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» El Ciudadano
Fecha: 31/12/2024 05:25
Daniel Zecca Después de 12 años como senador provincial, título que terminaba de revalidar en la última elección, Lisandro Enrico resolvió asumir en diciembre del año pasado el desafío de acompañar a su amigo Maximiliano Pullaro desde una de las áreas más complejas de la administración, el Ministerio de Obras Públicas. A manera de balance, Enrico exhibe cerca de 1.400 obras en el primer año de gestión, con un presupuesto ejecutado de 500 millones de dólares. Y promete 2.500 obras para el año próximo, con el triple de presupuesto. Las rutas de la provincia son su obsesión, aunque se queja de que Nación no se haga cargo de las conexiones nacionales: «A veces tenemos que salir a reparar rutas nacionales porque no tienen para tapar pozos». En el plano político, no le saca el cuerpo al debate de la reforma, en especial al debate por la reelección del gobernador: «Santa Fe necesita de la reelección, no de Pullaro, sino de cualquier gestión de gobierno». —¿Qué balance podés hacer de este primer año de gestión? Tu área aparecía como complicada, con la suma de recortes que bajaban de Nación y comprometían la disponibilidad de recursos. —Cuando asumimos el 10 de diciembre del año pasado teníamos un escenario complicado. Teníamos una inflación mensual de dos dígitos, y eso te desestructura cualquier tipo de proyección y ejecución de obra pública. Las empresas no podían comprar asfalto, hormigón, hierro, no había precios, no te vendían, los certificados de avance de obras se iban a las nubes, porque certificaban y las empresas nunca llegaban a poder cobrar lo que perdían por la inflación. Teníamos una cantidad de obras paralizadas licitadas en el gobierno anterior en la provincia y en la Nación, con empresas a las que no les convenía seguir trabajando porque se estaban fundiendo. Había un esquema general de déficit fiscal de 200 mil millones de pesos en la provincia. De a poco se fue ordenando. Empezamos a ordenar el Ministerio, la provincia redujo fuertemente gastos políticos y gastos improductivos, empezamos a pagar los certificados de deuda con empresas y cambiamos el régimen de determinación de precios para un régimen de inflación con una certificación mes a mes. La certificación es el pago a la empresa por los avances de obra. Cada certificación tiene una actualización de acuerdo a la inflación de ese periodo. Nunca compensaba la inflación. Entonces modificamos la certificación y la hicimos mensual. Los primeros 60 días fueron de ordenamiento administrativo. Retomamos la mesa de seguimiento a la obra pública, que era un espacio que había creado Miguel Lifschitz en 2016, donde se sientan las cámaras de la construcción y el gobierno para analizar el avance de la obra pública. Esa cámara había quedado paralizada en la época del gobernador Perotti y la reinauguramos con el gobernador Pullaro. Además fuimos a buscar financiamiento a la Bolsa de Comercio para pedir fondos privados para hacer obra pública, la mayoría en Rosario. Assa era una empresa hiperdeficitaria, donde el 70 por ciento del funcionamiento lo sostenía el Estado. Hubo un sinceramiento de las tarifas, recorte del gasto productivo, ordenamiento dentro del personal. Hoy Assa está mucho mejor que un año atrás. Paralelamente a ese ordenamiento, fuimos expandiendo proyectos. Creamos un programa de obras urbanas desde el gobierno de la provincia para todas las ciudades y pueblos que ya lleva financiadas unas 250 obras y hay más. Terminamos el año con 1.400 obras entre ejecutadas, proyectos en licitación, en tramitación, adjudicados, en avance, desde una pequeña casa, un lote propio, un inmueble para una familia hasta una obra importante como puede ser el puente carretero Santa Fe- Santo Tomé. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Diario El Ciudadano (@diarioelciudadano) —¿Cuánto es el presupuesto hoy? —Teníamos un presupuesto proyectado en total de 285 millones de dólares y terminamos ejecutando 500 millones en 2024. El déficit de la Caja son 443 millones de dólares por año, casi el presupuesto de obras públicas de este año. El Estado saca de los ingresos de los impuestos para hacer obras para pagar las jubilaciones a jueces, docentes, funcionarios, empleados, cuando eso debería ser un sistema que funcione solo, como todas las cajas, o que funcione de forma medianamente sustentable y no que sea pura pérdida. —De esos 500 millones ejecutados, ¿cuántos provienen del sector privado y cuántos del público? —Básicamente todos son del sector público. El sector privado va a invertir 50 millones de dólares para tres obras viales en materia de producción en el sur de la provincia. También tenemos créditos tomados con organismos internacionales, el fondo de Abu Dhabi y el fondo Kuwaití. Los 500 millones de dólares de este año van a ser 1.500 millones de dólares. Vamos a triplicarlo, porque ya estamos