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» Diario Cordoba
Fecha: 28/12/2024 05:26
El nombre de Rafael de la Hoz está estrechamente vinculado a la arquitectura cordobesa. Es una saga de profesionales que han dejado huella, especialmente Rafael de la Hoz Arderius, quien, pese a nacer en Madrid, desarrolló en Córdoba gran parte de su faceta profesional, fruto de la cual hoy la ciudad atesora varias piezas de enorme valor arquitectónico que han sido calificadas como edificios singulares. Hasta el 23 de febrero se puede ver en la Sala Vimcorsa de Córdoba una muestra de su creación, centrada sobre todo en su obra privada, porque una parte amplia de sus diseños fueron creados desde su plaza de arquitecto de la Diputación de Córdoba. La muestra recoge planos, maquetas, fotos y piezas relacionadas con la labor que De las Hoz Arderius acometía en la faceta privada. Un ejemplo claro de ello es la sede de Diario CÓRDOBA, edificio que celebrará en 2025 el 50 aniversario de su inauguración y que es una obra materializada con la colaboración de sus socios Gerardo Olivares y José Chastang. La impronta El comisario de la muestra, Francisco Daroca, que fuera decano del Colegio de Arquitectos de Córdoba, en lo que se refiere a la obra privada de De la Hoz, apunta que fue un autor que sabía dejar una impronta clara en cuanto diseñaba y sabía aportar, sin perder su propia identidad, la singularidad que dada edificio requería , por la utilidad a la que iba destinado. No tuvo el arquitecto afincado en Córdoba ninguna traba a la hora de afrontar proyectos, ni por su destino ni por sus promotores ni por su envergadura o tipología. Además de la sede actual de Diario CÓRDOBA, De la Hoz dejó sus particulares maneras constructivas en muchos más puntos, como el edificio de los estudios fotográficos Giménez, el popular bloque donde está el aparcamiento de Edaco o el colegio de Las Teresianas, por citar solo algunos de los más conocidos. Diario CÓRDOBA se ha querido centrar en algunas de estas obras, además de la de su propia sede, para conocerlas un poco mejor. Así, el comisario de la muestra señala lo que él cree más característico de los edificios de la Cámara de Comercio de Córdoba y la fábrica de Cervezas El Águila, ambas dejan de manifiesto el momento creativo por el que pasaba el autor y los retos que supusieron su materialización. Declaración de intenciones En lo que se refiere a la Cámara de Comercio de Córdoba, el comisario de la muestra, Francisco Daroca, hace distintas consideraciones. Este edificio, apunta, «es una declaración de intenciones, una declaración casi ideológica. En un solar quebrado del casco histórico Rafael de la Hoz introduce una nueva manera de entender el posicionamiento, las relaciones entre los espacios, la manera de conectarlos, etcétera, que en una época en que no había materiales ninguno para trabajar, porque tenían que ir incluso a los cementerios a buscar trozos de mármoles para poder hacer algo- aclara-, conseguir un vidrio grande era difícil, conseguir cualquiera de estas maneras de producir que se consiguieron fue una labor increíble». El planteamiento de la fábrica de El Águila era distinto. Aquí el espacio no era el problema. En este caso, señala Daroca, «es un edificio ya productivo, fabril, de mucha categoría». El comisario reflexiona señalando que «lo que hace es, en una colina, interpretar algo que lo ha aprendido de la Mezquita». Se refiere el también arquitecto a que «enganchado a una atalaya, en este caso de hormigón, y a un muro, hay un crecimiento posiblemente indefinido» de la edificación. Dos visitantes observan una de las obras expuestas. / A.J. GONZÁLEZ Se trata, apunta Daroca, de «una estructura que es capaz de multiplicarse en el tiempo y en el espacio. Por lo tanto, digamos que es un edificio que es capaz de crecer indefinidamente si las necesidades lo requieren». La versatilidad de la capacidad creativa de Rafael de la Hoz queda de manifiesto en una muestra que recopila más de 160 obras originales de un arquitecto que se encuadró dentro de la generación del 50, la primera que se atrevió a romper el lenguaje constructivo en vigor y apostó por una manera de ver la edificación más moderna. Tanto, que aún hoy es objeto de estudio. La sede Diario CÓRDOBA, un ejemplo del periodo "brutalista" El edificio que acoge la sede de Diario CÓRDOBA es un auténtico ejemplo de cómo De la Hoz adaptaba el proyecto perfectamente a la finalidad pretendida. En este caso, se aprecia que sin ningún tipo de ruptura en el diseño se va adaptando cada parte del inmueble a los distintos trabajos que acogerán. De ese modo, por la entrada principal se da acceso a las dependencias administrativas y justo encima, se configura el espacio de la redacción. Más alto aún, despachos e incluso unos estudios radiofónicos. A medida que se avanza, el recinto va ampliando espacios y ofreciendo unas prestaciones más fabriles, pues acogía la rotativa y los muelles de carga. El edifico, que tiene unos 2.300 metros cuadrados útiles, se divide en cuatro plantas: el sótano, que acoge un salón de actos, la planta baja, que empieza por las oficinas y acaba con la parte destinada a la planta de impresión y almacén (durante años acogió un plató de televisión); la primera, con la redacción, archivos y varios lugares que más tarde fueron estudios televisivos; y la segunda planta, con salas de reuniones y lo que en su momento fue un estudio de radio. Daroca ha dicho de esta obra de De la Hoz, que pertenece a una fase «no primaria», sino la llamada «brutalista», en el sentido de «ser muy expresionista, con los volúmenes, con sus materialidad y aunque no usa el hormigón visto de una manera decidida, sí lo hace con el ladrillo visto. Sin embargo, su configuración plástica y geométrica es muy coherente como lo que está pasando en los años 70 en el mundo de la arquitectura, que es una especie de expresionismo brutalista». Suscríbete para seguir leyendo
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