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Concordia » Hora Digital
Fecha: 03/01/2025 16:06
Un amplio contingente de agentes de la Oficina Anticorrupción, acompañado por cientos de policías, se enfrentó a la resistencia de los guardaespaldas y un grupo de militares que protegen la residencia en la que Yoon ha permanecido atrincherado durante semanas. La Policía y agentes anticorrupción surcoreanos intentaron arrestar el viernes al presidente suspendido Yoon Suk Yeol en medio de la investigación por la declaración de ley marcial. Enfrentaron una fuerte resistencia de los guardaespaldas del mandatario depuesto e incluso de un grupo de militares leales a él. La situación fue extremadamente tensa y durante algunas horas inciertas, mientras cientos de seguidores de Yoon se congregaban fuera, llegando para "proteger" al presidente suspendido debido a la crisis desencadenada por la ley marcial declarada el 3 de diciembre. Suspendido de sus funciones por la Asamblea Nacional en medio de un escándalo político, y con su destitución en proceso en el Tribunal Constitucional, Yoon se enfrenta además a acusaciones de "insurrección", un delito que en Corea del Sur puede acarrear cadena perpetua o incluso la pena de muerte. Los investigadores de la Oficina de Investigación de la Corrupción, responsables del caso contra Yoon por su intento de promulgar la ley marcial, llegaron el viernes a su residencia en Seúl con el objetivo de arrestarlo. Yoon, quien ha estado encerrado en su casa rechazando la orden de arresto, está rodeado por sus guardaespaldas y un grupo de militares leales. Aunque el ente investigador comunicó de manera breve el inicio de la orden de arresto contra Yoon Suk Yeol, la agencia de noticias Yonhap informó que la comitiva de agentes fue bloqueada por una unidad militar al ingresar a la residencia y se encontraron con la oposición de los servicios de seguridad del presidente, lo que generó temores de un enfrentamiento armado entre las fuerzas de seguridad. Los guardaespaldas de Yoon siempre han defendido al suspendido mandatario con firmeza, actuando como si aún estuviera en el poder y obstruyendo las órdenes de allanamiento de su residencia. A pesar de encontrarse encerrado, Yoon ha prometido "luchar hasta el final" contra las autoridades que intentan detenerlo e interrogarlo por la declaración de la ley marcial y el envío del ejército a la Asamblea Nacional. Los abogados de Yoon han insistido en que la orden de arresto en su contra es ilegal e inválida, desafiando la ejecución ilegítima de la misma y anunciando la toma de acciones legales al respecto. La zona alrededor de la residencia de Yoon ha sido acordonada y se encuentra fuertemente custodiada este viernes. Miles de partidarios del presidente se han congregado en las inmediaciones, algunos permaneciendo toda la noche y otros llegando conforme se difunden noticias sobre el intento de detención. En medio de un amplio despliegue judicial y mediático, los seguidores de Yoon corean su nombre y entonan cánticos como "La orden de captura ilegal no es válida". La agencia de prensa Yonhap reportó que se han movilizado 2.700 agentes y 135 vehículos policiales para evitar enfrentamientos entre los seguidores airados del presidente y manifestantes con opiniones opuestas presentes en la zona. La decisión de Yoon de imponer la ley marcial sumió al país en una grave crisis política al ser la primera vez en la historia democrática de Corea del Sur que un mandatario tomaba esa medida, ocurriendo en la noche del 3 de diciembre. Después de ser presionado por los diputados opositores mayoritarios en la Asamblea Nacional, Yoon se vio obligado a dar marcha atrás con la declaración de la ley marcial, lo que desencadenó protestas masivas en su contra. Tanto Yoon como algunos de sus colaboradores enfrentan ahora una investigación por "insurrección". A pesar de haber desobedecido citaciones para ser interrogado, los investigadores solicitaron una orden de arresto que el equipo legal de Yoon ha recurrido al Tribunal Constitucional, mientras la oficina anticorrupción advierte sobre posibles consecuencias legales para quienes intenten impedir la detención del presidente suspendido. El objetivo de los responsables de la oficina es arrestar a Yoon y llevarlo a su sede en Gwacheon para ser interrogado. Bajo la orden actual, Yoon podría ser retenido hasta 48 horas, siendo necesario solicitar una nueva orden para prolongar su arresto.
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