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» Diario Cordoba
Fecha: 23/12/2024 07:35
A estas alturas ya sabemos que no nos ha tocado la lotería. O sí. Y habremos montado en la puerta de la administración de lotería el espectáculo, ya clásico, de descorchar botellas de cava -lo de champán suena más glamuroso, pero sólo se puede aplicar al producido en la región francesa-agitándolas para que la espuma salga a borbotones poniendo perdido a todo el mundo; que si te ha tocado, no tiene importancia y hasta disfrutas de la chufla, pero si eres un transeúnte normal y corriente, menos afortunado, que pasas por ahí, maldita la gracia que te hace tener que llevar el abrigo a la tintorería. A los que no nos ha tocado nada, que somos tropel, sólo nos queda consolarnos con aquello de “por lo menos tenemos salud”, si la tenemos. Es tal la decepción que ni siquiera apelamos al amor. Es el momento de arrepentirse del «dinero tirado». Nos conformamos o conformaríamos con la pedrea. Mientras, oímos en la televisión, las típicas entrevistas de «qué vas a hacer con tanto dinerito» y las consabidas respuestas de «tapar agujeros -por más que sea cierto, qué mal suena- ayudar a los hijos, pagar la hipoteca, renovar el coche, hacer un viajecito...» Un amigo mío echaba las cuentas todos los años antes del sorteo y, una vez concluido el reparto, según sus cálculos, siempre le faltaba dinero. Claro que nunca llegó a planteársele el problema, porque nunca le tocó la lotería. Lo cierto es que tenemos la Nochebuena ahí, detrás de la puerta, y están preparadas las botellas de cava para brindar por la paz -casi da vergüenza escribir esto- la reconciliación, la prosperidad, el bienestar, el futuro esperanzador... Aprovecho para recordar -creo que lo he hecho en varias ocasiones- que la denominación de Origen Cava no se ciñe a una zona geográfica determinada, sino que se relaciona con el proceso de elaboración y crianza de unos vinos espumosos naturales, cuya segunda fermentación transcurre en el interior de la botella y aporta las cosquilleantes burbujas que los definen. Así pues, se pueden encontrar cavas en Cataluña, La Rioja, País Vasco, Aragón, Valencia, Navarra, Castilla y León, Extremadura... Las copas más adecuadas para servirlos son las alargadas, llamadas «tipo flauta», que permiten contemplar el movimiento ascendente y vertical de las burbujas desde el fondo hasta arriba. Lo elegante es descorchar la botella sin ruido, dejando escapar el gas poco a poco, y verter el cava en la copa inclinando ésta para evitar que se forme demasiada espuma. Todo lo contrario a lo que se hace -decíamos antes- cuando toca la lotería. ¡Pero qué importa la elegancia cuando andan por medio 400.000 euros! *Académica
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