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  • El Filipino: macabro y sanguinario asesino serial de Misiones

    » Elterritorio

    Fecha: 28/12/2024 19:39

    Marcelo Fabián Gómez (44) comenzó en la delincuencia como ladrón en 1995. En 2009 cometió su primer crimen en Guaraní. La confianza, su modo de abordar a las víctimas sábado 28 de diciembre de 2024 | 4:30hs. Marcelo Fabián Gómez (44) firmó un abreviado en 2015 por su segundo crimen y fue condenado hasta 2040. Si se habla de asesinos contemporáneos de Misiones, es inevitable no incluir a Marcelo Fabián Gómez, un obereño mejor conocido como El Filipino, de actualmente 44 años, y que para muchos personificó al primer asesino serial de la provincia, teniendo entre su espalda la responsabilidad directa en dos crímenes -por los cuales purga una condena de 30 años-, pero también la implicancia en otros homicidios en los que su nombre está entre los principales sospechosos. El Filipino, a lo largo de sus años como delincuente, también recibió los sobrenombres de Sapo Culeado, Pelado, Camaleón y Manduricio. Si bien no se saben las circunstancias de su vida que lo llevaron al camino sanguinario, sí se sabe que Gómez -quien nació el 17 de mayo de 1980- comenzó su vida delictiva desde muy joven, como un ladrón que se aprovechaba del descuido de sus vecinos. En ese marco, fue detenido por primera vez en 1995, siendo sólo un chico de 15 años que se crió con la mala junta y se fue alejando cada vez más del entorno familiar. Este motivo es una de las claves que lo llevó a lo largo de su vida a llevar varios apodos, para así no poder ser reconocido. Se dice que desde chico tenía la intención de mostrar la figura de una persona fría. Sin embargo, para abordar a sus víctimas adoptaba una postura de hombre trabajador, tímido, respetuoso e inofensivo. Esto está ligado a que sus víctimas eran personas mayores de edad, vulnerables y quienes no tendrían mucha oportunidad de defenderse de Gómez, quien para cometer el crímen tenía dos razones: robarles objetos de valor para pagar sus vicios o asesinar por placer. Primera víctima En ese contexto, su primera víctima fatal fue Elio Scarban (42), un reconocido peluquero de Colonia Guaraní que fue asesinado a golpes por El Filipino el 7 de septiembre de 2009. El criminal formó una relación de mucha confianza, llegando a ser compañero de tragos y de apuestas. Justamente, el homicidio del peluquero fue perpetrado horas después de uno de sus encuentros. Scarban fue asesinado a golpes y con una estocada de puñal en el pecho, que lo dejó moribundo. Mientras el hombre de 42 años se desangraba, Gómez huyó del lugar llevando algunos objetos de valor que tenía en el domicilio. La víctima, con la poca fuerza que le quedaba, logró avanzar unos pocos metros hasta la vivienda lindante de su hermano, a quien le alcanzó decir “fue Manduricio”. Luego de poder revelar el nombre de quien lo atacó sin dejarle ninguna oportunidad de vivir, el hombre finalmente falleció agonizando. Desde entonces, Gómez era buscado por la Policía de Misiones. Pero por meses estuvo oculto entre las sombras, aunque sin detener su vida criminal. Justamente, Gómez vivía de matar, robar para costear sus vicios y ocultarse de la Policía. Mató a su “tío” Su nombre volvió a estar en el expediente de asesinatos el 17 de septiembre de 2010. La víctima fue Anastasio Dos Santos (72), un colono de Loreto que estuvo diez días desaparecido. Finalmente, su cuerpo fue hallado en un mandiocal, dentro de su propiedad con múltiples golpes en su cabeza. Con el avance de las investigaciones, se determinó que el principal sospechoso era un joven que se hacía llamar Hugo Flores, a quien la víctima le tenía tanta confianza que lo trataba como su sobrino. Al buscar en el registro de las personas, la Policía advirtió