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  • Exilio, esclavitud y secuestro: las cicatrices de la expulsión de los judíos sefardíes en 1493

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 03/01/2025 08:36

    Niños de familias judías expulsadas de España fueron arrancados de los brazos de sus padres en Portugal y enviados a la inhóspita isla de Santo Tomé (Captura de un adelanto del documental) El tiempo ha sepultado innumerables tragedias bajo el peso de siglos, pero algunas emergen como heridas mal cicatrizadas cuando la historia se detiene a mirarlas de frente. Uno de esos episodios resurge ahora gracias a una colaboración entre la Fundación HispanoJudía y la Comunidad Judía de Oporto: un documental gratuito que llevará por título Los 2.000 Niños Judíos Españoles Secuestrados. El estreno, previsto para mayo de 2025, promete arrojar luz sobre un capítulo olvidado de 1493, cuando los niños de familias judías expulsadas de España fueron arrancados de los brazos de sus padres en Portugal y enviados a la inhóspita isla de Santo Tomé, en el golfo de Guinea. La tragedia del exilio El exilio fue equivalente a una sentencia de muerte para muchos niños (Captura de un adelanto del documental) Tras el decreto de expulsión de los Reyes Católicos en 1492, más de 120.000 judíos, según relata el cronista Abraham Zacuto en su Libro de Genealogías, huyeron hacia Portugal. Allí, encontraron refugio temporal bajo la promesa del rey Dom João II de permitir su permanencia a cambio de un tributo monetario. Pero la hospitalidad pronto se tornó en extorsión. Cuando las familias no lograron reunir los fondos requeridos o se vieron atrapadas por el vencimiento de los plazos legales, el monarca impuso medidas brutales: esclavitud o, en el caso más extremo, el secuestro de los hijos menores de 8 años. Estos niños, enviados a Santo Tomé, partieron en barcos abarrotados hacia un destino casi seguro de muerte. Miles de niños fueron enviados a Santo Tomé (Captura de un adelanto del documental) —El sufrimiento no era solo físico; era la mutilación de las raíces de esas familias —explica Michael Rothwell, director de los museos Judío y del Holocausto de Oporto. La isla, desierta y venenosa, se ganó entre los judíos el nombre de I Ha Timshaim (“Isla de los Lagartos”), por las bestias que devoraban a quienes osaban adentrarse en sus parajes. Pero los reptiles eran solo uno de los múltiples horrores: fiebre, hambre y la ausencia total de refugio convertían el lugar en un infierno terrenal. Ecos del pasado en el presente El documental gratuito que llevará por título 'Los 2.000 Niños Judíos Españoles Secuestrados' (Captura de un adelanto del documental) El documental, una iniciativa conjunta de las dos principales organizaciones culturales judías de la península ibérica, se presenta como un homenaje a las familias afectadas por los secuestros por parte de los terroristas de Hamas el 7 de octubre de 2023 y también como un recordatorio de que estas historias no pertenecen únicamente al pasado. El trauma del secuestro, sostiene David Hatchwell Altaras, presidente de la Fundación HispanoJudía, “es una constante histórica que resuena con los dramas actuales del pueblo judío”. La película también rescatará las voces de cronistas y líderes judíos como Isaac Abravanel, Samuel Usque y Shlomo Ibn Verga, quienes describieron el sufrimiento con crudeza y detalle. Según los registros, incluso el rey Dom João II, al borde de la muerte, deliraba suplicando: “¡Saquen a esos niños de allí!”. Un pasado común entre España y Portugal "El sufrimiento no era solo físico; era la mutilación de las raíces de esas familias", explica Michael Rothwell, director de los museos Judío y del Holocausto de Oporto (Captura de un adelanto del documental) —No podríamos haber realizado este esfuerzo por separado —afirma Rothwell—. Las comunidades sefardíes de España y Portugal comparten un legado indivisible: apellidos, matrimonios, exilios y hasta historias como esta. La Comunidad Judía de Oporto ha donado al futuro Museo Judío de Madrid una réplica de la bodega y cubierta de uno de los barcos construidos para el rodaje. La recreación busca ilustrar cómo los niños fueron transportados hacia su calvario. Ambas organizaciones destacan la relevancia de este proyecto no solo como una lección histórica, sino como un puente hacia el entendimiento del presente. Las expulsiones y persecuciones de finales del siglo XV sembraron las semillas de la diáspora sefardí que marcó la prosperidad de otras regiones: los Países Bajos, Turquía, los Balcanes y hasta América. La memoria como resistencia La isla, desierta y venenosa, se ganó entre los judíos el nombre de I Ha Timshaim (“Isla de los Lagartos”) (Captura de un adelanto del documental) El documental, al que se podrá acceder gratuitamente en línea, se inscribe en un esfuerzo mayor por preservar y difundir la historia de los judíos ibéricos. Este pueblo, cuya herencia incluye figuras como Maimónides y Yosef Karo, ha sido un testimonio vivo de la interacción cultural entre musulmanes, cristianos y judíos en la península. Pero esta historia, como demuestra la colaboración entre Madrid y Oporto, es también un recordatorio de los peligros de olvidar. En palabras de Hatchwell: “Es nuestra responsabilidad honrar la memoria de aquellos niños y asegurar que nunca más se repitan horrores como estos". Hoy, siglos después, los ecos de Santo Tomé persisten como una advertencia silenciosa en el corazón del tiempo.

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