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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/12/2024 20:37
Comediantes en acción, en Damasco, tras la caída de al-Assad. En un país que durante más de cinco décadas vivió bajo la sombra de la represión y el control absoluto, la caída del régimen de Bashar al-Assad ha abierto un espacio inesperado para la expresión artística y social. Según informó Agence France-Presse (AFP), los escenarios de Damasco se han convertido en el epicentro de un movimiento cultural que utiliza la comedia como herramienta para abordar los traumas del pasado y explorar los límites de una libertad recién adquirida. Este fenómeno, liderado por un grupo de comediantes, refleja tanto el alivio como las tensiones de una sociedad que busca redefinirse tras el fin de un régimen autoritario. El 2024 en el mundo. Claves de un año (muy) convulsionado Por Laureano Pérez Izquierdo eBook Gratis Descargar El colectivo Styria, compuesto por 13 comediantes, entre ellos una mujer, ha tomado la delantera en este renacimiento cultural. Su nombre, un juego de palabras entre “Siria” e “histeria”, encapsula el espíritu de resistencia y la complejidad emocional de un país en transición. Según detalló AFP, los integrantes del grupo abordan en sus presentaciones temas que antes eran tabú, como las detenciones arbitrarias, la evasión del servicio militar y las dificultades económicas, incluyendo la lucha por acceder a dólares en el mercado negro. Estas historias, profundamente personales, resuenan entre un público que por años vivió bajo el peso del miedo y la censura. Entre las figuras más destacadas de este movimiento se encuentra Melki Mardini, un comediante de 29 años que ha encontrado en el humor una forma de desafiar las normas impuestas por el régimen derrocado. Durante una reciente presentación en una galería de arte en Damasco, Mardini inició su espectáculo con una frase que habría sido impensable en el pasado: “El régimen ha caído”. Según reportó AFP, aunque esta declaración inicial fue recibida con un silencio incómodo, pronto las risas nerviosas y los aplausos rompieron la tensión. Para Mardini, estos espacios representan una oportunidad única para expresarse sin temor a represalias, algo que describe como “inimaginable” bajo el gobierno de Assad. El impacto de este cambio no se limita a los artistas. Said al-Yakhchi, un comerciante de 32 años que asistió a uno de los espectáculos, destacó la transformación en la atmósfera de las presentaciones. Según comentó a AFP, las restricciones que antes limitaban la creatividad y la libertad de expresión han desaparecido, permitiendo que tanto artistas como espectadores disfruten de un ambiente libre de miedo. “Ahora no hay restricciones, nadie tiene que rendir cuentas a nadie”, afirmó, subrayando el contraste con los años de vigilancia y control. Cristianos asisten a una misa de Navidad en la iglesia Nuestra Señora de Damasco, tras el derrocamiento del presidente sirio Bashar al-Asad, en Damasco, Siria. (REUTERS/Amr Abdallah Dalsh) Sin embargo, el miedo no ha desaparecido por completo. Hussein al-Rawi, otro miembro del colectivo, confesó que aún toma precauciones para proteger su seguridad personal. Según consignó AFP, al-Rawi evita compartir su dirección por temor a un posible regreso de Assad al poder. A pesar de este temor, el comediante expresó su esperanza de que Siria pueda convertirse en un país inclusivo y libre para todos sus ciudadanos. “Siempre tengo miedo de que vuelva”, admitió, pero añadió que este es un momento crucial para construir un futuro basado en la libertad y la justicia. La única mujer del colectivo, Mary Obaid, de 23 años, combina su trabajo como dentista con su pasión por la comedia. Según informó AFP, Obaid ve en el escenario un espacio para liberar las emociones reprimidas durante años de opresión. “Lo hacemos por todos los sirios”, explicó, destacando que las historias compartidas por los comediantes suelen reflejar las experiencias de muchos en el público. Aunque se mostró cautelosa respecto a los nuevos líderes del país, Obaid expresó su optimismo sobre el futuro. “Por ahora, sentimos libertad”, afirmó, aunque reconoció que el temor al acoso persiste. El contexto político en Siria sigue siendo complejo. Según reportó AFP, la caída del régimen de Assad, que puso fin a más de 50 años de gobierno de su familia, ha dado lugar a un panorama liderado por una coalición de grupos rebeldes, incluidos islamistas y antiguos yihadistas. Este escenario plantea nuevos desafíos para los artistas, quienes han dejado claro que no permitirán que una nueva autoridad limite su libertad de expresión. “No vivimos una revolución durante 13 o 14 años para que ahora alguien nos diga: ‘No puedes hablar’”, declaró Mardini, reflejando el compromiso del colectivo con la defensa de sus derechos recién conquistados. El relato de Rami Jabr, otro integrante del colectivo, ilustra las cicatrices que dejó el régimen de Assad en la sociedad siria. Según consignó AFP, Jabr compartió con el público su experiencia de haber sido detenido y torturado durante un mes, acusado de ser un “infiltrado” que buscaba desestabilizar el país. Su testimonio, cargado de humor y dolor, resonó profundamente entre los asistentes, muchos de los cuales han vivido situaciones similares. “¡Siria quiere libertad!”, exclamó al inicio de su presentación, subrayando la importancia de este momento histórico. El país celebró la caída de al-Assad. (REUTERS/Zohra Bensemra) Para los comediantes de Styria, la comedia es mucho más que entretenimiento: es una forma de resistencia y una herramienta para sanar las heridas del pasado. Según publicó AFP, los escenarios de Damasco se han convertido en un símbolo del cambio profundo que atraviesa el país, donde el humor se alza como una de las expresiones más poderosas de la nueva Siria. “Estamos en un momento de transición de una era a otra”, reflexionó Obaid, quien ve en este periodo una oportunidad para construir un país basado en la libertad y la justicia. “Desde ahora, nunca más miedo”, concluyó, encapsulando el espíritu de un movimiento que busca redefinir el futuro de Siria a través del poder transformador de la risa. Fuente: AFP
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