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» El Ciudadano
Fecha: 28/12/2024 02:21
D. G. A., el guardia de seguridad que en la fiesta de graduación del Colegio San Carlos sacó a una egresada por la fuerza y la besó y tocó sin su consentimiento, quedó imputado este viernes por el delito de abuso sexual simple, en calidad de autor y consumado. La fiscal Natalia Benvenuto formuló los cargos en la audiencia imputativa y el hombre, tras ser acusado, quedó en libertad con restricciones mientras avanza la investigación para determinar, entre otros detalles, si volcó algún tipo de compuesto químimco en una bebida que tomaba la víctima, de 17 años, quien fue hallada desmayada en un baño. El hecho, cometido en la madrugada del pasado domingo 15 de diciembre, tuvo lugar en Luis Palacios, en el camping del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, que el colegio había contratado para la fiesta, a través de una empresa organizadora de eventos. De acuerdo con la imputación, el acusado, quien trabajaba como personal de seguridad en la fiesta, cometió el abuso entre las 4 y las 5 de la mañana. En esa franja horaria, D. G. A. habría sacado a la víctima a la fuerza del salón, besado de manera brusca y tocado diferentes partes de su cuerpo pese a los intentos de ella de resistirse y defenderse. Marisa, madre de la víctima, había detallado en declaraciones a la prensa que su hija había ingerido un somnífero sin saberlo, lo que provocó que perdiera el conocimiento. Según su relato, la adolescente fue llevada por el imputado hacia una zona descampada del predio, pero logró zafarse y escapar, para luego, con dificultad, llegar al baño, donde se encerró y se desmayó. Tras un largo rato, más de una hora, fue encontrada por empleadas de limpieza en el lugar, todavía inconsciente: un mozo trepó para ingresar al cubículo y destrabar la puerta desde adentró. La madre denunció, además, que la empresa de traslados contratada para el evento se negó a llevar a la joven en ese estado, obligándolos a ella y al padre de su hija a ir a buscarla. Y cuestionó que el personal del salón no haya solicitado asistencia médica tras el incidente. Marisa remarcó que su hija había vuelto en sí, y cuando recuperó el conocimiento relató la situación de la que había sido víctima, lo que requería otro tipo de intervención. En este sentido, señaló que su hija fue sacada del lugar de la fiesta «a la fuerza», y que ella «le decía que no» al guardia, pero él «la agarró del brazo y se la llevó”. «Nadie vio nada –cuestionó–. Ninguno lo detuvo siendo que era un empleado y salía del salón con una menor, cuando a nosotros como invitados no nos dejaban salir al patio. La empresa que organizó la fiesta alegó no estar a cargo de la seguridad, y que ese servicio fue contratado por el salón donde se hizo la graduación.
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