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Concordia » Diario Junio
Fecha: 28/12/2024 03:28
El nieto recuperado es hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, quienes fueron secuestrados el 10 de diciembre de 1976, cuando ella estaba embarazada de ocho meses y medio. Según testimonios de sobrevivientes, Pourtalé y Villamayor fueron vistos por última vez en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), un centro clandestino de detención. La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, destacó que este hallazgo refuerza la lucha histórica de la organización, que desde 1977 trabaja para restituir la identidad de los niños apropiados durante el terrorismo de Estado. «La verdad siempre sale a la luz,» afirmó Carlotto durante la conferencia de prensa realizada en la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA). El nieto 138, que es abogado, tiene un hermano que celebró su aparición y está en proceso de vincularse con su familia. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo destacó que este hallazgo es una muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente y la centralidad de las políticas de Derechos Humanos. La historia de los padres desaparecidos del nieto 138 y la búsqueda incansable de sus familiares Marta Enriqueta había nacido en Azul, provincia de Buenos Aires y tenía 30 años. Juan Carlos era porteño y tenía 21 años. Ambos militaban en Montoneros. «La Negra» o «María» y «El Negro», «Negrolín» o «Ricardo» fueron los nombres con que eran conocidos en la organización. En 1972 Marta tuvo a su primer hijo, Diego Antonio, junto a un compañero anterior, y que es medio hermano del hombre de 48 años que acaba de recuperar su identidad. Marta conoció a Juan Carlos poco después y él le dio su apellido a Diego. Ella cursó el profesorado de Historia en el Colegio Normal de Azul y trabajó como empleada administrativa. Tras el secuestro, María del Carmen Villamayor, hermana de Juan Carlos, y su madre, Carmen Antonia Morinigo, comenzaron la búsqueda infructuosa, que incluyó la presentación de habeas corpus. En septiembre de 1979, Carmen Morinigo pudo denunciar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de visita en el país para recoger información sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura. Allí contó que su muera estaba embarazada. Cuando se produjo la desaparición, el tío de Marta, Pedro Pourtalé, recibió un llamado de la comisaría de Villa Ballester para buscar a un menor de cuatro años. Era Diego, que había sido dejado allí, pero no le dieron información sobre el paradero de su hermana y su cuñado. Pedro junto a su madre, crió al niño y, tiempo más tarde, denunció el caso de Marta y Juan Carlos ante la Conadep. Diego supo que esperaba un hermanito desde los primeros días. Cuando se lo contaron, hizo un dibujo de la familia incluyendo al bebé. Diego continuó esta búsqueda desde el grupo de familiares que participa de Abuelas. Desde 1999 la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad trabajó en la investigación del grupo familiar Villamayor-Pourtalé para que, a partir de esa reconstrucción, el Banco Nacional de Datos Genéticos fuera incorporando las muestras biológicas de la familia. Este jueves, el Juez Daniel Rafecas informó al nieto 138 los resultados y un nueva identidad fue restituida.
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