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» Elterritorio
Fecha: 05/01/2025 09:42
Elsa sigue manteniendo las recetas de su niñez y de su herencia noruega como un bastión de tradición. A sus 79 trasmite sabores y saberes en el Parque de Naciones domingo 05 de enero de 2025 | 6:05hs. Elsa, una especialista en recetas de origen nórdico. Misiones es Capital Nacional del Inmigrante a mucha honra. La presencia de diversas colectividades en toda la provincia y especialmente en la zona Centro dejó su profunda huella en la cultura local, forjada a través de diversas costumbres sociales, religiosas, musicales, y en la rica gastronomía que se conserva. Sabores de distintos rincones del mundo llegaron a estas tierras para fusionarse con la cocina local, la herencia mbya, los productos nativos y las formas de los países vecinos para crear un crisol único. Oberá, que en sus inicios fue Yerbal Viejo, cobijó a gran parte de inmigrantes de distintas latitudes. Las crónicas históricas marcan que Pedro y Juan Constantín se establecieron en lo que ahora es la avenida Beltrame, en las cercanías de Villa Lutz y el barrio Yerbal Viejo. Poco después llegaron a la zona inmigrantes de otras partes de Europa, como los noruegos Thorleif Bogh y Gúnnar Qviding, los suecos Carlos Eckström y Herman Kallsten, los alemanes Samuel Hahstrasser y Herman Rudel y los franceses Luciano Blanchard y Mauricio Bruel, todos dispuestos a comenzar una nueva vida en este rico suelo. En 1913, hace más de un siglo, se sumaron más familias suecas, cuyos apellidos perduran hasta hoy: Lindström, Petersson, Nilsson, Sand, Falk y Andersson, entre otros. De esta manera, cada uno de los nuevos pobladores llegó con su propia herencia culinaria, sus recetas más preciadas, aunque el territorio en el que desembarcaron fue un tanto hostil al principio. Los recursos eran limitados, y la vegetación del monte misionero les exigió transformar su dieta, adaptándose a los alimentos que el entorno les ofrecía. Los manjares de Europa quedaban atrás y la caza de animales, la preparación de charque mediante salado y ahumado, y la introducción del chicharrón –tocino de cerdo frito– fueron algunas de las soluciones ante la escasez. A medida que se asentaron en la región, incorporaron a su dieta la mandioca, el zapallo, el choclo y otras verduras cultivadas por ellos mismos, además de los abundantes peces de los arroyos y ríos cercanos, creando una gastronomía que hoy es parte del alma de la región. Así, una mezcla de culturas envuelve a la jefa de cocina de la casa nórdica del Parque de las Naciones de Oberá. Las clásicas albóndigas o el estofado de cordero son algunos de los platos que aprendió de niña, como otros inmigrantes, y que conservan la tradición culinaria en la familia. Elsa Carlota Runquiest (79) volvió un rato a su infancia al recordar cuando empezó a cocinar y comentó que cada vez que se adentra en la receta de estas albóndigas, le llegan los recuerdos de su madre de quién fue que heredó la cocina nórdica. “Siempre aprendimos de chicos, a los 10 años ya nos empezaban a enseñar algunos secretos de la cocina. Nos gustaba también preparar los platos que nos enseñaba mamá”, empezó recordando Elsa. Runquiest tiene ascendencia nórdica por parte de sus padres, pero lleva varias culturas en su sangre, porque su papá nació en Estados Unidos y su mamá en Brasil, se conocieron en Argentina y siguieron las tradiciones familiares de Noruega. Las famosas albóndigas nórdicas están dentro de sus platos favoritos y es algo muy típico de los domingos para las familias de esta ascendencia. Tienen como ingrediente principal carne de cerdo y vacuna. Además, Elsa destacó entre las recetas típicas, el estofado de cordero con repollo y el niño envuelto. Muchas de las tradiciones familiares de los inmigrantes todavía se mantienen, es por eso que en los festejos o encuentros cada familia aporta sus platos típicos, que fueron adaptándose a los ingredientes que existen en la zona dónde viven. “Los domingos es día de platos típicos, pero también en otras ocasiones solemos meternos en las recetas que aprendimos de chicos y cuando hay mucha gente, la albóndiga es la elegida, por su sabor en la mezcla de carnes. Además porque es rendidora, teniendo presente que el tamaño que hacemos es chico”, explicó la jefa de cocina de la casa típica nórdica. Desde que comenzaron las ediciones de la Fiesta Nacional del Inmigrante en el Parque de las Naciones, Elsa se sumó a trabajar a la par de todos en su colectividad. Allí, encontró lugar dentro de las cocineras y hoy, con sus 79 años, es un orgullo que la mantiene activa y por demás ocupada en septiembre de cada año. Sin embargo, no sólo con recetas transmite su legado. Pasó por la presidencia de la colectividad, ocupó otros cargos administrativos hoy y sigue activa como jefa en la cocina. “Acá respetamos los cargos para los papeles nomás, porque en realidad todos trabajamos y somos iguales, así que en la cocina soy una más preparando nuestros platos típicos, para cuando nos visitan”, reflejó. Compartí esta nota:
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