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  • Galdeano: “Hemos tenido una administración eficiente que permitió llevar adelante una gestión sin dificultades financieras y con mucha inversión pública”

    » El Ciudadano

    Fecha: 02/01/2025 17:52

    Daniel Zecca Julián Galdeano ocupa un área del gobierno provincial que se creó con la asunción de Maximiliano Pullaro: la denominada Secretaría de Vinculación Institucional. Galdeano y Pullaro suturan en la gestión las heridas que quedaron de la campaña 2023: «Fuimos construyendo confianza en un gobierno que fue ganando confianza interna con mucha potencia», explicó Galdeano en charla con El Ciudadano. «Me gustaría que vos me acompañes, que tengas un rol más político, una mirada por fuera de la diaria de la gestión», contó Galdeano sobre la invitación que le hizo el gobernador a inicios de su gobierno. De hecho, la secretaría que tiene a cargo se ocupa de proyectos que involucran a varios ministerios al mismo tiempo. «La verdad es que tuve mucha receptividad del gobernador y de los ministros, y pude llevar adelante los desafíos que nos fuimos poniendo en términos de gestión y de proyectos si se quiere más transversales del gobierno, no tan encorsetados o focalizados en una sola área de gobierno», explicó. El ex diputado provincial radical hizo un balance de la gestión y resaltó el valor de haber terminado con “los kioscos de la administración pública” que, según el armador radical, vienen “desde el 83”. «Los 45.000 millones de pesos que se ahorró en los primeros ocho meses Silvia Ciancio en las licitaciones de medicamentos, en Salud, no eran de Perotti. Venían del 83, por lo menos», advirtió. En términos políticos, y frente a las elecciones de medio término y de convencionales constituyentes de este año, a las que define como «ideales para la antipolítica», explica que «la inteligencia de Unidos como coalición política es no caer en el barro del debate nacional». Y profundiza: «Nuestro objetivo principal es gobernar la provincia, y eso lo tenemos que hacer bien y, si eso significa desatender el debate nacional, los partidos políticos que integramos Unidos lo tendremos que hacer, para alambrar la provincia y concentrarnos acá». Sobre el futuro no tan cercano, se anima a proyectar que «si las cosas salen bien, Pullaro va a tener un rol distinto en el plano nacional». —¿Qué balance podés hacer del primer año de gestión? —Después de un tiempo de acomodamiento, que lleva cualquier inicio de gobierno, valoro un año donde hubo muchísimos desafíos, porque fue muy movidito en término de las iniciativas que el gobierno llevó adelante. El acomodamiento del equipo de gobierno fue muy rápido, la verdad es que yo he visto experiencias donde tribus, vertientes, referentes, dirigentes o funcionarios de distintos espacios tardaron cuatro años y a veces ni siquiera alcanzó el tiempo para amalgamar un equipo que tenga eficiencia en la función. Esta vez se notó otra actitud, quizás por el liderazgo de Maxi, quizás por el contexto político en que se dieron los procesos electorales. —¿Por cómo quedó configurado el poder? —Sí, pero también en un gobierno que acumuló tanta musculatura política, lo natural hubiera sido que las diferencias surgieran adentro, al no existir oposición, pero eso no sucedió. Y hay que darle un mérito al gobernador y al equipo de gobierno de cada área, porque esto no pasó. Y no pasó, no porque no se hayan dado debates profundos en temas ríspidos y difíciles de la administración. Al contrario, los conflictos con los gremios estatales fueron potentes, sobre todo con docentes, encarar las reformas procesales penales y las leyes que fueron en ese sentido también, la reforma previsional ni hablar, los conflictos de Iapos, y obviamente las diferencias con la Justicia o los problemas con la ley de reforma judicial, y la reforma constitucional. Y en el marco de una crisis de la economía argentina, con inflación, con dificultades, con desentendimiento de Nación respecto de las provincias. En todo ese contexto, el equipo de gobierno se mantuvo homogéneo, aceitado, sin mayores diferencias, sin rispideces. Fijate que Milei lleva 50 o 60 funcionarios cesanteados y acá prácticamente ninguno. Y en ese contexto, todo ese viento