Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • En Argentina es y será la economía

    » Elterritorio

    Fecha: 29/12/2024 14:21

    Córdoba sostiene que el movimiento económico continuará siendo fundamental en 2025. Detalla las chances que tendría La Libertad Avanza en la contienda electoral domingo 29 de diciembre de 2024 | 6:05hs. Por Magister Gustavo Córdoba Director de Zuban Córdoba A más de un año del inicio del gobierno libertario de Javier Milei, nos proponemos realizar un balance del estado de la opinión pública argentina, analizando los distintos temas que fueron ocupando la narrativa mediática en el transcurso de estos 12 meses. Es innegable que hemos vivido un año muy dinámico. Probablemente uno de los más dinámicos de las últimas décadas. Aquella máxima de que en Argentina el tiempo transcurre más rápido nunca se sintió tan real. Incluso si contextualizamos que no importan tanto los hechos objetivos, como sí importa el hecho de conseguir adhesiones con la movilización de emociones y afectos. Esta es una época en donde compartimos muchas palabras, pero casi nada de sus contenidos o significados. Como, por ejemplo, defender la democracia. Podríamos señalar en este balance cierto sentimiento predominante en los comienzos del 2023. Sentimiento que observábamos en muchos votantes, sobre todo del interior del país. Jóvenes en su mayoría que no se sentían integrados a los beneficios de la “política argentina”. Personas que no llegaban a fin de mes, que tenían que hacer malabarismos para sobrevivir en una Argentina cuya economía no daba respiros. Tres líneas claras El sentimiento detectado en numerosas investigaciones cualitativas hablaba de la existencia de tres líneas claras de un malestar creciente. La primera fue lo inevitable del conflicto: Milei y los libertarios, luego de pasar a la primera vuelta, afirman su propuesta: se tiene que romper todo, pase lo que pase. Y si esto genera conflictos sociales, violencia, pues entonces deberá suceder. Temerario pero real. La segunda, transversal a casi todo el electorado, fue la sensación de fractura, de un vacío creciente. Una Argentina decadente, desintegrada. “Todo mal” es la síntesis. Vote oficialismo o vote oposición. Nótese que las dos últimas gestiones, Mauricio Macri y Alberto Fernández, terminan con una opinión pública que rechazaba de manera absoluta el rumbo económico. La tercera fue la inexistencia de estrategias de achique familiar frente al ajuste. El consumo vital afectado. El “no poder” comprar ropa nueva, elegir alimentos, viajar, festejar cumples a los hijos, usar el auto, frenar el deterioro de su vivienda, seguir pagando cuotas del club o gimnasio. Pura pérdida. Y en todos los estratos. Ese malestar hoy nutre el apoyo a un gobierno prácticamente sin sensibilidad social. Ese abismo, percibido por muchas capas de votantes argentinos. Apoyo que no se detiene a analizar las maneras, las metodologías utilizadas por el gobierno para lograr bajar la inflación. Algo se rompió. Dos factores El gobierno libertario, casi con seguridad, va a afrontar el 2025 electoral con grandes chances de triunfo. Incluso si tropieza la economía. Para esto concurren dos grandes factores. Primero, la crisis de representación de los partidos tradicionales. De las ultimas veinte elecciones presidenciales de nuestra región, sólo en dos países los oficialismos tuvieron continuidad o reelecciones. Acompañando este proceso, debemos incorporar la idea del declive de las formaciones políticas tradicionales, tanto partidos como coaliciones. Milei en Argentina, les ganó a las dos grandes formaciones populares del siglo XX: UCR y PJ. En segundo lugar, hay que considerar algo a lo que los politólogos, denominamos “clivaje”, que vendría a ser algo que explica la fractura política a nivel social. El “clivaje” que mejor explicaba a la sociedad argentina en gran parte del siglo XX, fue Peronismo-Anti Peronismo. Ya en el siglo XXI, el “clivaje” que mejor explicaba a la sociedad argentina fue el Kirchnerismo-Anti Kirchnerismo. Tanto Mauricio Macri como Javier Milei ganaron sus respectivas presidencias apelando al voto anti K. Pero también debemos ser prudentes si quisiésemos hablar de un nuevo clivaje argento: el Mileismo-Anti Mileismo aún no sería tan visible. Definir al mileismo, aún con procesos políticos inconclusos, como las fugas de la UCR y PRO hacia el partido libertario, no reviste mayor problema. En donde sí los observamos es a la hora de evaluar el conglomerado del antimileismo, ya que, entre sus potenciales presencias, se ven más posturas anti K entre algunos de esos sectores políticos. Eso dificulta un armado electoral que se plantee un triunfo en las actuales condiciones. Entonces llegamos a este punto de despedida del 2024, viendo un proceso de transferencia de recursos públicos, en su mayoría previsionales, ante una marcada indiferencia de una gran parte de la sociedad argentina. Sobre la economía Quedará para los próximos meses verificar hasta qué punto es viable mantener el dólar bajo sin consecuencias para la actividad productiva. Allí radica la gran incógnita y a la vez la gran expectativa: ¿saldrá adelante la economía argentina? Aunque permanecen también en gran parte de la sociedad argentina ciertos rechazos al manejo que el gobierno nacional tiene en temas como transparencia, seguridad o educación pública. Además,aspectos clave del manual discursivo libertario siguen siendo reactivos para la inmensa mayoría de la opinión pública. Lo que denota que, a pesar de tener una valoración considerable de la gestión económica, el encuadre ideológico del gobierno aún no logra penetrar en la masividad de la sociedad. A un año de la asunción del primer gobierno liberal-libertario, Argentina parece aún sumida en un inmenso “wait and see”, estirando su paciencia bajo una sola consigna: la performance económica lo sigue siendo todo. Compartí esta nota:

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por