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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/01/2025 02:58
Onzas de oro fino (Foto: EFE) Los precios mundiales de la soja y del petróleo serán en 2025 los principales determinantes del valor de las exportaciones y el saldo comercial de Argentina, después de un 2024 que habría cerrado con un superávit de entre USD 18.000 y 19.000 millones. La minería, que en los últimos años ganó visibilidad gracias al aumento de la producción y las exportaciones de litio y una cartera de grandes proyectos de cobre, tuvo un 2024 singular: aumentaron las exportaciones de oro y plata y cayeron las de litio, pero por una cuestión de precios internacionales; los del oro y la plata aumentaron fuertemente y los del litio aún no se recuperaron del desplome iniciado a fines de 2022, cuando el carbonato de litio equivalente (métrica estándar de valor litífero) llegó a rozar USD 80.00 la tonelada, para caer en 2023 y 2024 a cerca de USD 10.000 y ubicarse hoy en la zona de los USD 11.000, pero con pronóstico -controvertido- de aumento en los próximos años. En el balance del año pasado, el sector minero fue uno de los que más creció: en el acumulado enero-octubre el Índice de Producción Industrial Minera (IPIM) que publica el Indec creció 6,4% respecto de igual período de 2023. En cuanto a exportaciones, “habrán cerrado 2024 con unos USD 300 millones por sobre 2023 (cuando se exportaron USD 4.061 millones). Aumentaron las de oro y plata gracias a los precios, porque la producción fue pobre. Los proyectos en producción están maduros. En Santa Cruz, de los cinco que hay, a cuatro les queda una vida útil de 4 años más, que se pueden estirar un poco, pero con calidad y productividad cada vez menor. Y no hay ningún proyecto de envergadura que reemplace lo que se está perdiendo”, dijo Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM). “En litio pasó al revés: hubo mayor exportación en volumen, pero cayó en valor: de unos USD 900 millones a cerca de USD 700 millones en 2024, pese a un aumento significativo de la producción de carbonato”, contó Cacciola a Infobae. Además de gozar de precios excepcionalmente altos durante 2024, el oro empezó 2025 en alza: el viernes tocó su máximo desde el 13 de diciembre, a un precio de USD 2.654 la onza. La incertidumbre que genera el arribo a la Casa Blanca de Donald Trump, lo que puede pasar con el dólar y la posibilidad de sanciones comerciales y financieras hizo que los bancos centrales aumenten sus compras de oro, como ocurrió tras la invasión rusa a Ucrania, el inicio de la guerra y las consiguientes sanciones impuestas por el bloque occidental. Si bien en noviembre se sumó al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI) el proyecto Gualcamayo, un emprendimiento de oro en San Juan (que también tiene Veladero), con una inversión de USD 1.000 millones y recientemente un inversor de alto perfil como Eduardo Elsztain casi triplicó su participación accionaria en el proyecto aurífero Hualilán, también en San Juan, las perspectivas de producción son más inciertas. Hoy por hoy, observó Cacciola, Gualcamayo está vendiendo material de cola, rezago de producciones previas. “Las onzas que se venden son de mineral extraído en otro momento, gracias a que los precios internacionales lo ameritan, pero serán entre USD 10 y 20 millones”, estimó el titular de CAEM. La gran apuesta En términos de volumen y divisas, la principal apuesta de producción y exportaciones mineras de Argentina son los proyectos de cobre. Desde el cierre en 2017 de Minera la Alumbrera, el único proyecto en operación es uno muy pequeño, Martín Bronce, en Jujuy, precisa un informe de la consultora Economía & Energía, del economista Nicolás Arceo. Son solo entre 300 y 400 toneladas mensuales que se exportan a Chile, el principal productor mundial de cobre, con unas 5 millones de toneladas anuales. Pero más allá de esa escasa producción, en el mineral rojo hay grandes empresas y proyectos y enormes cifras de inversión involucradas. “Los 6 proyectos más avanzados trabajando a máxima capacidad serían unos 1,2 millones de toneladas anuales; con ese volumen estaríamos en el tercer o cuarto lugar del ranking de países productores y seríamos un jugador mundial importante”, dijo Cacciola. Siempre sujetas al precio, habría allí exportaciones anuales en torno de los USD 12.000 millones anuales. Vale aclarar, sin embargo, que los proyectos cupríferos, como la alianza entre Lundin Mining y BHP, la minera más grande del mundo, para explotar los proyectos Josemaría y Filo del Sol en el llamado “Distrito Vicuñas”, suerte de “Vaca Muerta” minera sanjuanina, así como el proyecto Los Azules, también en San Juan, que se sumarán al RIGI, tienen tiempos de maduración de varios años. Josemaría está en etapa de pre-construcción. Una evidencia de que el proyecto no tiene vuelta atrás, de la que da cuenta un informe de la consultora Aleph Energy, de Daniel Dreizzen, ex secretario de Planeamiento Energético, es que Lundin “está cerca de cerrar un acuerdo con Boliden AB para vender sus minas Zinkgruvan y Neves-Corvo, en Europa, para financiar los proyectos Josemaría y Filo del Sol”. Otros proyectos, como El Pachón y MARA, de Glencore, un gigantesco trader mundial, están en casi permanente ampliación exploratoria, al igual que Taca Taca (First Quantum). Nuton, una unidad de tecnología minera de Rio Tinto, firmó un acuerdo de inversión de USD 250 millones en proyecto cuprífero Altar, de Aldebaran Resources, en San Juan, para financiar pruebas de tecnología de