que ese nombre no existía y que era un invento de Gómez, quien fue descubierto a raíz del hallazgo de su documento de identidad, que estaba en un techo de paja en la vivienda de Dos Santos. A raíz de las investigaciones, se pudo reconstruir que el condenado se ofreció como un cultivador de la tierra, y que no sólo era considerado para la víctima como un empleado, sino un hombre de su extrema confianza. Acompañante de tragos, de charlas nocturnas y un fiel compañero, eran las características que lo describían a Gómez con sus víctimas. En tanto, luego de cometer ese crimen, tardó casi dos meses en ser aprehendido por la Policía de Misiones. El 3 de noviembre de 2010, Filipino fue atrapado en Posadas durante uno de sus encuentros con una joven de Candelaria, con quien mantenía un romance. La joven viajaba constantemente desde su localidad hacia Posadas para ver a Filipino. Justamente, esto fue utilizado por los pesquisas, quienes siguieron a la mujer. Fue detenido, enjuiciado y condenado por los dos crímenes en el que fue hallado como único responsable. Por el crimen de Scarban, el obereño aceptó su culpabilidad y mediante un juicio abreviado recibió la pena de 11 años de prisión. Mientras que por el homicidio de Dos Santos fue condenado en 2015 a 19 años, también mediante un juicio abreviado. El Tribunal Penal 1 de Posadas unificó las sentencias y aplicó una pena única a 30 años de prisión, de cumplimiento efectivo. Con estas condenas, su nombre quedaría entre los nombres de asesinos seriales más peligrosos. Si bien no quedó completamente comprobado, su nombre o apodo ficticio (Hugo Flores) fue vinculado a otros asesinatos de 2010. Crimen en Garupá Uno de esos casos es el de Alcides Suárez (44), un vendedor de chipas de la zona de Garupá. El cruento homicidio se registró el 13 de febrero de 2010, cuando Gómez, que vivía en un inquilinato ubicado en la calle Las Flores del barrio Ñu Porá, en la noche previa al Día de los Enamorados decidió matarlo salvajemente a golpes (utilizando un objeto), hasta el punto de provocar el estallido del cráneo. Al parecer, lo venía planeando hace bastante tiempo. Tomó el cuerpo del chipero, lo envolvió con una frazada y arrojó el cadáver al pozo de agua, en el interior del patio del predio. Allí estuvo el cuerpo de Suárez por varios días, hasta que fue hallado cuando estaba completamente en estado de putrefacción, casi irreconocible. Por aportes de testigos, los pesquisas llegaron al dato de que el inquilino de Suárez se hacía llamar Hugo Flores, el mismo nombre con el que Filipino se presentó ante Dos Santos. Desde la muerte de Suárez, quien se hizo pasar como “Flores” no volvió a aparecer, como tampoco varios objetos de valor. En tanto, el sábado 30 de octubre del mismo año, una jubilada de 75 años fue encontrada muerta en un charco de sangre, dentro de su vivienda de la calle Hungría 3564, casi Luis Pasteur, en el barrio El Palomar de Posadas. La mujer, quien fue encontrada por un vendedor de periódico, se hallaba con impresionantes golpes en su cuerpo. La autopsia reveló un escalofriante crimen. La mujer tenía golpes en el cráneo, un corte en la oreja izquierda y fracturas en las costillas. Si bien no se supo en un principio quién cometió ese crimen, testigos de la zona indicaron haber visto a la mujer conversando con un hombre, que según los investigadores tenía exactamente las facciones de Marcelo Fabián Gómez. A las pocas horas, efectivos de la Policía observaron al presunto asesino deambulando por la zona y fue detenido. No obstante, en ese entonces fue liberado debido a que no pudo ser del todo vinculado con el crimen. Gómez, de actualmente 44 años, tiene previsto volver a estar en las calles en el año 2040, año en el que cumplirá el total de su condena.

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