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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 24/12/2024 12:01
En el marco del Día del Bromatólogo y en esta edición N° 100 de nuestra sección “Entrevistados”, Despertar Entrerriano conversó con Natalia García, quien tiene el título de Técnica en Control Bromatológico, el título de Técnica en Alimentos y lleva 8 años trabajando en la Dirección de Bromatología del Municipio. Natalia compartió detalles sobre su formación, la importancia de la bromatología y cómo su labor impacta en la salud de la comunidad. Entrevista: ¿Qué te motivó a elegir la bromatología? “Mi nombre es Natalia García y trabajo en la Dirección de Bromatología del Municipio. Antes de ser técnica en control bromatológico, soy técnica en alimentos, una carrera que terminé hace varios años. Cuando empecé a trabajar en bromatología, me di cuenta de que necesitaba especializarme más en este campo, que es muy específico y está directamente relacionado con lo que hago todos los días. Ha sido un camino de aprendizaje continuo y muy gratificante.” ¿Cómo definirías la bromatología y cuál es su importancia hoy en día? “La bromatología es el estudio de los alimentos desde distintas perspectivas: físicas, sensoriales y nutritivas. También abarca el control de las condiciones de producción, almacenamiento y comercialización de los alimentos. Su importancia radica en que vela por la salud de los consumidores. Alimentos que no son seguros pueden causar enfermedades que van desde leves hasta graves. Nosotros, como bromatólogos, nos encargamos de detectar y corregir los peligros asociados a los alimentos, asegurando que sean inocuos y que no representen un riesgo para quienes los consumen.” ¿Cómo es un día típico en tu trabajo? “Mi labor está enfocada en la parte educativa, específicamente en la capacitación para la manipulación de alimentos. Doy charlas dirigidas a personas que elaboran, transportan, fraccionan o venden alimentos. Esto incluye desde comerciantes hasta trabajadores de industrias como el citrus o arándanos. Estas capacitaciones son obligatorias por ley, ya que todas las personas que manipulan alimentos deben contar con el carnet de manipulador. Mi tarea es asegurarme de que comprendan las buenas prácticas y el marco legal, como el Código Alimentario Argentino, que establece los requisitos para que los alimentos sean seguros.” ¿Cómo responde la comunidad a estas capacitaciones? “La mayoría de las personas tienen una buena predisposición. Aunque a veces llegan con mala gana o pensando que es una pérdida de tiempo, al finalizar la charla suelen decir que aprendieron algo útil y que van a aplicar lo aprendido. Para mí, eso es muy gratificante. Mi objetivo es que evacúen todas sus dudas y que puedan corregir errores en sus prácticas diarias. Siempre les digo que este es el momento para preguntar y aprender, porque todos somos responsables de la seguridad alimentaria, ya sea en casa o en el trabajo.” ¿Qué hábitos o prácticas peligrosas en el consumo o hábito identificás en los concordienses? “Uno de los problemas más comunes es el manejo inadecuado de los alimentos, especialmente en lo que respecta a la refrigeración y descongelación. Muchas personas descongelan alimentos al sol, en la mesada o bajo un chorro de agua caliente, lo cual no es seguro. Otra práctica peligrosa es la mezcla de productos de limpieza, como lavandina con detergente, pensando que es más efectivo. En realidad, estas mezclas son tóxicas y no eliminan bacterias de manera eficaz. También está el problema de adquirir alimentos sin identificación ni rótulo, lo que dificulta rastrear el origen en caso de problemas de salud.” ¿Qué habilidades considerás esenciales para ser bromatólogo? “Primero, es fundamental conocer el Código Alimentario Argentino, ya que es nuestra principal herramienta. También es clave tener una buena capacidad de observación para detectar riesgos y evaluar si una situación es grave o no. La comunicación es otra habilidad imprescindible. Muchas veces nos encontramos con personas que cometen errores por desconocimiento, y nuestra tarea es asesorarlos de manera respetuosa y clara. Esto requiere empatía y la capacidad de transmitir información de forma accesible para todos, independientemente de su nivel educativo.” Si pudieras volver atrás, ¿elegirías nuevamente esta profesión? “Definitivamente, sí. Aunque hay días en los que estoy cansada, siempre encuentro satisfacción al ver que la gente aprende y aplica lo que les enseño. Me encanta transmitir conocimientos, ya sea en charlas para adultos o en actividades con niños, porque ellos también pueden ser grandes transmisores de buenas prácticas en sus hogares. La bromatología es un campo enorme y apasionante, y cada día siento que mi trabajo hace una diferencia en la salud de la comunidad. No me imagino haciendo otra cosa.” Te invitamos a ver lo más destacado de la entrevista a través de estos reels… https://youtube.com/playlist?list=PLlEt0x6S8cEuubsch_hIrgWKC-qSrDDYK&si=nIF-iVlXaRzKdPti Seguinos en las redes sociales, buscanos como: Despertar Entrerriano https://linkin.bio/despertar_entrerriano
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