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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/12/2024 22:42
Qué es y cómo opera la “flota fantasma rusa” que mantiene en vilo a Occidente (Europa Press) Vladimir Putin lleva años sancionado por la comunidad internacional, que condena muchas de sus acciones al interior de Rusia y contra terceros países, como fue más recientemente la invasión de Ucrania. Sin embargo, el Kremlin ha logrado hacerse con redes y mecanismos con los cuales sortear estos impedimentos y seguir operando en el mundo. Una de estas estrategias opera en aguas de todos los continentes y quedó nuevamente expuesta tras el “sabotaje agravado” sobre el cable de electricidad submarino EstLink2, que conecta a Finlandia con Estonia. Rusia gestiona una “flota fantasma” que funciona en las sombras y le deja ganancias millonarias. Se trata de embarcaciones de países que, bajo terceras banderas, transportan mercancías prohibidas en el gigante, comercializan su petróleo y facilitan el contrabando de material militar clave para sus ofensivas, entre otras. La “flota fantasma” se compone de cientos de embarcaciones de países que, bajo terceras banderas, transportan mercancías prohibidas en Rusia, comercializan su petróleo y facilitan el contrabando de material militar clave para sus ofensivas (Europa Press) En total, se calcula que unos 600 buques integran la red, todos ocultos detrás de empresas fantasma, en condiciones precarias y, muchas veces, provocando importantes daños al medio ambiente por su falta de mantenimiento. La mayoría de ellos sirve al Kremlin desde hace décadas aunque sus actividades se intensificaron en 2022 por las nuevas sanciones impuestas por los aliados, que obligaron a Moscú a volverse más creativo en sus formas de transportar mercancías y enviar su crudo, que también reetiqueta para enmascarar el real origen. De hecho; desde entonces, la flota se ha triplicado. Según el think tank Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), cerca del 80% del petróleo ruso -estimado en unos 80.000 millones de euros- se moviliza en estas embarcaciones y se traduce en ganancias de más de cinco mil millones de dólares anuales para el Kremlin. Estos barcos “contribuyen a la maquinaria bélica rusa” y suponen un “peligro significativo”, denunció la ministra sueca de Exteriores, Maria Malmer Stenergard, que advirtió que este dinero se destina a la adquisición de misiles y drones que son lanzados contra suelo ucraniano. Maria Malmer Stenergard advirtió que estos barcos “contribuyen a la maquinaria bélica rusa” y suponen un “peligro significativo” (REUTERS) Sin embargo, los riesgos van mucho más allá de lo económico. En los últimos días se conoció que el EstLink2, el cable de electricidad submarino que conecta a Finlandia con Estonia, había sufrido daños en lo que Helsinki consideró un acto de “sabotaje agravado”. Por este hecho, la Policía considera sospechoso al petrolero Eagle S, un barco de origen ruso matriculado en las Islas Cook que ingresó en aguas del país cargado de gasolina de Moscú justo en esas fechas. Como parte de la investigación, este sábado, las autoridades confiscaron el barco y esperan poder conseguir respuestas sobre sus actividades en aguas territoriales, su cargamento y su itinerario completo, y avanzar así sobre esta red en las sombras. “El actual incidente demuestra, una vez más, que la decrépita ‘flota fantasma’ a la que pertenece el buque ahora retenido en Finlandia es una gran amenaza para nuestro medio ambiente y nuestra seguridad”, dijo la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock. Finlandia considera que el principal sospechoso del sabotaje al cable submarino Estlink 2 es el buque “Eagle S”, vinculado a Rusia, que fue confiscado este sábado por la Policía (REUTERS) La funcionaria europea, que advirtió del peligro de la infiltración enemiga en un espacio clave como lo es el digital, en el que “los cables submarinos son las arterias de comunicación que mantienen unido nuestro mundo”, también apuntó a un tercer factor a considerar sobre las actividades de esta red. Se trata del medioambiental, cuyas consecuencias son -en su mayoría- más difíciles de remediar. Una investigación de Político y SourceMaterial contabilizó, desde 2021, al menos nueve casos de buques rusos encubiertos que dejaron vertidos en los mares de todo el mundo, desde Tailandia y Vietnam, hasta Itaia y México, así como en importantes corredores, como el mar Rojo y el Canal de Panamá. Estas fugas generan un impacto en la fauna marítima y en el agua que muchas veces es irreversible o, en su defecto, requiere de un gran esfuerzo del país alcanzado para contenerlo y reducirlo, sin la posibilidad de exigir responsabilidades a ningún gobierno. Estos buques vierten desechos en los océanos, generando un grave impacto medioambiental (REUTERS) “Son una bomba de tiempo (...) Más allá de los daños medioambientales, algunos de los cuales serán irreversibles, genera un impacto enorme para los estados costeros que tienen que asumir el coste de limpiar esto”, explicó Isaac Levi, responsable de Europa-Rusia y experto en flotas en la sombra del CREA. Un ejemplo de esto fue el Innova, un petrolero del tamaño de la Torre Eiffel que, en marzo, fue detectado por los guardacostas británicos a unos 100 kilómetros de la costa de Escocia. Entonces, el barco, que llevaba a bordo un millón de barriles de petróleo sancionado, fue detectado por la mancha que lo rodeaba, muestra de estos desechos que se vierten constantemente en el océano. En respuesta, el ministro de Exteriores de Londres, David Lammy, anunció sanciones contra 18 petroleros, tres buques metaneros, una unidad flotante de almacenamiento y refrigeración, y la compañía de gas ruso Rusgazdobycha, que pudo identificar como parte de esta trama millonaria e irresponsable. “El Reino Unido lidera la carga contra los desesperados y peligrosos intentos de Putin de aferrarse a sus ingresos energéticos con su flota en la sombra, poniendo en peligro las costas de toda Europa y del mundo”, declaró entonces. La comunidad internacional prometió tomar nuevas medidas para limitar la operación de esta flota de Vladimir Putin (REUTERS) Asimismo, en un intento por poner fin a estas actividades y responsabilizar a Rusia por sus acciones, en los últimos días, la comunidad internacional decidió reforzar sus medidas contra el Kremlin. Una docena de países europeos y otros tres que no integran la Unión -el Reino Unido, Noruega e Islandia- acordaron “interrumpir y disuadir a la flota fantasma rusa para evitar operaciones ilegales y aumentar los costes en su guerra contra Ucrania”, por medio de una serie de medidas que se conocerán en el futuro próximo, mientras que la OTAN adelantó que aumentará su presencia militar en el mar Báltico.
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