lixiviación y mejorar el perfil económico del proyecto. En conjunto, según una estimación de la Secretaría de Minería de la Nación, los principales proyectos cupríferos demandan inversiones del orden de los USD 17.000 millones, una cifra muy desafiante para la economía argentina. Así las cosas, el cobre es una apuesta de largo plazo y debe pasar varias etapas, entre exploración, aprobaciones regulatorias, construcción (la de mayor impacto en las provincias y comunidades involucradas, por las inversiones y el empleo que genera) hasta llegar a producción y exportación. Los Azules, otro proyecto avanzado, al que ya aportaron capital la automotriz Stellantis y la minera Río Tinto, iniciaría construcción a fin de este año y entraría en producción no antes de 2027. El mineral blanco En cantidad de proyectos, el litio sigue siendo el mineral que más atención capta; la Argentina es ya el cuarto mayor productor mundial y podría escalar al tercer o segundo lugar en la próxima década. Inversiones como la de Rio Tinto, que adquirió en USD 6.700 millones Arcadium Lithium, el principal productor litífero de la Argentina y cuyo CEO, Jakob Stausholm, se reunió en Roma con el presidente Javier Milei, son evidencia de ese atractivo. Milei, en la reunión que tuvo en Roma con el CEO de Rio Tinto, Jakob Stausholm Eso sucedió pese a que los precios no jugaron a favor en los últimos dos años. Para peor, en los primeros diez meses de 2024, precisa el Índice de Costos de la Minería Argentina (ICMA) que elabora la consultora Abeceb para CAEM, los costos mineros aumentaron 24,9% en dólares, con “Remuneraciones” (43,8%) liderando la suba, seguida por “Explosivos” (36,6%) y Energía Eléctrica (29,3 por ciento). “Con estos precios la mayoría puede seguir operando, pero los márgenes son bajos. Tuvimos la suerte como país de que los proyectos avanzaron en un momento de auge y porque Chile y Bolivia tomaron medidas que desalentaron la inversión. En los últimos dos meses hubo una leve mejora y se espera una recuperación, pero no vamos a volver a los precios espectaculares de 2021 y 2022. Los actuales a los proyectos argentinos les permiten seguir operando, mientras en el mundo van desapareciendo proyectos que a 60.000 u 80.000 la tonelada eran rentables”, dijo Cacciola, el titular de CAEM. Una prueba contundente del alcance de los replanteos litíferos en otras latitudes es que la norteamericana Albemarle, el mayor productor mundial de litio, debido a la caída mundial del 71% en el precio reportó pérdidas en el tercer trimestre de 2024 y decidió ajustar entre USD 800 y 900 millones su presupuesto exploratorio. Mientras eso sucedía en el mundo, en los primeros diez meses del año pasado -precisa el informe de Aleph Energy- en la Argentina el volumen de exportación de litio aumentó nada menos que 127% y se presentó el proyecto del Gasoducto Vicuñas, que con una inversión de USD 370 millones y 304 kilómetros de extensión proveerá de Gas Natural a 10 salares en Jujuy, Salta y Catamarca, se conectará al gasoducto troncal proveniente de Neuquén a través del Gasoducto Norandino e incluirá fibra óptica para las necesidades de conectividad de los proyectos mineros. Además, Galán Lithium se sumó al RIGI con una inversión de USD 200 millones en el proyecto Hombre Muerto Oeste en Catamarca, que iniciaría producción este mismo año, con unas 5.400 toneladas iniciales e incrementos progresivos en las etapas posteriores. Por cierto, como ya reflejó Infobae, hay expectativas de recuperación del precio del litio, que mantiene el atractivo de la Argentina como fuente de producción y aprovisionamiento, pero cierta ansiedad y exceso de expectativas, así como el aumento de los costos en dólares juegan en contra de la actividad minera. En San Juan, por ejemplo, hay 23 “Cámaras de Proveedores”, precisó Cacciola. ”Eso se tiene que ordenar, y también hay que evitar que se importe cualquier cosa. Para que se consolide el proceso de crecimiento y se sostenga la licencia social, el beneficio tiene que ser para los argentinos”. Lluvia de proveedores Los proveedores provinciales, dijo Cacciola, tienen que competir y hacer un esfuerzo para ser más eficientes. Además, agregó, mientras algunos gobiernos provinciales ponen restricciones para limitar el ingreso de proveedores de otras provincias, “se están importando cosas que no se deberían importar”. Vista panorámica de La Alumbrera, la última gran operación cuprífera activa en la Argentina, que cerró en 2017 Ejemplo de eso serían, en el caso del litio, los módulos habitacionales de los campamentos mineros, que provincias industriales como Córdoba y Santa Fe, cuyos gobiernos apoyaron el RIGI, pueden proveer. El problema ahí son los chinos, cuyos precios “rompen el mercado”, dijo Cacciola. En el caso del cobre, en las provincias cordilleranas se estarían contratando empresas de perforación de Chile, algo que a su vez tendría relación con la disponibilidad de equipos. “Los proveedores tienen que ordenarse y a la vez no hay que poner en riesgo la licencia social. Si al tipo que invirtió lo dejan de lado, se vuelve antiminero”, alertó Cacciola. “Tenemos que evitar perder el logro de que hoy el 70% de la población está a favor de la minería. En 2025 tenemos que poner en blanco y negro las dificultades. Los proyectos son rentables y ahora tenemos la competitividad que da el RIGI. Hay que asegurar que los proyectos derramen y hacer un trabajo fuerte de capacitación para que los trabajos operativos los hagan los argentinos”, concluyó.
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