licitando o proyectando obras nuevas. Estimamos que en 2025 vamos a estar por encima de las 2.500 obras. —¿Cuáles son las obras que considerás más estratégicas? —La obra de infraestructura vial. Santa Fe es una provincia con mucho atraso en rutas y mucha necesidad de invertir en mejorar la infraestructura vial. Tenemos dos planos: en rutas nacionales, que corresponden al presidente Milei, hay un panorama sombrío, porque dijo que no hay fondos, con lo cual a veces tenemos que salir como provincia a reparar rutas nacionales porque no tienen para tapar pozos. El presidente frenó las obras nacionales, pero las rutas que pasan por Santa Fe suman cerca de 2.700 km. Y uno puede ver el mal estado de Circunvalación, de la Ruta 11 cerca del puerto, la A012, la 33 o la 178 cerca de Villa Eloísa. Las rutas provinciales también necesitan inversiones y ampliaciones. Cuando llegamos al gobierno teníamos 19 rotondas provinciales, que es un dispositivo de cruce de ruta que obliga a bajar la velocidad y disminuye accidentes. Queremos llegar a 98 al final de la gestión. Córdoba tiene 343 y España tiene más de 5.000 rotondas. Cada rotonda tiene un costo importante. —Pensando en el futuro, ¿cuál es la obra en la que el gobierno tiene puesta la mira? —Son varias. En Rosario vamos a licitar el 27 de enero una obra en el Parque España, para recuperar ese lugar en conjunto con la Municipalidad. Estamos haciendo inversiones fuertes en obras dentro de la ciudad, en mejora de algunos tramos de calle como, por ejemplo, en Ayacucho, en Seguí. Estamos pavimentando Rouillón, el Parque Sur, la Avenida Jorge Newbery, el tercer carril de autopista desde Rosario hasta San Lorenzo, con una ampliación importante. También tenemos pensado para el kilómetro 5 una estación de servicio para vehículos livianos. Las estaciones de Policía, la ampliación de la cárcel de Piñero, con dos nuevos penales adentro, uno para alta complejidad y una ampliación para pabellones comunes. Lo más importante es la mejora de todo el circuito portuario, que son todas las rutas que están cerca del puerto al norte y el sur de Rosario, que están en muy mal estado, atrasadas, viejas, rotas. Ahí llegan por año cerca de 2 millones de camiones en cada campaña, de 8 provincias, con lo cual hay que mejorarlo y Santa Fe tiene un proyecto para eso. —El intendente de Roldán adelantó que hay un proyecto para hacer un desvío y resolver el problema de la ruta AO12. —La AO12 es una ruta que es una gran circunvalación que a Roldán le generó un daño enorme. Los camioneros van despacito, se generan colas y para quienes tienen que ir de Roldán a Rosario resulta una odisea. Hay dos propuestas técnicas, si Nación nos permite: hacer un viaducto de dos carriles más dos carriles, por encima de Roldán, para que el tránsito pesado vaya por ahí; la otra posibilidad es que la AO12 no sea para tránsito pesado y construir una nueva circunvalación más afuera sobre la ruta provincial 26. Hay que hacer inversiones y ordenar el hecho de que las municipalidades le cobran 15.000 pesos a los camioneros a cambio de no sé qué. El gobierno tiene una postura muy clara, no estamos de acuerdo con esa tasa municipal y apostamos a otra cosa: a un sistema único. Necesitamos que Nación nos deje de dar vueltas con esto. Firmamos un acta acuerdo en julio, el ministro Caputo se comprometió en la Bolsa de Comercio delante de cientos y cientos de empresarios rosarinos a trasladar la ruta, pero estamos esperando. Necesitamos que nos dejen trabajar. No queremos que nos den plata, ni fondos, ni obras, porque no van a hacer nada, porque no les importa, pero déjennos que Santa Fe organice el problema y busquemos una solución sustentable y con obras. —Sorprendió que se frenara un desarrollo inmobiliario en Funes. ¿Cómo viste ese proceso y en qué situación está? —Damfield es el caso más conocido, pero no es lo único que hay en Santa Fe. Los desarrollos inmobiliarios tienen que ser fomentados y tienen que ser compatibles con lo hídrico. Lo de Damfield era un caso al borde de la irregularidad plena, porque estaban construyendo un gran complejo de viviendas en una represa, en una zona donde el agua tiene que ser aguantada. Cuando llueve mucho, el agua se junta y va para el Paraná por la cuenca de aporte al Ludueña. En el medio está Rosario. La represa evita que el agua entre a Rosario. Edificar adentro de esa represa se puede hacer. Levantan tierra, meten metros cúbicos de tierra a morir y edifican una ciudad. Pero el agua que tiene que estar ahí, se rebalsa y se inunda. Hay que hacer algo razonable y compatible con lo hídrico. Entonces Damfield tiene que reconfigurar a un proyecto como fue pensado en sus orígenes, un proyecto de un espacio de un campo de deporte, no una megaurbanización. Antes se hacían estas urbanizaciones sin esos controles. Hoy es mucho más estricto. Pongo como ejemplo el caso de Valencia, España, donde urbanizaron alrededor del valle de inundación de ese