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Concordia » Concordiapolitica
Fecha: 26/12/2024 10:15
En su mensaje navideño desde la Logia Central de la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco impartió la tradicional Bendición Urbi et Orbi, destacando la misericordia de Dios como la fuerza que disipa el odio y la venganza, abriendo la Puerta de la paz. En un mundo dividido por las guerras, invitó a todos los pueblos y naciones a ser peregrinos de esperanza y a cruzar esta puerta, simbolizando la reconciliación y el amor. Un mensaje de esperanza para el mundo El Papa recordó el misterio de la Natividad, cuando la Virgen María dio a luz a Jesús, el Hijo de Dios, quien es la Puerta de salvación para la humanidad. Esta Navidad, Francisco destacó el inicio del Año jubilar e invitó a todos a atravesar esta puerta abierta por Dios, para experimentar el perdón y la reconciliación. “Jesús es la Puerta que el Padre misericordioso ha abierto para que todos podamos regresar a Él”, afirmó el Pontífice. Esta puerta no solo simboliza la salvación, sino también la unidad y la paz entre los pueblos. Llamado a la paz en el mundo El Papa hizo un llamamiento urgente para que las armas callen en diversas regiones del mundo. En particular, solicitó el fin de la violencia en Ucrania, Oriente Medio, y las comunidades cristianas en Israel, Palestina y Gaza. También pidió el cese de las hostilidades en Siria, Libia y en la región del Cuerno de África, donde el conflicto y el cambio climático han causado grandes sufrimientos. Un pensamiento hacia África y Myanmar En su mensaje, Francisco pidió esperanza para las familias de niños en la República Democrática del Congo afectadas por la epidemia de sarampión y las poblaciones de Burkina Faso, Malí, Níger y Mozambique, golpeadas por conflictos armados y el terrorismo. También recordó a las víctimas de Myanmar, quienes sufren a causa de los enfrentamientos armados y las persecuciones. La reconciliación en América Latina y Chipre El Papa hizo un llamado a la reconciliación social y al bien común en América Latina, mencionando específicamente a Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua. En Chipre, Francisco pidió que se derribaran los muros ideológicos y materiales, buscando una solución que respete los derechos y la dignidad de todos los chipriotas. Jesús espera en el umbral El Papa recordó que Jesús es la Puerta abierta a la que todos estamos llamados a entrar, especialmente aquellos más frágiles: niños, ancianos, y los que sufren por la guerra, el hambre, la soledad o la persecución. Francisco invitó a todos a abrir las puertas de sus corazones, tal como Jesús abrió la puerta de Su corazón para toda la humanidad. Agradecimiento y llamado al perdón En su mensaje, el Papa también agradeció a aquellos que hacen el bien en silencio, especialmente a padres, educadores, sanitarios, y misioneros. En este Año jubilar, pidió que se perdonaran las deudas de los países más pobres y que cada uno, como peregrino de esperanza, se acerque al perdón y a la reconciliación.
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