de cola positivo ayudó. En mi caso personal también, porque la verdad es que tuve mucha receptividad del gobernador y de los ministros, y pude llevar adelante los desafíos que nos fuimos poniendo en términos de gestión y de proyectos si se quiere más transversales del gobierno, no tan encorsetados o focalizados en una sola área de gobierno. —¿Cuáles son los objetivos de tu gestión? —Muchos de los objetivos que trabajamos desde el primer día tenían que ver con iniciativas, proyectos, ideas o bosquejos de avanzar sobre algunos problemas, que no abarcaban solamente a un ministerio. Tomamos desde el diseño de un nuevo sistema de salud laboral, que recién se puso en consideración de oferentes el pliego licitatorio, hasta un nuevo sistema de salud laboral, tomamos temas que tenían que ver con la litigiosidad de la Justicia laboral, las diferencias que había, la relación con las compañías de seguros, la relación dificultosa que veníamos teniendo con la Superintendencia de Riesgos del Trabajo desde que adherimos a la ley de ART, y tomamos temas que tienen más que ver con una mirada estratégica de impulso de determinadas actividades, como son la ley de Bienes de la provincia, que ahora se envió a la Legislatura. Nosotros ya tenemos una Unidad Ejecutora trabajando en el diseño del Parque de la Cabecera, hay un máster plan ahí, junto con el municipio y la provincia. Estamos trabajando con otro equipo en el traslado de la estación transformadora de la EPE de San Martín y Catamarca, para ahí también tener un proyecto donde participan desde el Ministerio de Ambiente hasta la Municipalidad y la provincia. Trabajamos en la primera etapa, hasta que se consolidó, en la unidad ejecutora de la cárcel, con Diego Leone, todo lo que fue el proceso del diseño de la cárcel nueva de Piñero, el proceso de expropiación de los lotes, etcétera. Después tomamos a cargo, con otro equipo también, la organización de los Juegos Sudamericanos, tomamos temas de mediano plazo que estamos viendo, como es por ejemplo todo el relacionamiento con YPF, que también se mandó ahora a la Legislatura, esto abarca desde la plataforma de carga de combustible de la flota de patrulleros y flota oficial de la provincia, donde vamos a tener el mejor descuento de todo el país, se concesionan las dos estaciones de la autopista e YPF se compromete a hacer una tercera en el inicio del kilómetro 5, avanzamos con Puccini en la mesa de proveedores de Vaca Muerta, en el proyecto potencial de reconversión de la refinería San Lorenzo, en temas como el asfalto para el aeropuerto, asfalto con otro componente para los caminos rurales, en fin… —A un año de tu designación, ¿te sorprendió la decisión del gobernador? —No, lo veníamos charlando. Fuimos los últimos, por decirlo así, de los espacios políticos que había que nos terminamos de incorporar al gobierno. Planteamos de entrada que no teníamos pretensiones de tener un lugar de gestión específica, pero sí de ocupar determinados roles, comercio exterior, justicia, etc. Después Maxi me dijo «me gustaría que vos me acompañes, que tengas un rol más político, una mirada por fuera de la diaria de la gestión». Esa conversación derivó en otra frase que repito siempre: «Ni yo necesito estar en el gobierno ni vos necesitás que yo esté». Pero acepté probar, para ver de qué manera cada uno puede aportar su granito de arena. Y fui de a poco, no sé si ganando confianza, pero sí cumpliendo las tareas que van surgiendo, a veces porque surgen de mí, a veces porque surgen de un tercero y me caen a mí, a veces porque me meto a opinar y a participar de otras iniciativas, y eso fui haciéndolo, con mucho aval del gobernador, y eso te da un respaldo que te permite hacer las cosas con cierta libertad, con cierta autonomía. Pero también él va siguiendo mucho los procesos, no es que se desentiende. Tiene ese estilo de que da mucha libertad a los funcionarios, pero también hace un seguimiento muy cercano de cómo va marchando cada uno de los proyectos. De hecho la plataforma que se ha implementado en el gobierno, este sistema informático de carga de los proyectos y de los procesos, él la toma muy en serio. —Vos venías de un sector que había tenido un cruce fuerte en campaña y llamó la atención tu incorporación al