río, pensando que nunca iba a llegar el agua, hasta que un día llovió el equivalente a 600 milímetros en un día y se inundó todo, y vos no estás preparado para ese agua. Nosotros no vamos a hacer algo que inunde Rosario. Antes no había mucho control, así que nos pusimos firmes con eso, les explicamos, ellos fueron a la Justicia, que es su derecho, y la Justicia está analizando. Como Damfield, tenemos otros casos más también que hay que ordenar y otros que están perfectos. —¿Qué beneficios trajo la modificación de la ley de compre local? —Las empresas santafesinas tenían prioridad frente a las de otras provincias, aunque fueran más caras, porque se consideraba que generaba empleo en la provincia. Con las obras viales, las obras santafesinas eran mucho más caras y necesitábamos competencia. Abrimos esa posibilidad y empezaron a aparecer empresas de otras provincias. Un ejemplo es el puente carretero Santa Fe- Santo Tomé. Hicimos una licitación para construir un puente carretero sobre un puente nacional, que Nación no va a hacer nunca. El presupuesto fue de 37.589 millones de pesos. La licitación fue pública y nacional. Participaron 25 empresas, la mayoría de otras provincias. Permitimos que haya más competencia y que se hagan bien las obras. Lo mismo ocurre con el tercer carril de la autopista de Rosario a San Lorenzo. Redundó en una baja del costo de la obra pública. Otro ejemplo son las reparaciones de rutas. Había 8 grupos de empresas que trabajaban en la gestión anterior. Dejamos de hacer 8 contratos y empezamos a hacer uno solo y que compitan todas juntas. Bajamos el costo en un 60% con un año de inflación en el medio. Antes un contrato salía 4.200 millones de pesos, hoy lo estamos haciendo por 3.400 millones. —¿Cómo ves el proceso de la reforma constitucional? ¿Hay posibilidad de que participes? —Es probable, lo vamos a definir dentro de un mes y una semana máximo. El 7 de febrero se presentan las listas. Es importante la reforma. Se habla de la importancia de la reelección, y vuelvo al ejemplo de las rotondas, donde Córdoba tiene 323 y nosotros 19. Córdoba no lo hizo en 4 años de gobierno, sino en un proceso de política sustentable, donde afinaron Vialidad, la hicieron más eficiente, crearon una sociedad anónima, generaron un plan a largo plazo. Santa Fe necesita de la reelección, no de Pullaro, sino de cualquier gestión de gobierno. Al igual que las comunas que cada dos años tienen una elección y eso no permite planificar. Si se quiere hay que ponerle un límite a la reelección, y a todos los cargos, pero no hay manera de gestionar el Estado eficientemente si vos no podés planificar, si no tenés trazabilidad en las políticas, si vos tenés un equipo de trabajo que cuando está en su mejor momento viene otro gobierno a cambiar todo y arrancar de vuelta. Así no despega nada. Pasa en el Estado, pasa en un club, en una empresa o en un comercio. Tenés que tener sustentabilidad y eso es lo que la reforma tiene que permitir, para que Santa Fe pueda sostener su política. —¿Verías con buenos ojos que el gobernador y otros funcionarios participen de ese proceso? —El gobernador tiene que encabezar la lista. Tiene que ir de frente y decir «nosotros somos este proyecto político para Santa Fe» y que después la gente elija. Yo tendría que ser el convencional de mi departamento, porque soy la referencia política. Dejé de ser senador para estar acompañando la gestión del gobernador con parte de mi equipo, pero ahora es un momento donde hay que definir el esquema agonal de la provincia en las próximas cuatro décadas. Hay que estar en ese momento. —Se viene un año electoral ¿cómo crees que se puede reconfigurar el mapa político en Santa Fe? —Tenés un frente fuerte en Santa Fe, que la gente acompaña. La gestión de Unidos tiene mucho respaldo. Ven a un gobernador que hace, con un equipo atrás que está en todos lados. Ven al Estado santafesino eficiente. A diferencia del gobierno nacional, que quiere un Estado mínimo, nosotros queremos un Estado eficiente. Y falta mucho por resolver y por hacer todavía. Unidos son 14 partidos políticos, con un gran líder al frente, sano y humilde como Maximiliano y una gran vicegobernadora, con quien forman un buen equipo, con un gabinete con estabilidad en las áreas. Enfrente está lo que pueda generar La Libertad Avanza, que es una nueva irrupción política en el país. El peronismo está en un mal momento, pero es una fuerza política muy importante. —Hasta el momento, La Libertad Avanza no fue muy representativa en Santa Fe. ¿Creés que puede crecer? —Yo creo que no, porque no le interesa el interior a La Libertad Avanza. Es un proyecto político para lo nacional y para lo macroeconómico. No hay realmente un trabajo que piense en políticas de reactivación en Chaco o en mejorar La Pampa, o en una política energética para la Patagonia, o en mejorar las rutas o programas en Santa Fe.
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