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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/01/2025 02:40
Aunque no es necesario esperar al cambio de calendario, este puede servir como excusa para reflexionar sobre nuestros hábitos y cómo estos pueden contribuir a un mejor porvenir económico (Foto: AP) El fin de un año y el comienzo de otro suelen ser momentos propicios para realizar balances y fijar nuevos objetivos, particularmente en el ámbito financiero. Aunque no es necesario esperar al cambio de calendario, este puede servir como excusa para reflexionar sobre nuestros hábitos y cómo estos pueden contribuir a un mejor porvenir económico. Al fin y al cabo, unas finanzas organizadas son esenciales para alcanzar metas como unas vacaciones, un cambio de vivienda, la compra de un auto o incluso planificar la jubilación. Un plan financiero personal es clave porque permite definir objetivos a corto, mediano y largo plazo, facilitando la toma de decisiones diarias y mensuales. Un plan financiero personal es clave porque permite definir objetivos a corto, mediano y largo plazo, facilitando la toma de decisiones diarias y mensuales Pero ¿por qué es tan importante ocuparse de las finanzas personales? Porque impactan directamente en nuestro bienestar general, así como en nuestra salud física y mental. Cuando las finanzas están bajo control, se genera una sensación de confianza, tranquilidad y una mejora en la autoestima. Por el contrario, los problemas económicos suelen traducirse en estrés, desánimo y hasta decisiones impulsivas o desacertadas. La economía personal no es el único factor que determina el bienestar, pero sin duda ocupa un lugar importante. Por eso, dedicar tiempo al análisis de las finanzas es un primer paso crucial. Registrar ingresos y gastos es la base: armar un presupuesto y realizar un seguimiento permite organizarse y contar con información que facilita la toma de decisiones. Este hábito, especialmente al inicio de un nuevo año, puede ser una excelente forma de comenzar a construir finanzas más saludables. La economía personal no es el único factor que determina el bienestar, pero sin duda ocupa un lugar importante (Foto: Shutterstock) El siguiente paso consiste en lograr que el presupuesto permita un ahorro -es decir, mantener los gastos por debajo de los ingresos- y, en caso de tener deudas, ordenar y planificar su disminución. Con este panorama más despejado, llega el momento de mirar hacia adelante, planificar y tener en cuenta cómo el tiempo y las inversiones pueden ser aliados para alcanzar objetivos. Las metas financieras suelen dividirse en tres grandes categorías: proteger el capital frente a la inflación o devaluación, hacerlo crecer para cumplir objetivos específicos, y potenciar el patrimonio a largo plazo. Este último punto incluye tanto la planificación de la jubilación como la búsqueda de estabilidad económica a futuro. Las inversiones, en este sentido, fortalecen el patrimonio al generar ingresos adicionales, como intereses o rentas, que aportan solidez a las finanzas. Las inversiones en activos financieros fortalecen el patrimonio al generar ingresos adicionales, como intereses o rentas, que aportan solidez a las finanzas (Foto: Reuters) Un aspecto esencial al invertir es definir el perfil del inversor, que depende de variables como edad, profesión, conocimientos sobre el mercado y capacidad de asumir pérdidas sin comprometer el bienestar emocional. Este perfil -que puede ser conservador, moderado o agresivo- permite identificar qué instrumentos financieros son más adecuados para cada caso. Perfil de riesgo Por ejemplo, un perfil conservador prioriza opciones con bajo riesgo y rendimientos moderados, mientras que uno agresivo acepta mayor volatilidad a cambio de un potencial rendimiento más alto. El perfil moderado equilibra entre ambos extremos. Elegir el perfil adecuado ayuda a invertir de manera consciente y cómoda, evitando decisiones apresuradas o incompatibles con las expectativas y necesidades personales. La educación financiera es una herramienta fundamental para todos Es importante evitar errores comunes en la gestión financiera. No dedicar tiempo suficiente al presupuesto y su seguimiento es uno de ellos. Otro es asumir que las inversiones son exclusivas para ciertos perfiles o ingresos altos, cuando en realidad la educación financiera es una herramienta fundamental para todos. Tomar decisiones basadas en emociones o no pensar en el largo plazo también suelen generar problemas. Construir un futuro financiero saludable comienza con las acciones de hoy. Si aún no has comenzado, el 2025 puede ser un excelente momento para dar ese primer paso. La autora es directora de PPI (Portfolio Personal Inversiones)
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