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Concepcion del Uruguay » Radiofrancafm
Fecha: 29/12/2024 00:39
La inflación en Argentina tendrá una desaceleración en el próximo año, luego del 120% registrado hasta el momento. El detalle del informe de los analistas. En 2025, se espera una desaceleración significativa de la inflación, lo cual será notorio para el público. Según las previsiones del último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) elaborado por el Banco Central (BCRA), se estima que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), registrará un aumento del 118,8% entre enero y diciembre de este año. Sin embargo, en 2026, la inflación se reduciría a un 28,1%. Estas estimaciones superan el 18,3% que el ministro de Economía, Luis Caputo, incluyó en el proyecto de Presupuesto 2025, el cual, como se sabe, no será aprobado por el Congreso. Los economistas de Libertad y Progreso (LyP) sostienen que la eliminación del Impuesto PAIS, que encarecía los precios debido a la carga sobre la venta de dólares para la importación de bienes y servicios, contribuirá a una desaceleración notable en los primeros meses del próximo año. Es importante recordar que en enero pasado el IPC había aumentado un 20%, tras un 25% en diciembre debido a la devaluación del peso. Posteriormente, la inflación fue desacelerándose a lo largo del año, con un 13,2% en febrero, 11% en marzo, 8,8% en abril, 4,2% en mayo, 4,6% en junio, 4% en julio, 4,2% en agosto, 3,5% en septiembre, 2,7% en octubre, 2,4% en noviembre, y una estimación de 2,6% para diciembre. Luis Caputo: «Teníamos enorme confianza en el programa» En una reciente entrevista con un youtuber libertario, Caputo expresó que, a pesar del ajuste fiscal drástico aplicado en los primeros meses de su gestión, el Gobierno podría haber fracasado si no hubiera implementado las políticas adecuadas. Según el ministro, el «riesgo de hiperinflación era inminente» al asumir el cargo. Explicó que el sistema económico argentino estaba en una situación extremadamente vulnerable, con las políticas fiscal, monetaria y financiera entrelazadas de tal forma que, si se cometía un error, todo podría colapsar. Caputo destacó que, sin la política monetaria del Banco Central, que consistió en retirar pesos del mercado, la Argentina habría caído en la hiperinflación, incluso con el ajuste fiscal. El ministro defendió la decisión de aplicar una tasa de interés negativa en un contexto inflacionario, una medida que muchos economistas criticaban. Según él, esta estrategia ayudó a evitar la caída en la hiperinflación, al mismo tiempo que permitió contener el dólar y evitar que la base monetaria aumentara de manera descontrolada. Caputo afirmó que, con el conocimiento del contexto y las medidas implementadas, tenía «enorme confianza en el programa», sabiendo que la inflación disminuiría mucho más rápido de lo que los economistas predecían. El «crawling peg» y las dudas sobre la política Uno de los factores que ayudará a desacelerar la inflación en 2025 será la reducción del «crawling peg», es decir, la tasa de devaluación mensual del peso, que actualmente está fijada en un porcentaje elevado. Se estima que esta medida se reducirá al 1%, aunque su implementación está demorada debido a la crisis cambiaria en Brasil. Mientras el vecino país no logre estabilizar su moneda, el real seguirá perdiendo valor frente al dólar, lo que complicará los esfuerzos de Argentina por controlar la inflación mediante un tipo de cambio retrasado. Sin embargo, los economistas de Libertad y Progreso consideran que, una vez superado este obstáculo, si el Gobierno logra reducir la tasa de devaluación, la inflación también disminuirá significativamente. La política y el riesgo de incertidumbre A pesar de las expectativas favorables para 2025, hay factores políticos que podrían complicar la situación. En los años electorales, la demanda de dólares suele aumentar, lo que podría generar presiones sobre la economía. De ese modo, los mercados especulan que, si Javier Milei no logra consolidar un fuerte respaldo en la provincia de Buenos Aires para asegurar su victoria en las elecciones de medio término, esto podría generar señales negativas para los inversores. En tal caso, se podría especular con que el futuro cambio de gobierno represente un retorno a políticas económicas menos amigables con los mercados y los negocios, lo que afectaría el flujo de dólares al país y, por ende, la estrategia de control de la inflación a través de un dólar «barato». Las expectativas del público sobre la inflación Una encuesta reciente del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella reveló una sorprendente discrepancia entre las expectativas del público y las proyecciones oficiales sobre la inflación para 2025. Según el informe, el público espera que el IPC suba un 45%, lo que está unos 20 puntos por encima de las estimaciones de los economistas y centros de estudios. Este fenómeno refleja lo que algunos economistas definen como la «sensación térmica» de los precios, es decir, la percepción de los consumidores sobre la inflación, que puede ser más alta de lo que las mediciones oficiales indican. Esta discrepancia sugiere que, aunque la inflación real podría ser más baja de lo que se espera, el público sentirá que la estabilización económica es más profunda y rápida de lo que los números sugieren. Esto podría contribuir a una sensación de mejora en la economía hacia el final de 2024 y a lo largo de 2025. Ámbito
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