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» Diario Cordoba
Fecha: 24/12/2024 12:08
Acogiéndome a la castiza ‘Verbena de la paloma’ y como las ciencias avanzan que es una barbaridad, para escribir este artículo le he preguntado a ChatGPT que me definiera en una sola palabra qué es la Navidad. Su respuesta inmediata ha sido «Alegría». Le he solicitado una segunda opción y me ha respondido «Unión». Y he querido completar la terna, y la portentosa aplicación ha contestado «Esperanza». Esta trina respuesta comienza a acercarnos a la prometeica humanización de las máquinas. No se nos olvide que ChatGPT y todos los adminículos de la Inteligencia Artificial se nutren de la infinita porosidad de los algoritmos; de la acumulación de anhelos y frustraciones humanas vehiculados a través de intros, aceptaciones o rechazos digitales a través de los cuales aún creemos expresar nuestra voluntad. Por ello, quizá no sea tan abismal la diferencia entre estas monstruosas bases de datos y aquellas casetas de feria que nos presentaban a un mago autómata que, a través de una tarjeta salida de una ranura, nos visionaba el futuro. Cuando virabas hacia otra atracción, te topabas con un cortinaje en el que se vislumbraban las zapatillas de ese embaucador que quería emular a los humanoides de Fritz Lang. Otros artículos de Miguel Ranchal Cosas Nuestra Señora Cosas Damasco Cosas Euforia «Alegría, Unión, Esperanza». A Prometeo habría que decirle que ahí tienes a tu hijo. Impecable condensación de una postal navideña, un talismán frente al toque a rebato de los cínicos, que podrían rebatir con el algodón de la realidad tan propicios deseos. Puede sorprender que la Alegría haya sido la prima de las respuestas, cuando estas fechas incitan a muchas personas a la destilación de la tristeza; gustos amargos que rehúyen de la almibarada melancolía y se espejan en el sórdido retrato de la soledad. De Unión, ni hablemos, y hasta es pueril la jerga de los cuñadísimos. Basta con observar la Palestina a la que enfocaba la Estrella, y el repentino silencio del frío y las trincheras, desde donde mejor se barrunta que la maldad tiene un carácter piramidal. En las primeras líneas del frente, los soldados ucranianos y los rusos se acordarán de aquellos émulos alemanes que en la Gran Guerra ofrecieron a los aliados cantar juntos «Noche de paz», olvidándose por unas horas de las alambradas y de los máuser. Todas la religiones monoteístas tienen una poderosa estética inicial. Los doce animales en torno al árbol de Buda; ese épico ‘road movie’ en el que se convierte la Hégira de los musulmanes; y el rompedor y salvífico mensaje de un Dios nacido en un pesebre. Le compramos al ChatGPT la Esperanza, que desde el ánfora de Pandora recaló en aquel humilde portal calentado por una mula y un buey. Las máquinas aún son ingenuas, quizá porque quieren emularnos. Feliz Navidad. *Licenciado en Derecho. Graduado en Ciencias Ambientales. Escritor
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