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» Diario Cordoba
Fecha: 29/12/2024 15:30
El año 2024 ha sido relativamente bueno en cuanto a las precipitaciones, después de casi un lustro de una sequía que amenazaba con llevar a la ruina a los agricultores y que también tuvo consecuencias en la población, especialmente en la zona Norte. Ha llovido cuando tocaba, aunque el otoño pudo ser algo mejor, y sobre todo las precipitaciones han sido persistentes en el tiempo. Eso ha permitido que los pantanos se recuperen, aunque aún están por debajo de la media de los últimos 10 años en Córdoba, el valor que suele usarse para realizar las comparaciones en materia hidrológica. A grandes rasgos, y sin entrar en el detalle de cada uno de los embalses cordobeses, puede decirse que se ha duplicado la cantidad de agua almacenada en un año. Visto así, es un dato positivo, pero hay que tener en cuenta que cuando empezó a llover los pantanos estaban en muy mal estado, con algunos ya completamente vacíos como Sierra Boyera. Situación actual En términos absolutos, en esta última semana del año hay embalsados en la provincia de Córdoba un total de 1.099 hectómetros cúbicos, suficiente como para llenar hasta el borde (y todavía sobraría agua) una presa tan grande como la de Iznájar, la mayor de Andalucía. En la misma época pero el año pasado el volumen sólo alcanzaba los 537 hectómetros cúbicos, una situación crítica que obligó a reducir las dotaciones de regadío hasta el mínimo indispensable para garantizar la supervivencia de los árboles. La curva de evolución de los pantanos cordobeses muestra su pico máximo en primavera En porcentajes, hoy estamos al 32,56% de la capacidad teórica máxima, el doble del 15,91% que había hace un año. Sin embargo, sigue siendo sólo un tercio del almacenamiento disponible, y es un dato inferior al 39,53% de la media de la última década. Para alcanzar esos valores, aún tendrían que haber recogido los pantanos cordobeses casi otros 300 hectómetros cúbicos. Y para eso habría tenido que llover mucho más de lo que hemos visto este 2024. Evolución La curva de evolución de los pantanos cordobeses muestra su pico máximo mediada la primavera, cuando se rozaron los 1.500 hectómetros cúbicos almacenados. Llegado el verano, toda esa cantidad comenzó a disminuir poco a poco en una secuencia lógica: había que liberar las dotaciones para el regadío, que pudieron pasar la primavera con lo que había caído del cielo. De hecho, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir permitió este año consumir más de un millar de hectómetros cúbicos de agua para los cultivos en toda la comunidad autónoma, una cantidad muy inferior a la habitual pero que aún así supuso un alivio. En el caso de Córdoba los embalses se quedaron muy por debajo de los 900 hectómetros cúbicos en algún momento. Después, la situación ha vuelto a mejorar y en los últimos tres meses los pantanos de la provincia han alcanzado el volumen actual de 1.099 hectómetros cúbicos. Ahora queda esperar que las semanas que quedan el invierno, y sobre todo la primavera, sean buenas en cuanto a lluvias. Suscríbete para seguir leyendo
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