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» El Ciudadano
Fecha: 23/12/2024 16:31
Sobre finales del año pasado comenzó a desarrollarse en la Casa de la Moneda de la República Argentina una pericia tendiente a determinar si una importante cantidad de paquetes de cigarrillos fabricados por la empresa “Tabacalera Sarandí”, perteneciente al controvertido “señor del tabaco” Pablo Otero, eran auténticos o no, según develó el diario Clarín en abril último. El material incautado por Gendarmería Nacional fue a partir de un allanamiento realizado en el marco de la causa 22347/2019 de trámite ante el juzgado federal nro. 3 de Mar del Plata, en el domicilio del distribuidor oficial ubicado en Dorrego 674 de esa ciudad. En la oportunidad le fue secuestrada a su titular José Daniel Hernández una cantidad importante de la marca insignia de tabacalera Sarandí “Red Point”, se precisó. En el curso de la causa Pablo Otero se intentó despegar del secuestro efectuado a su distribuidor oficial, pero dos elementos complicaron la situación del poderoso empresario ya que -de la documental secuestrada- se advirtió la existencia de una factura (nro. 0005-00139757) emitida por Tabacalera Sarandí SA por una suma millonaria y que se corresponde con la mercadería secuestrada. El otro elemento probatorio no sólo venía de la conclusión arribada por los peritos en punto a que las estampillas adheridas a los paquetes (instrumentos fiscales de control utilizados por la Afip para el cobro del impuesto interno) eran absolutamente apócrifas, sino de lo que acaba de señalarse sorpresivamente por el organismo estatal. Y es que no sólo las estampillas son falsificadas sino el packaging con los originales es idéntico, dijeron desde la entidad. Se afirmó en una pericia: “Ahora bien, habida cuenta de haberse hallado estampillas apócrifas colocadas en los atados mencionados, se procedió a la inspección y cotejo entre estos y los otros de la misma marca enumerados en el ítem f. Al inspeccionar ambos packaging, se observó analogía en papel, elementos básicos constitutivos del diseño, corte y ensamble, y sistema de impresión empleado”. “De una gravedad inusitada”, calificaron la prueba desde el organismo y sugirieron que puede complicar aún más al poderoso empresario, Pablo Otero. “Sería la prueba contundente de que tanto los cigarrillos con estampillas adulteradas como los originales fueron cerrados con la misma e idéntica máquina, es decir que la adulteración podría venir del mismo seno de la empresa Tabacalera Sarandí”, afirmaron. La denuncia en cuestión que se generó en la propia Afip había sufrido una ralentización sugestiva, opinaron desde la propia entidad, pero a partir de este año se reactivó y trascendió que el juzgado de Mar del Plata evalúa medidas judiciales en lo inmediato. Las fuentes consultadas indicaron que el tribunal que tramita esta denuncia que generó la propia Afip en Mar del Plata analiza solicitar información al juzgado de capital federal –que comanda el magistrado Daniel Rafecas– en el que recayó la denuncia que la Cámara Nacional de empresas tabacaleras formuló contra Otero y dirigentes políticos “por existir información financiera de interés”. Esta denuncia presentada a comienzos del año 2024 habla de suculentas coimas que le atribuyen haber pagado Otero a legisladores nacionales para empantanar la ley Bases y, como consecuencia, que no se modificara el impuesto interno. A la luz de los problemas penales que han padecido algunos legisladores en los últimos meses, las fuentes consultadas dijeron con cierta sorna: “Parecería que la denuncia tendría andamiaje”.
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