, en dos años tiene que estar construido ese enlace y tienen que estar regeneradas las aguas de La Colada, tratar ese vaso y tener el agua en buen estado para fusionar los dos embalses y que suministren a toda la zona. Las obras duran un año más seis meses de prueba. Para 2026 la obra debe estar hecha y la conexión realizada. Los empresarios insisten en que hace falta más potencia energética para la provincia, ¿cuáles son las necesidades? Necesitamos más capacidad energética porque hay indicios de que vienen inversiones muy interesantes para la zona del Guadiato y la zona sur. Ahora mismo, Córdoba, estratégicamente, es muy vistosa a la hora de la inversión. En Lucena, por ejemplo, hablamos de la industria del frío, y en el Guadiato hay una cuenca minera que se está revitalizando y se puede utilizar muy bien todo el tema del biometanol. Pero para esto hace falta capacidad, 400 kilovoltios que necesitaríamos en Alcolea, otra para Peñarroya y otra para Pozoblanco y agrandar la subestación de Cabra. Las grandes inversiones necesitan agua y capacidad energética y como no las tengamos estamos condenando Córdoba al ostracismo. Y esto lo tenemos que exigir al Gobierno de España, que ahora nos lo está negando. Ahora mismo, la provincia de Córdoba, con la base militar y lo que supone la industria auxiliar, puede ensanchar su base tecnológica. Hay que aprovechar esta oportunidad para sistemas de formación acelerada que nos haga tener gente que necesitan estas empresas. Necesitamos estos dos desafíos. Uno, el agua, donde tenemos que estar implicadas todas las administraciones, incluidas la Unión Europea, y dos, la capacidad energética. ¿Conseguirán todas estas inversiones frenar la pérdida de población? Sí, al ensanchar nuestra capacidad tecnológica, lo que estamos propiciando es que haya más estabilidad y más calidad en el empleo. Y más allá de esa industria no podemos olvidar que Córdoba es un nodo de comunicaciones. El corredor, la defensa y la industria pueden hacer cambiar la concepción que tenemos de la provincia y lo tenemos que aprovechar. En cuanto al despoblamiento, se puede erradicar con oportunidades y aprovechando esas conexiones. Aquí en Córdoba se puede vivir muy bien, se puede tener una calidad de vida impresionante y si estamos conectados con el mundo podemos trabajar desde aquí para el mundo entero. También es verdad que se está perdiendo población, pero no de manera preocupante como sí ocurre en otros sitios de España. Aun así, hay que atender a esta realidad con políticas estructurales, garantizando oportunidades y creando las condiciones para que la gente se quede en su pueblo. Salvador Fuentes, durante un momento de la entrevista. / MANUEL MURILLO La vivienda es ahora mismo la mayor preocupación de los españoles, ¿existen problemas de acceso a la vivienda también en los pueblos? Sí y hay que dar mayor visibilidad a ese problema y concienciar a los ayuntamientos para que cedan suelo. Hemos reorientado el Grupo Cinco para que se dedique a una versión muy actualizada de los polígonos de desarrollo, que tienen que estar orientados a la logística. Y luego está el eje de la vivienda. Mi idea es hacer vivienda desde Diputación con suelos municipales a 75 años, estableciendo alquiler con opción a compra, viviendas dignas para jóvenes y para mayores. El gran desafío ahora mismo de todas las administraciones públicas es cumplir con el mandato constitucional de una vivienda digna. Aquí los ayuntamientos tienen que ceder suelo y ahí se hace la vivienda. Con la vivienda no se puede andar jugando porque la gente que lo sufre no tiene donde dormir. Hay que ser imaginativos, buscar las bolsas de suelo en los ayuntamientos y recuperar cascos. Ahora tenemos 45 viviendas, pero hay que ser infinitamente más ambiciosos. Tenemos una empresa que puede dedicarse a eso, no a hacer una nave y alquilarla. Además, tenemos 300.000 euros para orientar a los ayuntamientos en su planificación urbanística. ¿Se ha decidido ya qué hacer en la explanada de la Diputación? La idea que tengo es recuperar ese espacio tal y como está, contemplar la posibilidad de un edificio que no sea tan agresivo como el que se planteó y que sea una zona abierta, un espacio polivalente que se pueda utilizar en momentos significativos, bien para espectáculos, bien para el propio barrio. La Diputación no puede estar aislada del barrio y tampoco podemos tapar la fachada del edificio. Podemos buscar fórmulas mucho más asequibles y edificios menos agresivos para dejar una plaza diáfana para uso polivalente. Me gusta esa idea y vamos a intentar llevarla a cabo. ¿Cómo va el proyecto para reformar los Colegios Provinciales? En un edificio irán todas las empresas y todos los servicios, y en el otro irá todo lo que tiene que ver con la seguridad, bomberos y Protección Civil. Aquello, ahora mismo, es una torre de Babel, entras allí y no sabes que estás en la Diputación. Además, está muy mal conservado y da una mala sensación. Tenemos que cambiar completamente la realidad, hay que saber de quién es el edificio y quién lo hizo y hacerlo mucho más accesible, porque no lo es. Suscríbete para seguir leyendo
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