31/12/2024 23:00
31/12/2024 23:00
31/12/2024 22:51
31/12/2024 22:50
31/12/2024 22:49
31/12/2024 22:48
31/12/2024 22:47
31/12/2024 22:43
31/12/2024 22:43
31/12/2024 22:43
Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 29/12/2024 05:31
Por Natasha Niebieskikwiat En las vísperas de la Navidad, el presidente Javier Milei hizo el lanzamiento de un nuevo Plan Nuclear que generó elogios, aunque también cosechó dudas. La presentación en el Salón Blanco de la Casa Rosada, buscó además generar un clima de alta importancia. A la izquierda del presidente se ubicó al director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, quien tiene un importante prestigio a nivel internacional, y es uno de los candidatos a ser el próximo secretario general de las Naciones Unidas. A la derecha, estaba el también argentino Demian Reidel, físico nuclear, jefe del Consejo de Asesores del Presidente. Es una de las figuras preferidas en el entorno de Milei. Es una suerte de canciller para Milei en el mundo de Sillicon Valley y la Inteligencia Artificial. En principio, hay elogios para el nuevo plan nuclear en un país que necesita un porcentaje razonable de mayor desarrollo nuclear porque hay mucho uranio y se espera un boom en el mundo de ese mineral. Argentina puede hacer reactores modulares, es un negocio creciente y que pocos pueden aprovechar porque no tienen la expertise que tiene Argentina a través de CNEA (la Comisión Nacional de Energía Atómica) y INVAP (Investigaciones Aplicadas). Julián Gadano, ex subsecretario de Energía Nacional a nivel nacional lo consideró en diálogo con EL ARGENTINO como un plan “muy innovador”. Dedicado a la academia, Gadano lo considera como un plan “bien pensado”, que luego puede fracasar pero que, de base, es una buena idea que “consiste en aprovechar las ventajas argentinas para atraer inversión extranjera y hacer un desarrollo de energía nuclear con inversión privada”. Argentina tiene muchas ventajas una de ellas, incluso naturales, como la existencia de zonas frías ideales para los centros de datos e inteligencia artificial que Milei y Reidel piensan llevar a la Patagonia. En este mapa, Entre Ríos no se beneficiaría en el corto plazo, pero sí a futuro. El enfoque libertario se centra en un nuevo proyecto de SMR en el sitio de Atucha, financiado con capital privado e inversores estadounidenses, lo que podría desplazar definitivamente un proyecto previo acordado con China y al que se opusieron febrilmente, tanto Estados Unidos como, curiosamente, La Campora. El nuevo plan tiene un elemento por demás curioso que marca las contradicciones de este gobierno entre lo que se dice y lo que se hace. Las grandes corporaciones tecnológicas que buscan hoy la energía nuclear, destacan entre las razones que es “limpia”, “confiable”, o sea, debe sintonizar con el cuidado del medioambiente. Los libertarios, que basaron su “batalla cultural” contra la actuación por completo del Estado para combatir, por ejemplo, el cambio climático, y otras cuestiones, se enfrentan ahora con el Plan Nuclear de Milei-Reidel que, para el caso -como lo hacen todas las democracias occidentales aliadas al actual gobierno- deberán por lo menos aceptar que el desarrollo de estas energías limpias sintonizan con la Agenda 2030 y su sucesor, que es el Pacto del Futuro. El plan de Milei se centra en los reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés), una tecnología moderna que promete ser más segura, eficiente y económica que los reactores convencionales, los grandes reactores conocidos. Y hoy ya hay proyectos similares en Canadá, China y Estados Unidos, lo que posiciona a esta tecnología como una potencial revolución en el sector energético global. Hay otros líderes, los franceses. Por otro lado, a diferencia del discurso oficial, el nuevo Plan Nuclear no es en absoluto una refundación atómica. Por el contrario, Argentina tiene en el área mucha experiencia acumulada y riquísimos recursos naturales de base. Hay tres centrales nucleares operativas: Atucha I, en operaciones desde 1974; Atucha II, operando desde 2014, y Embalse, activa generando electricidad desde 1983. Estas generan cerca del 9 % de la electricidad nacional, y ya había iniciado el desarrollo del reactor CAREM, el primer SMR de diseño nacional. Pero en ese tren, el proyecto CAREM, que está avanzado, está prácticamente paralizado debido a recortes presupuestarios implementados durante el primer año de gobierno de Milei. Ello se contradice con la narrativa presidencial de la refundación nuclear argentina.
Ver noticia original