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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 29/12/2024 15:31
El barrio Villa Adela, en Concordia, es hoy el retrato del olvido. Lo que comenzó como una promesa de progreso con el ingreso de la Línea 8 del transporte público se ha convertido en un calvario para los vecinos. Las calles, antes transitables, ahora son una serie de baches, zanjas y montículos que dificultan el día a día de los vecinos, quienes denuncian que las roturas van desde las grandes grietas hasta daños menores que podrían haberse solucionado con un mínimo de voluntad de gestión. En la mayor parte del barrio ‘Centro Empleado de Comercio’, las roturas son tan evidentes que parecen marcar un mapa de abandono que se extiende por todo el barrio. Sandra, vecina afectada, fue contundente en su declaración a Despertar Entrerriano: «El colectivo empezó a pasar y con cada pasada fue destruyendo el asfalto, haciendo zanjas. Nadie nos avisó nada y, desde entonces, nadie nos da respuestas». Otro de los puntos críticos que denuncian los vecinos es la falta de seguimiento de los reclamos. «Hace años que venimos pidiendo soluciones. Hemos presentado notas, hemos ido a los medios, pero nada cambia. En la gestión pasada hicieron algo, pero quedó a medias con el cambio de gobierno», explicó la vecina. Lo que más indigna a los habitantes de Villa Adela es que muchas de las roturas podrían haberse reparado con un esfuerzo mínimo y a tiempo, pero los correspondientes prefieren mirar hacia otro lado. «Hay calles con daños grandes, sí, pero también hay pequeños arreglos que no demandarían más que voluntad y una cuadrilla de trabajo. Ni eso han hecho», se quejó otro vecino del lugar. La llegada del colectivo, aunque necesaria para quienes dependen del transporte público, dejó al descubierto una problemática aún más profunda: la total ausencia de planificación urbana. «Tomaron la decisión de manera apresurada, sin consultar a nadie. Ahora, quienes usamos las calles somos los perjudicados. Esto no es un progreso, es un retroceso», sentenció la vecina, visiblemente molesta. Villa Adela es un barrio que reclama por atención, pero sus reclamos parecen perderse en un expediente olvidado en algún escritorio de la Municipalidad. Los vecinos exigen más que promesas; necesitan soluciones concretas, inmediatas y sostenibles. Mientras tanto, continúan esperando, entre baches y zanjas, a que las autoridades tomen conciencia de que la inacción tiene un precio: la indignación y el hartazgo de un barrio cansado del abandono. Fuente: Despertar Entrerriano
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