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» Diario Cordoba
Fecha: 22/12/2024 12:37
Hasta seis veces visitaron los reyes de Bélgica un pueblo de Córdoba. Se ve que quedaron cautivados la primera vez, cuando pasaron su luna de miel. La pareja, sobre la que corrieron ríos de tinta, buscaba en la provincia tranquilidad y sosiego, alejando la atención mediática que habían puesto los medios de comunicación sobre el hecho de que una aristócrata española llegase a la Corona belga. Durante los días que el matrimonio pasó en la provincia de Córdoba, se trató de mantener alejados a los periodistas y los fotógrafos de la época. El lugar era propicio para cumplir el deseo de los reyes: paz y espiritualidad se conjugan en el peculiar rincón al que fueron a hospedarse. Luna de miel en Córdoba Escondido en pleno parque natural, a unos 17 kilómetros de Hornachuelos, se encuentra el poblado de San Calixto. Este lugar, que surge primero como monasterio en el siglo XVI, recibió a principios de la década de los 60 del siglo pasado una visita muy especial. Recién casados, Balduino I de Bélgica y Fabiola de Mora y Aragón decidieron pasar su luna de miel en este enclave. El convento de San Calixto. / Turismo de Hornachuelos La boda, la primera televisada en España, se había oficiado el 15 de diciembre de 1960, tras un fugaz noviazgo entre la hija de los marqueses de Casa Riera y el heredero de la corona. Se encontraron por primera vez, en secreto, en Bruselas. Y, más tarde, concertaron una segunda cita en el santuario de Lourdes. Fabiola, que contrajo matrimonio con 32 años, era una formada mujer de la nobleza española que dedicaba su vida a la caridad. Verónica O'Brien, una monja que cumplía el papel de consejera espiritual, aconsejó al cardenal Suenens, a su vez confesor del monarca, que buscase esposa en la clase alta española por ser España bastión del catolicismo. Así, Balduino I formó matrimonio con Fabiola de Mora y Aragón. Una estrecha relación Antes de continuar con las visitas de los monarcas a Córdoba, conviene recordar que el monasterio del Tardón, conocido también como del Cardón, fue una de las nuevas poblaciones de Sierra Morena impulsadas por Carlos III. Esta población recibiría el nombre de San Calixto en recuerdo al día del nacimiento del rey Fernando VII. El poblado se mantiene hasta la Guerra Civil, cuando fue arrasado en gran parte. En 1940, adquiere aquellas tierras Julio Muñoz, marqués de Salinas, y levanta un nuevo edificio, en el que se funda el convento de las Carmelitas Descalzas del Tardón. Un paseo de Balduino I y Fabiola. / Diócesis de Córdoba El marqués y la reina de Bélgica eran primos hermanos. Y Fabiola ya conocía, de haber pasado algunas temporadas allí, el recinto. Tras la boda, volaron a Sevilla y pasaron un tiempo en la finca. Sin embargo, tuvieron que interrumpir el viaje debido a las huelgas obreras que estaban teniendo lugar en el país belga y que requerían la mediación del rey. Por esas fecha, esos problemas se sumaban a la independencia del Congo, colonia belga hasta entonces. Como quedó demostrado más tarde, San Calixto cautivó a los monarcas, que volvieron en marzo de 1961 para reanudar el viaje de novios. Un año después, pasaron el Año Nuevo allí. Pasar unos días en este rincón de Hornachuelos se convirtió en algo parecido a una tradición. En abril de 1966 y en marzo de 1967, repitieron. Y, años más tarde, en 1981, pasaron la Navidad en la finca. Balduino y Fabiola, reyes de Bélgica, con José Cruz Conde y Rafael Cabello de Alba y Gracia. / Archivo municipal En uno de esos viajes, los reyes se reunieron con el alcalde de Córdoba en esos tiempos, Antonio Cruz Conde, y con Rafael Cabello de Alba y Gracia, presidente de la Diputación. La institución provincial decidió nombrarlos hijos adoptivos, dejando constancia de la estrecha relación de los monarcas de Bélgica con Córdoba.
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