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» Diario Cordoba
Fecha: 29/12/2024 06:07
Presentarse a una oposición es una carrera de fondo en la que contar con un preparador es una pieza clave que te ayuda a resistir. La academia Ariete lleva más de 20 años en esa tarea y ha visto a muchos cordobeses desfilar por sus aulas. «La edad media depende del tipo de oposición», explican, «hay gente más joven en las de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, en agente medioambiental, bomberos, donde la mayoría son además hombres mientras que las mujeres están más presentes en las de maestros y en Sanidad hay mucho equilibrio porque hay una variedad de puestos muy grande». Las oposiciones son también una salida «para mucha gente que se ha quedado sin trabajo y que quieren algo estable, también mayores de 50 años que buscan cotizar lo máximo antes de la jubilación». Prepararte una oposición supone pasar una media de dos años estudiando. «Hay quien se dedica por entero y la saca en un año y quienes compaginan los estudios con un trabajo y tardan más». Lo ideal es estudiar cinco o seis días a la semana unas 6 horas diarias y acudir a una academia para preparar el temario, consultar dudas, hacer tests y asistir a las clases. «Hay convocatorias en las que aprueba el 95% de los que se presentan y otras en las que solo pasa un 15% de los que se presentan», comentan en Ariete. «Las más fáciles suelen ser las de acceso al Ejército y las más difíciles las de Justicia, inspección educativa y técnicos de Hacienda por el nivel de matemáticas y contabilidad que se exige». La academia Master D también se dedica a la formación de opositores. «En diciembre, acabaron las pruebas para la Administración del Estado de auxiliar y administrativo, unas 8.000 plazas que atraen a muchos opositores», señalan. También se han convocado y el plazo sigue abierto hasta el 21 de enero para las más de 2.300 plazas de Justicia y en verano se espera que se convoquen las de los Cuerpos de Seguridad del Estado, cuyos aspirantes están preparando ahora las pruebas físicas. Según los entendidos, en esta carrera prima la paciencia, «lo importante no es la velocidad, sino la constancia». Suscríbete para seguir leyendo
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