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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/12/2024 04:39
Trailer de Pesadilla en la calle Elm (2010) En 1984, el director Wes Craven introdujo al mundo una de las figuras más icónicas del cine de terror: Freddy Krueger. Con su rostro desfigurado, su guante con cuchillas y su característica camiseta de rayas rojas y verdes, Krueger personificó los miedos de toda una generación. La premisa de Pesadilla en la calle Elm era tan aterradora como innovadora: un asesino que invade los sueños de sus víctimas, matándolas en ese mundo onírico con consecuencias fatales en la vida real. Sin embargo, esta historia ficticia se inspiró en extraños fenómenos ocurridos en los años 70 tanto o más perturbadores que la propia película. La idea que dio origen al film surgió de un artículo publicado en Los Angeles Times durante la década de 1970. Craven quedó profundamente impactado al leer sobre un grupo de refugiados del sudeste asiático que habían huido de la guerra y el genocidio en Camboya. A pesar de haber encontrado refugio en Estados Unidos, muchos de ellos murieron de forma inexplicable mientras dormían. Este fenómeno, conocido como Síndrome de Muerte Nocturna Inexplicada (Sudden Unexplained Nocturnal Death Syndrome o SUNDS), despertó múltiples hipótesis médicas y culturales, pero ninguna logró ofrecer una explicación definitiva. Wes Craven se inspiró en eventos reales ocurridos entre refugiados del sudeste asiático para crear el terrorífico personaje de Freddy Krueger (HBO Max) En uno de los casos más inquietantes, un joven camboyano relató a su familia que algo aterrador lo acechaba en sus sueños. Su miedo era tan intenso que evitaba dormir durante días, consumiendo café y escondiendo pastillas para el sueño. Finalmente, el agotamiento lo venció y cayó en un sueño profundo. Esa misma noche, sus gritos despertaron a la familia, que lo encontró muerto. El caso, lejos de ser único, formaba parte de una serie de muertes similares reportadas entre jóvenes refugiados de la etnia hmong. La conexión entre el horror real y el ficticio Además de desconcertar a los médicos, el fenómeno del SUNDS también alimentó creencias culturales entre los refugiados. Muchos hmong atribuían estas muertes a la venganza de los espíritus de sus ancestros, molestos porque habían abandonado su tierra natal. En el folklore del sudeste asiático, existen figuras como el bangungot, un espíritu femenino que, según las leyendas filipinas, mata a sus víctimas mientras duermen al sentarse sobre su pecho. Estas historias tradicionales, junto con los informes médicos de muertes inexplicables, sirvieron como base para la narrativa de Pesadilla en la calle Elm. El síndrome de muerte nocturna inexplicada desconcertó a médicos y generó múltiples teorías, desde arritmias cardíacas hasta componentes genéticos Craven también tomó elementos de su propia infancia para dar forma a Freddy Krueger. En entrevistas, confesó que el nombre del personaje provino de un matón escolar que lo aterrorizó durante su niñez, mientras que la idea de un hombre siniestro que acecha a los niños surgió de un episodio que vivió de niño: un anciano extraño que pasó junto a su ventana y lo observó fijamente, dejando una impresión imborrable. El SUNDS, aunque misterioso, no es exclusivo de la comunidad hmong. Este fenómeno se ha observado también en Filipinas, Laos y otros países del sudeste asiático, afectando principalmente a hombres jóvenes y aparentemente saludables. Algunos investigadores han especulado que podría tratarse de una combinación de factores genéticos y el estrés extremo asociado con el trauma de la guerra y la migración. Otros han sugerido que podría ser una forma de arritmia cardíaca no detectada previamente. Freddy Krueger también integra terrores personales de la infancia de Wes Craven, como el impacto de un anciano extraño frente a su ventana (New Line Cinema) Una teoría notable, aunque descartada por la falta de pruebas concluyentes, postulaba que la exposición a agentes químicos durante la Guerra de Vietnam podría haber causado daños en el sistema nervioso de las víctimas. Sin embargo, lo que hace que el SUNDS sea tan desconcertante es su aparente selectividad: afecta casi exclusivamente a hombres jóvenes de determinadas comunidades y ocurre mayoritariamente durante las horas nocturnas. El impacto cultural de Freddy Krueger Con un presupuesto inicial de apenas 1,1 millones de dólares, Pesadilla en la calle Elm recaudó 57 millones en taquilla solo en Estados Unidos, convirtiéndose en un éxito internacional. Más allá de las cifras, la película revolucionó el género de terror al presentar un monstruo con personalidad propia, una rareza en el cine de la época. Robert Englund, quien interpretó a Freddy Krueger, dotó al personaje de una mezcla de sarcasmo y amenaza que lo hizo inolvidable. El impacto del film también se reflejó en el creciente interés por las pesadillas y los trastornos del sueño en la cultura popular. Freddy Krueger se convirtió en un símbolo de las ansiedades de la década de 1980, incluyendo el miedo al colapso de los valores familiares tradicionales y las tensiones sociales de la época. Como señala Xavier Mendik, organizador del festival Cine-Excess, la película canalizó las “ambigüedades morales” y los temores subyacentes de una generación. Pesadilla en la calle Elm canalizó ansiedades sociales de los años 80 y transformó el género con un monstruo que unía carisma con amenaza letal La influencia de Pesadilla en la calle Elm no se limitó al cine. La franquicia creció hasta incluir ocho secuelas, una serie de televisión y numerosos productos derivados, consolidando a Freddy Krueger como una figura central en la historia del cine de terror. Sin embargo, el legado de la película también radica en su capacidad para convertir un fenómeno real y aterrador en una narrativa que exploró los límites del miedo y la vulnerabilidad humana. Wes Craven falleció en 2015, dejando una huella que trasciende generaciones. A través de Freddy Krueger, no solo dio vida a uno de los monstruos más icónicos del cine, sino que también arrojó luz sobre historias reales de terror que, aunque menos conocidas, son igual de impactantes.
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