gobierno, ¿a vos no te sorprendió? —A mí no y a él tampoco, porque siempre tuvimos buen diálogo, independientemente de los chispazos que pueda haber en una campaña electoral. Yo soy de mirar para adelante siempre, y me parece que Maxi también. Eso ayudó y entiendo que para ambos -me meto en un terreno que no soy quien para decirlo- fuimos construyendo confianza en un gobierno que fue ganando confianza interna con mucha potencia. —Tenés un pasado muy relevante, mucha influencia política dentro del radicalismo y en la política provincial, ¿cómo ves que viene este año que va a ser muy fuerte desde lo electoral? —El desafío de tener una buena perfomance en la elección de constituyentes obviamente que atraviesa el resto de las categorías, y para eso observo mucha amplitud del gobernador y de los espacios políticos que integramos Unidos. Es una elección ideal para la antipolítica y sin embargo nosotros, con un discurso político, podemos llegar a buen puerto, tener una buena actuación. Hacía mucha falta un cambio de la constitución provincial. Hay que mucha gente que no le da importancia, o no lo mira con tanto interés, pero lo que se logró es un cambio trascendente desde el punto de vista del ordenamiento institucional, desde el punto de vista de cómo se diseña el Estado, no va a ser menor, y lo vamos a terminar disfrutando o padeciendo, según cómo termine la convención, en los próximos 20 o 30 años, sin dudas. Aunque ahora los procesos y los ciclos son mucho más cortos, más vertiginosos del día a día, nosotros vamos a tener un impacto, porque nuestro modelo institucional es prehistórico. Es prehistórico en sectores de poder que están enquistados, inclusive nos podemos autorreferenciar en eso, porque la política también impide determinados cambios en las reglas de juego que tiene. Ni hablar de la Justicia, de sectores de la administración pública. —¿Y por qué decís que es ideal para la antipolítica? —Porque en un proceso donde no se eligen cargos ejecutivos es muy fácil pararse enfrente y decir «aquellos son todos malos, fijate hasta dónde nos llevaron, el cambio soy yo, y soy el cambio más radical, el cambio más violento, el cambio más extremo». Entonces agarrás el organigrama y decís «mirá la Dirección de Asuntos…. y esto, fijate lo que le sale al contribuyente, y con esto podríamos trabajar…». Después hay que hacer los cambios, y cada casillero existe por algo, algunos están de más sin dudas. De hecho, nosotros hemos tenido muchísima capacidad de tener una administración más eficiente en la provincia, lo que ha permitido que llevemos adelante en momentos de crisis tremendos para las finanzas públicas una gestión sin dificultades financieras y con mucha inversión pública. ¿Cuánto hace que no se compraban más de mil patrulleros en una sola compra en la provincia de Santa Fe? ¿Hace cuánto que no se hacían las licitaciones de rutas troncales que se hicieron acá? ¿Hace cuánto que no se abordaban los proyectos de las mil aulas como se hizo acá? Son cosas que se hacen con recursos que se terminan ahorrando de kioscos que había en la administración pública, pero durante años. Pero este no es un problema de Perotti. Los 45.000 millones de pesos que se ahorró en los primeros ocho meses Silvia Ciancio en las licitaciones de medicamentos, en Salud, no eran de Perotti. Venían del 83, por lo menos. Los sobreprecios en las rutas y en las obras de Vialidad, también venían de otra época. ¿Y eso hace que sean responsables los funcionarios políticos de esas áreas? En algunos casos sí. Pero en otros casos ya era el circuito administrativo el que se enriquecía de esta manera. Nosotros ahorramos 7 mil millones solamente con la compra de víveres del Servicio Penitenciario, abriendo el juego. Había un solo proveedor, que no tenía empleados, era monotributista, y proveía pescado, carne, gallina, verdura, fideos y porotos. No existe eso. Ese tipo de cosas, que se abordaron con decisión, permitieron que los recursos se destinen correctamente, hacia donde deben estar. —No parece estar en un primer plano de la gestión cómo se logró encausar la parte económica. —Tuvimos una administración, no austera, sino muy eficiente de los recursos. En las licitaciones se modificaron los criterios y eso mejoró las compras. Tuvimos