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Concordia » El Heraldo
Fecha: 02/01/2025 23:12
"Cuidar la vida, cuidar la vida herida ¡cuánta vida herida! restaurar la dignidad de la vida de cada "nacido de mujer" es la base fundamental para construir una civilización de paz", aseguró este 1 de enero, el Papa Francisco al presidir la misa en la Basílica de San Pedro en la solemnidad de Santa María Madre de Dios y con motivo de la Jornada Mundial de la Paz. El Santo Padre pidió "un compromiso firme para promover el respeto a la dignidad de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural", porque cada persona "puede amar su vida y mirar al futuro con esperanza". "Encomendemos este nuevo año que se abre a María, Madre de Dios, para que también nosotros aprendamos, como ella, a encontrar la grandeza de Dios en la pequeñez de la vida", instó Francisco, añadiendo: "Para que podamos aprender a cuidar de toda criatura nacida de la mujer, salvaguardando ante todo el precioso don de la vida, como lo hace María: la vida en el seno materno, la de los niños, la de los que sufren, la vida de los pobres, la de los vida de los ancianos, de los que están solos, de los que están muriendo". "María, Madre de Dios y Madre nuestra, nos espera allí mismo en el pesebre", aseguró el Papa: "Ella también nos muestra, como a los pastores, al Dios que siempre nos sorprende, que no viene en el esplendor del cielo, sino en la pequeñez de un pesebre. Encomendémosle este nuevo año jubilar, encomendémosle las preguntas, las preocupaciones, los sufrimientos, las alegrías y todo lo que llevamos en el corazón. A ella le confiamos el mundo entero, para que renazca la esperanza, para que por fin brote la paz para todos los pueblos de la tierra". No a un "Dios abstracto" "Existe una tentación que hoy fascina a muchas personas pero que también puede seducir a muchos cristianos: imaginar o fabricar un Dios abstracto, vinculado a una vaga idea religiosa, a una buena emoción pasajera", afirmó Francisco en otro pasaje de su homilía, recordando que Jesús "nació de una mujer, tiene rostro y nombre, y nos llama a tener una relación con Él". La expresión "nacido de mujer", para el Papa, "nos habla también de la humanidad de Cristo, para decirnos que Él se revela en la fragilidad de la carne". "Si descendió al vientre de una mujer, naciendo como todas las criaturas, aquí se muestra en la fragilidad de un niño. Por esto los pastores, al ir a ver con sus propios ojos lo que el ángel les anunciaba, no encontraron signos extraordinarios ni manifestaciones grandiosas, sino que encontraron a María y a José y al Niño, acostados en el pesebre. Encuentran a un recién nacido indefenso, frágil, necesitado de los cuidados de su madre, necesitado de pañales y leche, de caricias y de amor".
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