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» Diario Cordoba
Fecha: 28/12/2024 05:27
Unos 85.000 cordobeses sufren enfermedad renal crónica (ERC), patología que afecta ya casi al 11% del total de la población de la provincia, situándose la media española hasta hace unos años en el 10%, aunque ya hay estudios que la elevan al 15%. Esta patología se caracteriza por una disminución progresiva del filtrado glomerular y la presencia de albuminuria, lo que en estadios avanzados puede hacer necesario recibir diálisis o un trasplante. La jefa del servicio de Nefrología del hospital universitario Reina Sofía, Sagrario Soriano, señala que el número de pacientes con esta enfermedad, es decir, personas que necesitan tratamiento renal sustitutivo, bien con diálisis o trasplante, se sigue manteniendo a un ritmo de crecimiento progresivo, igual que ocurre en el resto del país, con una tendencia a la estabilización de la incidencia y prevalencia, lo que reafirma la necesidad de establecer estrategias preventivas y un manejo optimizado de la ERC. Realización de diálisis en el Servicio de Nefrología del hospital Reina Sofía. / A.J. GONZÁLEZ Soriano, que es también vocal de la junta directiva de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), indica que en la actualidad en la provincia de Córdoba hay unos 5.800 pacientes que tienen diagnosticada enfermedad renal crónica en diferentes estadios, de los que casi 500 requieren recibir tratamiento sustitutivo con diálisis. Además, de esas casi 500 personas en diálisis, aproximadamente un 7% se la está realizando en su propio domicilio. La diferencia entre quienes tienen ya detectada la enfermedad y los que se estima que realmente la padecen explica el alto infradiagnóstico que aún existe de esta afección. Incidencia La jefa de Nefrología del Reina Sofía señala que la incidencia actual de la ERC (casos nuevos de la enfermedad) que precisan tratamiento con diálisis, se sitúa en Córdoba en 142 casos nuevos por millón de población. Sagrario Soriano expone que la causa más frecuente de ERC que precisa diálisis sigue siendo la diabetes, con un 28,2% de incidencia, mientras que también influyen en la aparición de esta patología otras causas cardiovasculares, como la hipertensión y enfermedades vasculares renales, en torno a un 17%. «Es decir, que casi la mitad de los casos son causas prevenibles y fácilmente diagnosticables y tratables», argumenta esta especialista. Sagrario Soriano, jefa del Servicio de Nefrología del Hospital Reina Sofía. / A.J. GONZÁLEZ Factores relacionados Soriano resalta que, debido a que la ERC se está relacionando cada vez más con factores cardiovasculares, como son la diabetes, hipertensión y enfermedades vasculares, hace hincapié en la importancia de que se atienda esta patología no solo desde el punto de vista de la nefrología, sino que haya una orientación multidisciplinar de este problema para poder detectarlo precozmente, ya que en los primeros momentos la enfermedad es asintomática. «Es fundamental que, desde los servicios de atención primaria, se soliciten las pruebas diagnósticas, como son el filtrado glomerular y las proteínas en orina, en los pacientes con factores de riesgo renales (mayores de 65 años, diabéticos, hipertensos y con enfermedades hereditarias renales) para así conseguir realizar una detección temprana de la enfermedad. Por otra parte, es muy importante que desde las unidades hospitalarias se facilite la accesibilidad y la derivación de estos pacientes para garantizar un acceso equitativo a la atención especializada, optimizando así un manejo coordinado con la atención primaria y con el resto de niveles asistenciales implicados», demanda la responsable de este servicio del Reina Sofía. Soriano defiende que la detección precoz de la enfermedad renal crónica es una oportunidad para poder controlar y tratar de forma adecuada todos los factores cardiovasculares del paciente (hipertensión, obesidad, diabetes) e intentar enlentecer la progresión de esta dolencia en la medida de lo posible. Las cifras «Si conocemos en qué estadio de la ERC se encuentra el paciente, esto nos facilitará un seguimiento más preciso de la enfermedad, asegurando una atención adecuada y personalizada para cada caso. Por otro lado, es muy importante destacar el gran impacto de las novedades terapéuticas de las que disponemos en la actualidad, que pueden contribuir a reducir la velocidad de progresión de la enfermedad renal y reducir sus complicaciones», añade esta nefróloga. La gravedad de la enfermedad renal crónica se refleja en las siguientes cifras. Recientemente, se han publicado las estimaciones de enfermedad para España y las tendencias en morbimortalidad. Según estas estimaciones, la ERC ha sido una de las 10 causas de muerte que más ha crecido en los últimos años. Se contempla que para 2040 uno de cada cinco fallecimientos tendrá como causa este problema de salud y que para 2100 será la segunda causa de muerte en España, después del alzhéimer, redunda esta doctora. Realización de diálisis en el Servicio de Nefrología del hospital Reina Sofía. / A.J. GONZÁLEZ Datos de diálisis En la actualidad, en Córdoba hay 420 pacientes en hemodiálisis entre centros públicos y concertados. Entre los centros públicos, se encuentran la unidad hospitalaria del hospital Reina Sofía, donde reciben diálisis 24 pacientes; la unidad periférica Perpetuo Socorro de Córdoba, en la que lo hacen 70 pacientes y la unidad del área Norte de Córdoba (hospital Valle de los Pedroches) donde los beneficiarios son 25. Por su parte, los centros concertados prestan esta asistencia, en el área sur, ubicada en Cabra, a 90 pacientes; en el distrito Guadalquivir (Palma del Río) a 16 pacientes y en dos centros de Córdoba capital, a 195 pacientes. Soriano recalca que el trasplante renal de donante de vivo es la mejor opción de terapia renal sustitutiva. Por eso, implementar este tipo de injerto es una de las acciones estratégicas de la Sociedad Andaluza de Nefrología. Esta sociedad andaluza, junto con la Coordinación de Trasplantes de Andalucía y los Servicios Centrales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) han creado un grupo de trabajo multidisciplinar con la idea de potenciar esta forma de trasplante. Personal sanitario realiza un trasplante (archivo). / EPE Trasplante de vivo «La idea es promover el trasplante de vivo como primera opción de terapia renal sustitutiva y motivar una mayor participación y apoyo al proceso de la donación. En nuestra Unidad de Nefrología del hospital Reina Sofía contamos con una consulta independiente, ubicada en el centro de especialidades Castilla del Pino, donde una nefróloga es la encargada de realizar los estudios a los potenciales donantes renales y de aportar toda la información demandada a las familias que deseen ofrecerse como posibles donantes renales», explica la jefa de este servicio. En estos momentos, Sagrario Soriano sostiene que hay unos 80 pacientes en lista de espera de un trasplante renal en Córdoba. El tiempo de espera para recibir este tipo de injerto puede variar, según muchos factores, como son las características inmunológicas, edad y grupo sanguíneo del paciente. La demora media hasta que se recibe el órgano suele oscilar entre los 1,5 y 2 años. En 2023 en el hospital Reina Sofía se llevaron a cabo 98 injertos renales, mientras que en 2022 fueron 111, lo que supuso la cifra más alta en un año desde que en 1979 se empezaron a efectuar estos trasplantes. Ante la alta incidencia de la enfermedad renal crónica, la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer) y la Sociedad Española de Nefrología (SEN) han reivindicado este mes en el Congreso de los Diputados la necesidad de desarrollar un Plan de Salud Renal de ámbito nacional que permita «mejorar la prevención y el diagnóstico precoz» de la enfermedad renal crónica. Suscríbete para seguir leyendo
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