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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/01/2025 12:42
El novelista David Lodge murió a los 89 años. (PIERRE VERDY / AFP) La contribución de David Lodge a la literatura británica, tanto como novelista como crítico literario, ha dejado una huella imborrable en el panorama cultural. Su familia, en un comunicado difundido tras su fallecimiento, destacó el orgullo que sienten por los logros del escritor y el impacto que sus obras han tenido en lectores de todo el mundo. Lodge, quien falleció el pasado 1! de enero a los 89 años, fue reconocido por su aguda capacidad para retratar la sociedad con humor y profundidad. Según informó Penguin Random House, el autor murió en paz, rodeado de sus seres queridos. “Es el máximo representante de esa ironía sutil y permanente, que no desencadena nunca la carcajada, pero que hace que el lector de sus novelas tenga una permanente sonrisa en su rostro”, decía de él, en 2023, el editor argentino Daniel Divinsky en un artículo publicado en Infobae. Nacido el 28 de enero de 1935 en Londres, Lodge vivió una infancia marcada por los desplazamientos durante la Segunda Guerra Mundial, residiendo en Surrey y Cornualles. Su pasión por las letras lo llevó a graduarse con honores en Letras en el University College de Londres en 1955, donde también completó un máster cuatro años después. A los 24 años contrajo matrimonio con Mary Frances Jacob, su compañera universitaria desde los 18 años, con quien tuvo tres hijos. La carrera literaria de Lodge comenzó en 1960 con la publicación de su primera novela, The Picturegoers, aunque su reconocimiento internacional llegó en 1975 con Intercambios, la primera entrega de su célebre Trilogía del Campus. Esta serie, que incluye también El mundo es un pañuelo (1984) y ¡Buen trabajo! (1988), se convirtió en un referente de la comedia social y le valió dos nominaciones al prestigioso Premio Booker, el galardón más importante de la literatura británica. Ambas novelas fueron adaptadas posteriormente como series de televisión, consolidando su impacto cultural. En su artículo de Infobae, Daniel Divinsky apuntaba: “En ¡Buen trabajo! se relatan las desventuras de una profesora universitaria, especialista en la narrativa relacionada con la Revolución Industrial, que debe investigar a un empresario con pocos intereses culturales, haciendo un seguimiento de su actividad cotidiana, para enorme disgusto del investigado. El enorme Anthony Burgess (La naranja mecánica entre sus muchas obras) se refirió a esta novela como “una obra de inteligencia desbordante, informativa, perturbadora y muy divertida que confirma que Lodge tiene derecho a ser considerado uno de los mejores novelistas de su generación”. El Booker es bueno pero malo En una entrevista con The Times en 2018, Lodge reflexionó sobre el impacto del Booker en los escritores, afirmando: “El Premio Booker es bueno para la novela, pero malo para los novelistas”. Este comentario refleja su aguda percepción de la industria literaria y su capacidad para analizar críticamente el entorno cultural en el que trabajaba. Además de su prolífica carrera como escritor, Lodge dedicó gran parte de su vida a la enseñanza. Fue profesor de literatura inglesa en la Universidad de Birmingham desde 1960 hasta 1987, y tras su jubilación, continuó vinculado a la institución como catedrático emérito. Su labor académica y literaria le valió numerosos reconocimientos, entre ellos su elección como miembro de la Real Sociedad de Literatura Inglesa (FRSL) en 1976, así como el nombramiento como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia y Comandante de la Orden del Imperio Británico (CBE) en 1998. El escritor británico David Lodge. (PIERRE VERDY / AFP) Según detalló Penguin Random House, Lodge fue un autor que supo combinar la crítica literaria con la narrativa, creando obras que ya son consideradas clásicos modernos. Entre sus títulos más destacados se encuentran Almas y cuerpos (1980), que aborda temas como la juventud católica y la anticoncepción, y Terapia (1995), una novela en la que el protagonista viaja a España, recorriendo la isla de Tenerife y el Camino de Santiago en busca de su primer amor. Su última obra publicada, Varying Degrees of Success (2021), completa una trilogía autobiográfica en la que Lodge reflexiona sobre su vida y carrera, desde su nacimiento hasta los años recientes. Este libro cierra un ciclo literario que no solo documenta su trayectoria personal, sino que también ofrece una visión íntima de su evolución como escritor. La familia del autor recordó con cariño las animadas conversaciones que compartían en la mesa familiar, donde Mary, su esposa fallecida en 2022, solía debatir con él mientras Lodge recurría a libros de referencia para resolver cualquier disputa. “Nuestra madre siempre defendía su posición, y David estaba listo con un libro para buscar algo que estaba en discusión”, señalaron en su comunicado. Liz Foley, editora de Lodge, lo describió como una persona “amable, modesta y divertida”, y destacó la inmensidad de su contribución a la cultura literaria. “Sus novelas magistrales e icónicas ya se han convertido en clásicos”, afirmó Foley, subrayando el impacto duradero de su obra en generaciones de lectores. El legado de David Lodge trasciende las páginas de sus libros. Su capacidad para capturar las complejidades de la vida universitaria, las relaciones humanas y los dilemas sociales con humor y perspicacia lo posiciona como una figura central en la literatura contemporánea. Su fallecimiento representa una pérdida significativa para las letras británicas, pero su obra perdurará como testimonio de su genio creativo y su profunda comprensión de la condición humana.
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