una buena paritaria, en el medio se hizo un montón de ahorro, porque hay muchísimas áreas del Estado donde se acotó el gasto, se tornó más eficiente. Un ejemplo, en el último año de Perotti se transfirieron 6.000 millones de pesos a los municipios. Nosotros vamos a terminar el 2024 con 58.000 millones de transferencias. Una torta de diferencia, y eso lo hicimos con ahorros propios, porque Milei no tiró nada, ni un centro. Eso es valioso, y nosotros ayudamos en eso, incorporando proveedores que antes no se presentaban, asegurándole que se le pagaba a los 15 días, pero que tenían que venir con el mejor precio del mundo. ¿Qué pasaba acá? Yo te convencía de que vos te presentes a tal licitación. Vos venías más barato y el funcionario de carrera planchaba el pago. Entonces en la próxima no te presentabas. ¿Quién se presentaba? El mismo de siempre, al que le pagaba más rápido. Todas estas cosas hubo que abordarlas, y habrá que seguir abordándolas. No es que terminaron. El Estado no es un estado hipereficiente. Se puso orden, se predica con el ejemplo, se establecieron procedimientos públicos, que todo el mundo los conoce. —¿Te gustaría formar parte de la elección de constituyentes? —Mirá, no tengo una ambición específica, pero obviamente que a todo dirigente político le gustaría estar en la placa donde dice «acá están los tipos que reformaron la constitución después de 62 años». Hicimos mucho, muchos de los que estamos acá, para obtener el volumen de apoyo que tuvo el proceso de reforma. No me desespera y creo que Unidos tienen que presentar la mejor oferta electoral posible, que exprese la heterogeneidad de la coalición, que no deje a nadie afuera, que contenga a todos, y que tenga un planteo público inteligente. Nosotros no tenemos que caer en el discurso fácil sobre la reforma, tenemos que llevarle a la gente nuestra propuesta, nuestro relato de por qué lo queremos hacer y qué es lo que queremos hacer. Eso nos va a dar más apoyo que salir corriendo para explicar por qué cambiamos tal o cual artículo. Nosotros tenemos que morir con la nuestra, con nuestro estilo de juego, y con eso vamos a ganar la elección si hacemos las cosas bien. Ahora, si me toca a mí estar no le voy a esquivar la responsabilidad. —¿Cómo ves que se puede configurar el mapa político en Santa Fe? ¿Ves un crecimiento en LLA? ¿Cómo ves al peronismo? —Al peronismo lo veo detonado, lamentablemente, porque la situación nacional del peronismo retumba mucho en Santa Fe y se potencia. Si hay 18 tribus y no hay una conducción, más allá de lo formal de Cristina a nivel nacional, imaginemos lo que pasa en Santa Fe, donde ni siquiera hay perspectiva de poder. Eso no ayuda. Y desde el punto de vista de los libertarios, obviamente que grandes sectores de la población valoran la política macroeconómica de Milei, principalmente la reducción de la inflación. Paradójicamente, aún con gran costo social, el nivel de hartazgo de sectores sociales respecto de la política, hace que incluso toleren los 40 años en el desierto. Están muy bien y van a hacer una buena elección. La inteligencia de Unidos como coalición política es no caer en el barro del debate nacional. En el debate nacional ellos nos van a ganar, y eso no significa no tener candidatos, pero nosotros tenemos que ponernos objetivos y nuestro objetivo principal es gobernar la provincia, y eso lo tenemos que hacer bien, y si eso significa desatender el debate nacional, los partidos políticos que integramos Unidos lo tendremos que hacer, para concentrarnos en alambrar la provincia y concentrarnos acá. —A la cordobesa. —A la cordobesa, con diferencia desde el momento en que el rol del radicalismo santafesino en el contexto nacional crítico del radicalismo, va a ser mucho más potente que el del peronismo cordobés en el peronismo nacional. Acá el socialismo santafesino conduce el socialismo nacional y el radicalismo santafesino, si bien todavía no conduce el radicalismo nacional, en esta escasez de rinocerontes, si las cosas salen bien, Pullaro va a tener un rol distinto en el plano nacional. No va a ser tan sencillo separar y alambrar la provincia porque también nos va a ir llevando la propia figura del gobernador.

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