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» Comercio y Justicia
Fecha: 24/12/2024 22:38
Por Nahúm Mirad (*) Desde el pasado día 5, la Ley de Educación Financiera de Córdoba indica que en la educación de la órbita provincial será obligatoria la enseñanza sobre la relación entre la ciudadanía y el dinero y los servicios financieros. Más allá de una simple propuesta de información técnica a las personas, esta ley plantea la oportunidad de construir un puente entre las finanzas y el desarrollo humano, incorporando nociones de solidaridad y cooperación en un ámbito históricamente dominado por la lógica de la ganancia y el lucro de la intermediación entre las posibilidades de ahorro y las necesidades crediticias. Presentado en el pasado mes de marzo, el proyecto apunta a implementar un programa de educación económica y financiera en todos los niveles educativos de la provincia, incluyendo la formación docente y el ámbito no formal. El proyecto se aprueba en un contexto de alto endeudamiento familiar, la multiplicación de estafas virtuales, la proliferación de criptomonedas, el incremento de la ludopatía facilitada por las nuevas tecnologías y por las promesas de inversiones rápidas. Durante el debate en la comisión, se incorporaron aportes significativos que enriquecieron el proyecto, desembocando en su aprobación bajo la denominación de “Alfabetización Económica y Financiera”. La ley recientemente aprobada busca algo más que enseñar a la ciudadanía a ahorrar o planificar sus gastos. Su aspiración central es formar una población crítica y consciente capaz de ejercer sus derechos financieros de manera ética y orientada al bien común. Este enfoque, sin embargo, requiere un complemento esencial: la inclusión de las finanzas solidarias como pilar fundamental de esta educación transformadora. Transformando la educación financiera La ley aprobada no busca únicamente enseñar a planificar gastos o fomentar el ahorro. Su objetivo central es formar ciudadanos críticos y conscientes, capaces de ejercer sus derechos financieros de manera ética y orientada al bien común. Para lograrlo, es esencial complementar este enfoque con la inclusión de las finanzas solidarias como eje fundamental de este proceso de alfabetización. Las finanzas solidarias representan una forma de democratización del sistema financiero, buscando adecuar los productos financieros a las necesidades básicas de la población y fortalecer el trabajo social acumulado en cada territorio. Priorizan el vínculo directo entre la capacidad de ahorro regional y/o sectorial con las necesidades crediticias para que ese territorio o sector se desarrolle de manera integral con una perspectiva de triple impacto. Este vínculo se establece sin intermediación financiera, por lo tanto, sin rentabilidad o ganancias. Los excedentes del sistema de finanzas solidarias, si los hubiera, se orientan a beneficiar a los propios usuarios. Este enfoque prioriza a quienes tienen dificultades de acceder al sistema bancario tradicional, postulándose de esta manera como complementario, constituyendo un eslabón de integración y sustentación de una relación más duradera entre economía y sociedad. Esta relación se construye bajo la protección de la ética y la solidaridad, creando condiciones idóneas para un desarrollo humano integrado y sustentable. Las finanzas solidarias, encarnadas en la experiencia de cooperativas y mutuales, proponen un modelo alternativo basado en la solidaridad, la equidad y el desarrollo comunitario. Este modelo pone a las personas, los proyectos con impacto regional y las necesidades locales en el centro, superando la lógica tradicional de intermediación y priorizando un uso responsable, consciente y sostenible de los recursos financieros. La reglamentación de la mencionada ley es una oportunidad inmejorable para incorporar estas nociones, principios y valores. El rol educativo de las cooperativas y mutuales Desde su origen, las cooperativas y mutuales actuaron como espacios de aprendizaje y generación de protagonismo comunitario. En Córdoba, iniciativas como el cooperativismo escolar y la educación mutualista demostraron ser herramientas eficaces para inculcar valores como la ayuda mutua, el esfuerzo propio, la autogestión y la participación democrática en las nuevas generaciones. Estos valores están respaldados por el artículo 90 de la Ley Nacional N° 26206 de Educación y el artículo 36 de la Constitución de Córdoba, que promueven la formación en valores y prácticas solidarias. Además, la creación del Ministerio de Cooperativas y Mutuales de la Provincia refuerza el ecosistema educativo y social que rodea a estas organizaciones. Finanzas solidarias: motor del desarrollo local Las cooperativas y mutuales son actores clave en la democratización del sistema financiero. Mediante mecanismos como los microcréditos, el ahorro local y la inversión productiva, estas organizaciones generan un impacto tangible en el empleo y la producción regional. Un ejemplo concreto es su capacidad para movilizar ahorros comunitarios hacia proyectos locales, evitando que los recursos fluyan hacia circuitos financieros globales y ajenos. Este enfoque genera un efecto multiplicador en las economías locales, fomentando el crecimiento económico desde una perspectiva inclusiva y horizontal. Un modelo ético y sostenible Mientras el sistema financiero tradicional prioriza la rentabilidad, las finanzas solidarias buscan construir confianza, capital social y bienestar comunitario. Las cooperativas y mutuales no solo gestionan dinero; generan oportunidades para empresas, trabajo y accesibilidad a bienes y servicios, impulsando un desarrollo regional integral. Cada ahorro depositado, cada crédito otorgado y cada proyecto financiado en el marco de las finanzas solidarias representa un compromiso con el desarrollo humano sostenible y la construcción de comunidades resilientes. Una oportunidad para educar en principios y valores indispensables para un mundo mejor La integración de las finanzas solidarias en la Ley de Educación Financiera no es sólo una mejora curricular sino también una apuesta por un cambio estructural en las relaciones económicas. Enseñar los valores cooperativos y mutuales permite formar generaciones capaces de liderar un cambio hacia una economía más justa y solidaria. Las Naciones Unidas declararon 2025 como el Año Internacional de las Cooperativas, bajo el lema “Las cooperativas construyen un mundo mejor”. Este reconocimiento global pone de relieve el impacto transformador de las cooperativas en la construcción de sociedades más inclusivas, resilientes y sostenibles. En este contexto, Córdoba se encuentra en una posición estratégica para potenciar el modelo cooperativo y mutualista como eje central de su desarrollo educativo y económico. Las cooperativas y mutuales en Córdoba representan una herramienta clave para el desarrollo regional. Su inclusión plena en la educación financiera refuerza su impacto social y consolida un modelo que combina ética, inclusión y sostenibilidad. Este es el verdadero propósito de las finanzas: construir comunidades de bienestar integral desde la solidaridad y la cooperación. (*) Docente e investigador de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM)
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