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» Diario Cordoba
Fecha: 30/12/2024 05:05
La última vez que oí la expresión de «me entraron los siete males» fue el 25 de diciembre en el Mercado Victoria. Una mamá había perdido a su niña de dos años. Llegué a la escena cuando ya la niña había aparecido y la mamá explicaba entre sus lágrimas y las de su hija cómo había sucedido todo en dos minutos (dos minutos son una eternidad). Que la niña estaba jugando con su prima, que ella dejó de mirarla un momento para hablar con alguien y que cuando volvió la vista ya no estaba. «¡La niña! ¿Dónde está la niña?», preguntaba a grito pelado, mientras todos la miraban con indiferencia... Así lo contaba ella y concluía, ya más calmada, «pensé que se la habían llevado y me entraron los siete males»... ¿Cuáles serán los siete males? ¿Los siete puñales de una dolorosa?: La profecía de Simeón en la que se anunciaba a la Virgen que una gran espada le atravesaría el corazón; la persecución de Herodes; Jesús perdido en el Templo; el encuentro con su hijo cargado con la cruz; su crucifixión y muerte; el hijo muerto en sus brazos; y el entierro de Jesús. Ya sabemos que el siete es un número muy repetido en la Biblia. En la numerología simboliza la totalidad y la perfección, la armonía en el cosmos y los seres humanos. A veces, en vez de los siete males, he oído decir «me entraron las siete cosas». Deben ser sentimientos muy aparecidos a los de «se me abrieron las carnes» -que hay que ver lo que debe doler eso- cuando nos estremecemos de horror. Claro que para que nos entren los siete males, las siete cosas o se nos abran las carnes, no hace falta que se nos pierda un niño ni pasar las angustias de un vía crucis; basta con que tengamos prisa y se nos derrame una botella de aceite; que a la lavadora se le atasque el filtro; que el vestido que pensábamos ponernos tenga una mancha o un desgarrón del que no nos habíamos dado cuenta; que se nos haya perdido el tique de una cosa que queremos devolver; que echemos mano al monedero y no lo encontremos porque nos lo han robado; que cuando nos proponíamos pasar una tarde relajada leyendo o viendo la tele, se nos presente una visita inoportuna... También se pueden identificar los siete males con los siete pecados capitales. Basándose en ellos y conjugándolos a su manera, Ghandi enumeró en 1925 siete pecados sociales, siete males de la sociedad: Riqueza sin trabajo. Placer sin conciencia. Conocimiento sin carácter. Comercio sin moral. Ciencia sin humanidad. Religión sin sacrificio y Política sin principios. Siete temas serios en que pensar un día antes de que se acabe este año y empiece 2025, para el que les deseo toda la felicidad posible. *Académica
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